martes, 5 de junio de 2007

Alfonso X el Sabio


Alfonso X el Sabio (Toledo, 23 de noviembre de 1221 — Sevilla, 4 de abril de 1284), rey de Castilla y León (1252-1284).

Hijo de Fernando III el Santo y de Beatriz de Suabia. Fracasó en la pugna por la corona del Sacro Imperio Romano-Germánico a la que dedicó mucho esfuerzo y dinero. Impulsor de la Reconquista, amplió los territorios castellanos con la toma a los musulmanes de varias plazas de importancia, entre ellas Murcia, Alicante y Cádiz, pero tuvo que renunciar al Algarve y a sus aspiraciones sobre Navarra. En 1260 conquista e incendia Rabat.

Hubo de hacer frente a diversas rebeliones internas entre las que destacan, la de los mudéjares en 1264 y la debida al problema sucesorio en los últimos años de su reinado. El monarca, casado desde 1246 con Violante de Aragón, hija de Jaime I el Conquistador, tuvo diez hijos legítimos, pero el primogénito y heredero al trono, don Fernando de la Cerda, murió en 1275. El rey trató de defender los derechos sucesorios de su nieto, el primogénito de Don Fernando, pero don Sancho el Bravo, hijo segundo del rey y hermano de Don Fernando, reclamó la sucesión para él recibiendo muchas adhesiones a su causa. El rey conservó sólo la fidelidad de Murcia y Sevilla, ciudad donde vivió los últimos meses de su vida bastante aislado y secundado sólo por un reducido número de sus antiguos colaboradores.

A pesar de haber decretado el desheredamiento de don Sancho el 8 de noviembre de 1282, fue entronizado tras la muerte de su padre.

Durante su reinado, impulsó la economía destacando entre otras medidas la institucionalización de la Mesta en 1273. También fomentó la repoblación de tierras conquistadas a los musulmanes (Reino de Murcia, Baja Andalucía) y la unificación legislativa (con el Fuero Real y las Siete Partidas). Fundó Villa Real, que con el tiempo se convertiría en Ciudad Real, en una zona controlada por las Órdenes militares.

Un mausoleo en el Altar Mayor de la Catedral de Murcia acoge las entrañas y el corazón del monarca, a cuya muerte le fueron extraídos para ser trasladados a la ciudad del Segura, tal y como él mismo dispuso. El escudo de Murcia, la ciudad amada del rey Sabio, muestra desde entonces en su centro el corazón de Alfonso X.

Fomentó la actividad cultural (Escuela de traductores de Toledo) y fue excelente poeta en gallego-portugués. De su extensa obra jurídica, científica, histórica y literaria, destacan, el Fuero real de Castilla, las Siete partidas de entre sus obras jurídicas; las Tablas alfonsíes entre las astronómicas; y entre las de carácter histórico, la Estoria de España (llamada Primera Crónica General en la edición de Menéndez Pidal) y la Grande e General Estoria o General Estoria, acerca de la historia universal. Las Cantigas de Santa María es obra lírica, escrita en gallego-portugués, lengua común a gran parte de la lírica ibérica del siglo XIII. El Lapidario, es una obra sobre las propiedades minerales, y el Libro de los juegos es una obra sobre temas lúdicos (ajedrez, dados y tablas), deportes de la nobleza en aquel tiempo (véase Alfonso X el Sabio y el ajedrez).

Alfonso X realizó también la primera reforma (normalización) ortográfica del castellano, idioma que el reino adoptó como oficial en detrimento del latín. El propósito del monarca era que el castellano se puliera y enriqueciera como señala el historiador español Juan de Mariana.

La Escuela de Traductores aglutinó a un grupo de estudiosos cristianos, judíos y musulmanes que desarrollaron una importante labor científica al rescatar textos de la antigüedad y verterlos a las lenguas occidentales, poniendo así los pilares del renacimiento científico en la Europa medieval.

A este Monarca, se le atribuye el mérito de haber iniciado una revolución cultural que en ocasiones se ha calificado de renacimiento del Siglo XIII. Introdujo en España, nuevos conocimientos que procedían de tierras distantes. Su especial interés en el arte, la historia, el derecho y la ciencia ejerció una profunda influencia en el desarrollo cultural de España y del resto de Europa. Pero lo más significativo aún es que, en su afán intelectual, favoreció la difusión de la Santa Biblia.


Alfonso X fue el impulsor de la Escuela de traductores de Toledo. "Su labor consistió en dirigir y seleccionar a los traductores y obras, revisar su trabajo, fomentar el debate intelectual e impulsar la composición de nuevos tratados". Señala el libro La Escuela de Traductores de Toledo.[cita requerida]

Hijos de su matrimonio con Violante de Aragón:

* Ferrán, muerto muy joven y enterrando al monasterio de Las Huelgas en Burgos;
* Berenguela (1253 - 1284), prometida a Luis de Francia, hijo y heredero de Luís IX, pero no se llegaron a casar por la muerte prematura de éste el 1260. Fue enterrada en el monasterio de Las Huelgas;
* Beatriz (1254 - 1280), casada con Guillermo V de Montferrat;
* Ferrán o Fernando de la Cerda (1255 -1275). Heredero al trono castellano, se casó el 1268 con Blanca de Francia, hija de Luís IX, con quién tuvo dos hijos. Su muerte prematura permitió que su hermano Sancho convertirse en rey;
* Leonor (1257 - 1275);
* Sancho el Bravo (1258-1295), rey de Castilla con el nombre de Sancho IV;
* Constanza (1258 - 1280), monja en Laso Huelgas;
* Pedro (1260 - 1283);
* Juan (1262 - 1319);
* Isabel, muerta muy joven;
* Violante (1265 - 1296), casada con Dídac López de Haro;
* Jaime (1266 - 1284).

Tuvo, a parte, una hija ilegitima:

* Beatriz (¿? - ¿?), casada con Alfonso III de Portugal.

Fuente: Wikipedia.

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