sábado, 12 de mayo de 2007

La Feria del Caballo de Jerez de la Frontera


Del 6 al 13 de mayo. Dedicada a las Rutas del Vino de España

El Parque González Hontoria es el marco geográfico donde se celebra la Feria del Caballo, un total de 52.000 m2 utilizados para montar más de 200 casetas y para acoger el grandioso Paseo de Caballos, un espectáculo singular en el que cientos de jinetes y amazonas, vestidos de corto y de faralaes, junto con admirables enganches, desfilan por todos los paseos del real. Es la Feria con toda su belleza y en la que prima la calidad y la comodidad en todos los sentidos. Declarada de Interés Turístico Internacional, esta fiesta ensalza la idiosincrasia de nuestra ciudad y su carácter abierto y hospitalario.

Los orígenes de la Feria de Jerez se remontan al reinado de Alfonso X el Sabio. Entonces, la ciudad tenía el privilegio de celebrar dos ferias anuales, en las que la compra y venta de ganado era el principal motivo de encuentro. Estas ferias, con el paso de los años, comenzaron a adquirir un carácter más lúdico que comercial. Fue a principios del siglo XX, cuando comenzaron a instalarse las primeras casetas en el Real de la Feria. Los pioneros fueron los dueños de las bodegas jerezanas y los clubes que entonces había en la ciudad. Cada mes de mayo, los jerezanos acudían a su Feria; tres calles decoradas con bombillas de diferentes colores y farolillos en las que las casetas se alineaban ordenadamente y en las que se podían admirar los más espectaculares enganches así como los más bellos ejemplares equinos que desfilaban por el Paseo Principal. Algunas cosas han cambiado, pero no todas; la fiesta, el ambiente y la diversión han llegado hasta nosotros con el paso de los años. Particulares reservaban las casetas en las noches de Feria y daban grandes fiestas a sus amigos, fiestas que se prolongaban hasta la madrugada. El Templete Municipal ofrecía cenas y veladas musicales. Los más pequeños también disponían de su feria particular. Laberintos, atracciones, tiovivos y tómbolas se disponían en el Real detrás de las casetas, así como una gran variedad de puestos y kioscos en los que se vendían marroquinería, bisutería, y algunas "chucherías" y golosinas. Estamos en otra época, pero la esencia de la Feria no ha cambiado: ha sido y sigue siendo la gran fiesta de Jerez.

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