Parroquia de San Bernardo.

Hermandad de San Onofre
Capilla de San Onofre (Plaza Nueva).





Referencia histórica.- En la cosmopolita pero también conflictiva Sevilla del siglo XIX, hubo una institución para recoger niños abandonados, llamada "Amparo de María Santísima y San José", que fundó el arzobispo Valdés y quizá guarde alguna relación con eI título que comentamos. En 1735 se formó Hermandad para darle culto y en el terremoto de 1755 el clero parroquial de la Magdalena hizo voto ante la imagen, que siempre gozó de singularísima devoción, tanto en nuestra capital como incluso fuera de ella.




Referencia histórica.- Se fundó esta Hermandad en 1672 con motivo de las predicaciones de los misioneros jesuitas Tirso González y Juan Guillén, rigiéndose por la Regla de la Hermandad del Rosario del Salvador hasta que en 1692 se aprobase una propia, debido a la creciente importancia que iba teniendo el rezo del rosario.
Referencia artística.- La imagen de la Virgen del Rosario ha venido sufriendo diversas atribuciones, aunque parece ser una imagen ejecutada en el XVII, en su origen de talla completa a la que en el siglo XVIII se le mutiló para ser revestida con ropaje de tela. En una acertada restauración llevada a cabo en 1983 por Francisco Peláez del Espino y Manuel Escamilla Barbas se le reconstruyó su talla completa. Presenta un leve contrapostto, adelantando la rodilla izquierda y girando la cabeza en ese sentido. Lleva en la mano izquierda una imagen del Niño Jesús y con la derecha sostiene un cetro, que es la pieza de orfebrería más moderna que posee, obra de Rojas (siglo XIX), pues las coronas, ráfagas y media luna están documentadas como obras de José de Guzmán (1778-1779), todo en plata de ley. Conserva de su ajuar procesional el manto, saya y vestido del Niño Jesús realizados por Manuel María Ariza, en 1863.
Referencia histórica.- Gran novedad para nuestros anales de Gloria fue la recuperación en el año 2002 de la salida procesional de esta Hermandad, que acababa de fusionarse oficialmente con la del Carmen, culminando así una aspiración largo tiempo mantenida y sostenida. Parece que ya en 1661 se hizo la primera dotación que nos es conocida para costear la fiesta de la Santísima Virgen, y en 1676 consta la existencia de un lienzo al óleo. Por decadencia de la Hermandad, en 1668 la Sacramental se hizo cargo bajo inventario de sus bienes, a cambio de seguir manteniendo el culto a la Señora. Vencidas las dificultades, en 1710 se independiza de la Sacramental y en 1746 hizo un trueque con ella respecto a la colocación de su imagen, que al principio estuvo instalada en el sagrario, pasando entonces a la capilla de hoy.






Referencia histórica.- Las primeras Cofradías del Rosario surgen en el seno de la Orden de Predicadores a partir de 1479, según recoge el historiador Romero Mensaque. Se trataba de corporaciones dedicadas al culto a la Santísima Virgen y al fomento de esta oración, establecidas en las iglesias de los conventos dominicos o bien en la parroquia mayor de cada ciudad o pueblo, o incluso en templos pertenecientes a otras ordenes religiosas, siempre con licencia expresa de la Orden de Predicadores. En 1479 el Papa Sixto IV confirmó las constituciones de la primera Cofradía de la que se tiene noticia, en Colonia (Alemania), aunque el origen de las corporaciones rosarianas se remonta a 1470 en que el dominico Alain de la Roche fundó una en Douai (Francia). Junto a esta corriente existe otra puramente española protagonizada por el padre Juan Agustín. Continuando con las palabras de Romero Mensaque "todo parece indicar que en el Real Convento de San Pablo se funda una de estas Cofradías en fecha muy temprana, 1481, siendo prior Fray Alonso de Ojeda, aunque la documentación propia más antigua que se conserva es de finales del siglo XVI."
Referencia histórica.- Imaginemos líricamente que toda la Hermandad Macarena constituye un monumental Rosario: Jesús de la Sentencia representaría el Dolor, la Virgen de la Esperanza el Gozo y la del Rosario su Gloria. Una Gloria que por supuesto, está a la altura de tan celebérrima institución, donde brilla con luz propia, alcanzando extraordinaria categoría e insospechado fulgor.

