Descubierto por Giovanni Cassini en 1671, tarda en completar una vuelta alrededor de Saturno 79,33 días, a una distancia media de 3.561.300 km.
Compuesto fundamentalmente por hielo, con no más de un 20% de material rocoso, Jápeto recibe su nombre del titán Jápeto. También es conocido como Saturno VIII.
Jápeto resulta demasiado pequeño para tener atmósfera y su temperatura en superficie oscila entre 143 y 173 grados bajo cero. Al igual que la Luna con la Tierra, siempre enseña la misma cara a su planeta. Es la única gran luna de Saturno desde la que se pueden ver bien los anillos, pues las demás se hallan demasiado cerca para percibirlos con claridad.
Pero es cierto, casi todo en Jápeto es raro. En vez de ser esférica, esta luna es más abultada en el ecuador que en los polos. Y tiene una cordillera muy alta de origen misterioso que envuelve la mayor parte del terreno alrededor de su ecuador. Debido a su robustez y la cresta gigante en forma de anillo, parece una nuez de gran tamaño.
Sus cráteres de impacto son anchos y profundos como fosas infernales y existe una montaña de 20 kilómetros de altura que supera con mucho a nuestro Everest, en comparación tan solo una humilde colina. En este peculiar paisaje, según han descubierto científicos de la Universidad de Washington en St. Louis, el Instituto Lunar y Planetario y el Centro de Investigación Ames de la NASA, se producen las avalanchas de hielo más gigantescas de todo el Sistema Solar, con la excepción de Marte. Los derrumbamientos, realmente grandiosos, parecen desafiar as leyes de la física.
Los investigadores han identificado treinta avalanchas masivas de hielo en las imágenes de la Cassini. Diecisiete se hundieron en las paredes de los cráteres y trece se deslizaron por los toboganes de la cordillera ecuatorial. El hielo alcanza en su caída altísimas velocidades, pero entonces sucede algo extraño. De alguna manera, su coeficiente de fricción baja y comienza a fluir en lugar de desplomarse, viajando muchísimos kilómetros antes de que se disipe la energía de la caída y se detenga completamente.
Las avalanchas de hielo en Jápeto no son solo gigantescas, sino que son más grandes de lo que deberían ser dadas las fuerzas que los científicos creen las ponen en movimiento y las llevan hasta el final.
El equivalente de la avalancha de hielo de Jápeto en nuestro planeta es un raro desprendimiento de tierra llamado sturzstrom, que se caracteriza por tener un gran desplazamiento en sentido horizontal 20 o 30 veces más largo que su caída vertical. Incluso puede subir cuesta arriba. Estos deslizamientos de tierra extraordinariamente móviles, que parecen extenderse como un líquido en lugar de desplomarse como rocas, desconciertan a los científicos desde hace mucho tiempo.

La cordillera es un sistema complejo compuesto por picos sueltos, largas serranías y una larga región con tres cadenas montañosas casi paralelas: Carcasonne, Toledo y Tortelosa. La presencia de múltiples cráteres revela que es muy antigua, aunque está restringida a la zona oscura: en la clara, sólo hay algunas elevaciones sueltas en el rango de los 10.000 metros.
En Jápeto hay otro desnivel muy notable, aunque este va hacia las profundidades: el inmenso cráter Turgis. Jápeto presenta numerosos impactos de meteoritos, pero ninguno tan grande: con 580 kilómetros de diámetro, ocupa casi el 40% de su superficie con una escarpadura de quince kilómetros hacia abajo.
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Fotomosaico de imágenes de la sonda Cassini/Huygens que muestran la Cassini Regio y Toledo Montes, la gran cordillera ecuatorial. |
Jápeto es bastante más pequeño que la Luna y hay truco: su gravedad resulta cuarenta y cuatro veces menor que la terrestre. Eso significa que si aquí puedes llevar una mochila de veinticinco kilos, allí no tendrías problemas en cargar una tonelada de material. Y que si aquí eres capaz de saltar un metro, allí puedes saltar 44.
Lo va a necesitar... porque el desafío no es pequeño. Jápeto tiene varias peculiaridades curiosas. Una de ellas es que presenta dos regiones con un albedo fuertemente diferenciado: una muy clara (dividida en Tierra Roncesvalles y Tierra Zaragoza) y otra muy oscura con tonalidad rojiza que lleva por nombre Cassini. Y a lo largo de todo Cassini hay una inmensa cordillera de mil trescientos kilómetros de longitud recorriendo su ecuador, con unas alturas entre 16 Kms, incluyendo algunas elevaciones cercanas a los veinte mil metros. No se conoce la causa de esta gigantesca cordillera, que tiene el aspecto de un cinturón, aunque hay varias hipótesis.
Se estará preguntando qué pinta un post sobre un satélite de Saturno en un blog de Sevilla. La respuesta es bien simple. Todos los accidentes geográficos de Jápeto llevan nombres extraídos del Cantar de Roldán, un poema épico de varios cientos de versos escrito a finales del siglo XI. Escrito en francés antiguo por un monje normando, Turoldo, este cantar de gesta narra deformando legendariamente los hechos de la batalla de Roncesvalles, que históricamente no pasó de ser una escaramuza, y que pudo enfrentar a tribus de vascones contra la retaguardia de las fuerzas carolingias al mando del conde Roldán, prefecto de la Marca de Bretaña.
Además de los nombrados accidentes geográficos, las ciudades de Córdoba y Sevilla, también presentes en este poema, están representadas en Sevilla Montes y Córdoba Montes del hemisferio oscuro de Jápeto.
Más información: Si desean observar el planisferio completo de Jápeto, les dejo un par de enlaces de la NASA aquí y aquí, así como un pdf gráfico.