Páginas

lunes, 7 de abril de 2008

El Cardenal Fray Joaquín Llunch y Garriga


Arzobispo de Sevilla entre 1877 y 1882, fray Joaquín Lluch y Garriga, era obispo de Barcelona y anteriormente lo había sido de Salamanca, donde había mostrado un talante abierto y pactista. Tubo como obispo auxiliar y años más tarde también arzobispo, Marcelo Spínola.

Subrayó especialmente, en los cinco años de su gobierno, la importancia de los laicos en el seno de la Iglesia, señalando por ello que "todas las asociaciones, cofradías y academias podían ser útiles a los fines que se perseguían.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

"Sevilla, mi amada, mi chiquilla, mi enamorada,
cultura de naciones, esplendor de occidente,
ciudad milenaria en su historia encadenada,
como mujer esclava de su amor consiente,
de que es feliz siendo apasionada".