En las afueras de la ciudad, esta versión de la original forma parte de un centro comercial. En este singular edificio, parece ser que no sólo plagiaron la construcción de la que hablamos, sino que también se inspiraron en otras manifestaciones artísticas de diversos países.
A día de hoy, la ciudad norteamericana se encuentra hermanada con la localidad hispalense, encontrándose en la conocida avenida de Kansas City sevillana, a modo de monumento, la imagen de un indio cherokee que es copia exacta a una que ya existe en el original centro comercial.
Su artífice, el agente inmobiliario J. C. Nichols, concibió en los años veinte uno de los primeros malls de América, donde la población pudiera acercarse a comprar con el coche y al mismo tiempo regocijarse en los patios románticos y extravagancias florales que Nichols "recordaba" de un viaje a España. El resultado abunda en fuentes, grupos escultóricos, carrozas que recuerdan vagamente a la versión Disney de La Cenicienta y azulejos de estilo español (con las habituales confusiones con la cultura mexicana que este adjetivo implica en Estados Unidos).
Hasta hace unos años existía también una réplica de la Plaza de España en el mismo centro comercial, aunque fue demolida para construir un multicine. The Plaza, como la llaman los nativos (pronunciando "plaadsa"), recibía tradicionalmente más visitantes que ninguna otra parte de la ciudad, como atestigua su aglomeración de ilustres franquicias.
A día de hoy, la ciudad norteamericana se encuentra hermanada con la localidad hispalense, encontrándose en la conocida avenida de Kansas City sevillana, a modo de monumento, la imagen de un indio cherokee que es copia exacta a una que ya existe en el original centro comercial.
Su artífice, el agente inmobiliario J. C. Nichols, concibió en los años veinte uno de los primeros malls de América, donde la población pudiera acercarse a comprar con el coche y al mismo tiempo regocijarse en los patios románticos y extravagancias florales que Nichols "recordaba" de un viaje a España. El resultado abunda en fuentes, grupos escultóricos, carrozas que recuerdan vagamente a la versión Disney de La Cenicienta y azulejos de estilo español (con las habituales confusiones con la cultura mexicana que este adjetivo implica en Estados Unidos).
Hasta hace unos años existía también una réplica de la Plaza de España en el mismo centro comercial, aunque fue demolida para construir un multicine. The Plaza, como la llaman los nativos (pronunciando "plaadsa"), recibía tradicionalmente más visitantes que ninguna otra parte de la ciudad, como atestigua su aglomeración de ilustres franquicias.
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