El Parque Natural de la Sierra María-Los Vélez

De clima mediterráneo continental, es una sierra agreste situada en el norte de la provincia almeriense y de 18.962 Ha, caracterizada por las bajas temperaturas en invierno, por la presencia de importantes masas forestales y por su gran riqueza biológica. Fue asentamiento del hombre desde tiempos primitivos como atestiguan los numerosos yacimientos arqueológicos del Paleolítico y Neolítico en la Cueva Ambrosio y en el Cerro de las Canteras junto con la presencia de pinturas rupestres, como las halladas en la Cueva de los Letreros (Vélez-Blanco). Sus recursos han sido tradicionalmente la agricultura de secano y la ganadería de oveja segureña, la explotación maderera y más recientemente el turismo, y de manera especial la recolección y tratamiento de plantas aromáticas.

Municipios:

Chirivel, María, Vélez-Blanco y Vélez-Rubio.

Flora:

Destacan repoblaciones de pino carrasco entremezcladas con restos de encinares y abundante matorral serial. También se entremezclan pinares (generalmente de pino salgareño), encinares y matorrales, siendo significativos en barrancos húmedos y frescos los restos de quejigal-aceral con espinales, que confieren al paisaje otoñal y primaveral una gran belleza, canchales, roquedos, matorrales almohadillado-espinosos y un incipiente pinar-sabinar constituyen ecosistemas donde se localizan numerosos elementos endémicos de Andalucía Oriental. Destacan de su numerosa flora (cerca de 1.200 táxones), especies protegidas como el "tabaco gordo" (Atropa baetica) y endemismos (exclusivos de esta zona o territorios próximos), como Sideritis stachyoides, Centaurea mariana o Moehringia intricata subsp. intricata.

Fauna:

También existen especies de animales de enorme interés biológico, así, entre los invertebrados se han citado numerosos coleópteros exclusivos de las tierras almerienses, destacando la mariposa endémica Parnasius apolo mariae. Los vertebrados, y en especial las aves, constituyen la comunidad faunística más importante de la Sierra, que encuentra en ella un excelente refugio frente a las áreas fuertemente degradadas que la enmarcan. Las formaciones boscosas proporcionan el hábitat ideal para especies como el águila calzada, el azor o el gavilán. En los escarpes y cortados nidifican otras, como el águila real, el halcón peregrino o el búho real. Ardilla y lirón careto, montés, jabalí, tejón, comadreja y gineta completan la lista faunística de esta Sierra.