Referencia histórica.- Estamos ante un título mariano de gran belleza y honda estirpe devocional, en cuyo honor el Cabildo Catedralicio y el canónigo Justino de Neve patrocinaron espléndidamente entre 1662-65 la renovación de su templo cercano a la antigua Puerta de la Carne. Un templo que se cree conserva todavía la planta de la precedente sinagoga y para el cual trabajó en su ornato hasta el propio Murillo. Durante las solemnísimas fiestas de su dedicación, el ingenio literario del barroco acuñó una letrilla (alusiva a la Pureza Inmaculada de Nuestra Señora) que decía: "Del sol, aunque siempre Blanca, no me ofende del arrebol, porque me conoce el Sol".
Referencia artística.- El 5 de agosto de 1864 el primitivo icono mariano fue sustituido por el actual, del famoso Juan de Astorga, obra no documentada pero de segura atribución por sus características (Debe notarse que el escultor había fallecido en 1849, aunque eso no impide una factura anterior de la imagen). El paso lo repujó el orfebre Fernando Cruz Suárez (1949). Sus grandes respiraderos incluyen en los paños delanteros dos óvalos reproduciendo en metal los cuadros murillescos con la historia de esta advocación. Los candelabros, igualmente metálicos, ofrecen la particularidad de que sirvieron para la coronación de la Virgen de la Hiniesta en 1974. Las jarras son de Manuel Domínguez. La corona se debe a los artistas José López Camacho y Guillermo Domínguez (1969).


Referencia histórica.- Aún con las dificultades lógicas para probarlo, se dice que ésta sería la más antigua entre nuestras Hermandades del Rosario. Siempre estuvo radicada en la iglesia de San Marcos y por referencias dignas de crédito, se sabe que ya funcionaba en el siglo XVI y que a fines de esta centuria, justamente en 1599, el Consejo de Castilla aprobó sus Reglas. Tiene los títulos de Real (por el patronato del monarca Felipe III), Pontificia e Ilustre. El 4 de Agosto de 1699 fue enterrado bajo el altar de su titular el famoso escultor Pedro Roldán.

Referencia artística.- La piadosa imagen de Nuestra Señora (talla completa, anónima, dieciochesca) es una lograda expresión de amor maternal. Sostiene al Niño con ambos brazos, en gesto epifánico y oferente, trasunto de la antigua Odegetría bizantina (conductora, guía y portadora de la gloria del Eterno). Al tener ocupada sus dos manos, no lleva cetro de realeza ni emblemas terrenales que nos distraigan de su responsabilidad hacia Jesús, pero sí se toca con la consabida corona y ráfaga. Va sobre nube con cabecitas de querubines, lo cual produce cierta impresión aérea, subrayada por el plegado de su vestimenta.



Referencia histórica.- Su historia (muy bien estudiada por Romero Mensaque) constata la existencia en 1747 de un nicho donde se veneraba la imagen con tradicional fervor; la construcción de la capilla en 1761, con la ayuda de los vecinos gracias a la gestión personalista del mayordomo Miguel Liñán; reconstitución corporativa en 1784 y otra refundación en 1858. Durante el siglo XX se acusan diversos altibajos. Por ruina de la capilla la Hermandad residió temporalmente en San Vicente, desde 1969 a 1975.

Referencia histórica.- Dícese que los caballeros aragoneses que vinieron para la conquista de Sevilla fueron los fundadores de esta Hermandad. Al principio estuvo compuesta exclusivamente par naturales del reino de Aragón o sus descendientes, hasta que en 1696 dio entrada a todos los fieles sin distinción del lugar de nacimiento. Las Reglas aprobadas por el Consejo de Castilla en 1789 estipulaban diversos actos de caridad y de culto. El Santo Padre León XIII, por rescripto de 1885, agregó la capilla de esta Hermandad a la Santa Angelical del Pilar en Zaragoza, para el goce de todas sus gracias e indulgencias. A principios del siglo XX la collación de San Pedro celebraba velada en la fiesta de la Virgen, engalanando "lujosamente " la esbelta torre parroquial. En 1925 asistió a los cultos el infante don Carlos de Borbón.