lunes, 14 de mayo de 2007

Manuel Rodríguez-Buzón


Manuel Rodríguez-Buzón Calle nació el 24 de diciembre de 1933 en la localidad de Osuna, Sevilla. Hijo de Gonzalo Rodríguez Buzón y Patricia Calle, era el segundo de cinco hermanos: Gonzalo, Manuel, Mari Carmen, Patricio y José María.

Su padre, Gonzalo Rodríguez Buzón tenía un almacén de tejidos, y era conocido en Osuna por ser un hombre de firmes creencias cristianas, muy dado a realizar obras de caridad y a dirigir campañas de ayuda a los más necesitados.

Manuel tuvo una infancia feliz, muy apegado a su madre, quien padecía de fuertes migrañas, por lo que los niños fueron educados por una institutriz.

Los padres eran un matrimonio bien avenido que decidieron una educación cristiana pero liberal para sus hijos, eligiendo para ello la Congregación religiosa de los Marianistas. Al no existir colegio de esta orden en Sevilla, los varones fue- ron enviados a Cádiz, donde estudiarían todos el Bachillerato en régimen de internado. La relación de Manuel con su madre era tal, que llegó a escaparse de la escuela para visitarla. El segundo de los hijos de la familia Rodríguez Buzón decide realizar la carrera de Derecho, y al encontrarse su hermano Gonzalo haciendo la de Farmacia en Granada, al no existir facultad en Sevilla, se marcha junto a su hermano mayor.

En esta misma Universidad toma contacto por primera vez con los temas patrimoniales, y ello le lleva a realizar un Curso de Historia del Arte e inicia, al mismo tiempo los estudios de Filosofía y Letras cuya licenciatura no llega a terminar.

Manuel Rodríguez Buzón finaliza su carrera y regresa a Osuna, donde en un primer momento y junto a un familiar, instala una gestoría. En el año 1956 conoce a Amelia una estudiante de magisterio que trabajaba como locutora en Radio Osuna, y que hacía teatro en un grupo de aficionados. Tras dos años de noviazgo contraen matrimonio en Osuna.

Al cabo de los años llegarán dos hijas: María y Patricia.

La pareja, recién casada, se instala cercana a la casa familiar de los Rodríguez Buzón, y Manuel continúa trabajando en la gestoría. Pero el negocio no va bien, y lo cierra.

En 1960 entra a formar parte de la plantilla de la delegación en Osuna de la Caja de Ahorros San Fernando, oficina de la que llegará a ser director.

En 1960 el Ministerio de Justicia le nombra Fiscal Interino del Juzgado de Primera Instancia de Osuna, cargo que ocupa por poco tiempo.

Pero pronto va a iniciar sus contactos con la vida institucional y oficial, y finalmente, en 1964, es nombrado concejal y posteriormente teniente de alcalde del ayuntamiento de Osuna.

Desde ese puesto Manuel Rodríguez Buzón inicia los trabajos de recuperación del patrimonio de la ciudad, así como fomenta la realización de actividades culturales, y el fomento turístico de Osuna. Muy preocupado por la dispersión de los bienes muebles del patrimonio artístico de Osuna, cuyo expolio había comenzado décadas antes, crea y dirige el Museo de Arte Sacro de la Colegiata, así como el Museo Arqueológico y el Museo del Monasterio de la Encarnación de Osuna.

En su calidad de concejal dicta normas sobre el exorno de la ciudad, y prohibe algunas prácticas muy difundidas en los años sesenta como la instalación de azulejos en fachadas, persianas de plástico y otros adornos que chocaban de manera frontal con el entorno artístico de la ciudad de Osuna.

En 1962 es nombrado director del Seminario de Estudios Sociales de Osuna, y en los años 1965 y 1966, el Ministerio de Información y Turismo le nombra delegado en Osuna de los Festivales de España, Sus firmes creencias religiosas le lleva a ligarse, desde su infancia, a la Hermandad de la Vera Cruz de Osuna, en la que ocupó el cargo de hermano mayor, desde 1955 hasta su fallecimiento en 1984.

En los años sesenta comienza su lucha por la recuperación del patrimonio de Osuna, pero no consigue evitar que se traslade a Sevilla el retablo de la iglesia de la Merced, que había sufrido un derrumbe. Sin embargo, comienza, y culmina con éxito, la recuperación de la colegiata de Osuna, que el Estado pretendía, dada su situación, declarar "jardín artístico". Consigue la implicación de varios técnicos, y con el apoyo del arquitecto Rafael Manzano, se inician las obras de recuperación de la Colegiata, que será de nuevo abierta al público.

En 1968, por sus méritos realizados en la labor de recuperación de la Colegiata de Osuna y el patrimonio de la ciudad, el Ministerio de Información y Turismo le concede la Medalla de Bronce al Mérito Turístico.

En 1973 se traslada a Sevilla al ser nombrado director de la Obra Cultural de la Caja de Ahorros San Fernando de Sevilla, puesto en el que permanecerá hasta diez años después, pero en ningún momento pierde la relación con su Osuna natal, en la que sigue ostentando la dirección de la Asociación de Amigos de los Museos y en donde también realiza numerosas actividades culturales, conciertos, conferencias etc, en distintos recintos como iglesias y la Colegiata.

En 1976 se reabre al público la Colegiata de Osuna una vez conseguida su restauración, y ese mismo año, el Ayuntamiento ursaonense, en atención a su preocupación constante por el patrimonio, le otorga la Medalla de Oro de Osuna.

Tras su llegada a Sevilla, y junto a Florentino Pérez Embid interviene en las labores jurídicas que conllevaron a la expropiación de las fincas colindantes del actual conjunto arqueológico de Itálica.

Traba amistad con el entonces director del Museo de Bellas Artes de Sevilla, José María Benjumea, que le introduce en el mundo del patrimonio artístico sevillano, e incorpora a sus colaboradores al catedrático de arte de la Universidad de Sevilla, Enrique Valdivieso.

En los años setenta crea y es el primer director de la Casa Murillo de Sevilla. Asimismo, es nombrado director del Museo de Arte Contemporáneo. El Cabildo Catedral le nombra Secretario de la Comisión del Patrimonio Artístico de la Catedral. En 1977 es nombrado Delegado Provincial de Cultura, y como tal preside la Comisión Provincial de Patrimonio, compatibilizando este cargo con el de Director de la Obra Cultural de la Caja de Ahorros San Fernando.

En el año 1979 recibe el Premio "Sevillano del Año", galardón que concede Radio Sevilla de la cadena SER, y se realiza en en razón de sus méritos al frente de la Obra Cultural de la Caja de Ahorros San Fernando de Sevilla.

En pleno auge de la Obra Cultura de la Caja San Fernando, su salud se resiente, y en 1981 es operado por primera vez de un cáncer, del que ya no se recupera, falleciendo en Sevilla, el 14 de noviembre de 1984, un año después de dejar la Obra Cultural. En 1986, y a título póstumo, se le nombra "Hijo Predilecto de Osuna". El monumento a su memoria está situado en los jardines interiores de la Colegiata de Osuna, y en el que desemboca el Paseo de los Cipreses que conduce a la Colegiata.

Fuente: Wikipedia.

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