domingo, 1 de julio de 2007

El Museo de Artes y Costumbres Populares


El Museo de Artes y Costumbres Populares de Sevilla, está localizado en el Parque de María Luisa de dicha ciudad, frente a lo que popularmente se llama el “parque de las palomas” teniendo enfrente el Museo Arqueológico Provincial.

Está centralizado en el Pabellón Mudéjar, edificio construido en 1914 sobre un proyecto realizado en 1913 que lo sitúa donde ahora se levanta, con motivo de la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929 por el arquitecto Aníbal González, autor también de los otros edificios levantados en la misma Plaza de América, lugar donde se ubica este museo.

De estilo mudéjar, está construido en ladrillo visto con aplicaciones de cerámica repleta de motivos llenos de fantasía.

Durante la Exposición Iberoamericana era conocido como “Pabellón de Arte Antiguo”.

Este pabellón, antes de ser destinado como museo ha sido escogido para otros usos desde su fecha de construcción.

Tiene tres puertas con arquivoltas adornadas con azulejos esmaltados.

En principio constaba de dos plantas sobre una cámara de aireación para evitar la humedad, se realiza una mejora durante la década de 1960 en la Planta Principal, que tenía más de doce metros de altura y dividiéndose con una planta artificial (corresponde a la Planta Primera) por el arquitecto Delgado Roig. En 1972 se unen las plantas con una gran escalera de caracol que diseña el arquitecto José Galnares Sagastizábal, trabajo que realiza después de que la construcción ha sido designada para albergar el museo en el Decreto de Creación del Museo de Artes y Costumbres Populares de Sevilla, con fecha de 23 de marzo de 1972, constituido como una sección del Museo de Bellas Artes.

Sus funciones como museo se desarrollan desde el 4 de marzo de 1973, fecha en que abre sus puertas al público.

Como todavía no era propiedad de la ciudad completamente, en el siguiente septenio fue dependencia de distintos servicios tanto del Ministerio de Educación y Ciencia como del Ayuntamiento de Sevilla que ocupaban la mitad del edificio, su mala conservación y la necesidad de reformas provocaba incertidumbre entre los dos organismos y ninguno tomaba la iniciativa para innovarlo.

Los problemas de mantenimiento más acuciantes fueron tan importantes que el museo se vio obligado a cerrar sus puertas en distintas ocasiones por distintas causas:

* En 1976 por falta de pago se suspendió el suministro de energía eléctrica por la Compañía Sevillana de Electricidad.
* En 1979 por las lluvias. Aprovechando el cierre se habilita en la Planta Semisótano un taller de restauración y almacén.
* En 1980 por restauraciones que realiza el Ayuntamiento.

Sus dependencias pasan a ser museo íntegramente el 26 de marzo de 1980 cuando el Ayuntamiento en Pleno adopta un acuerdo de cesión de uso como sede del Museo de Artes y Costumbres Populares, con carácter indefinido mientras sea para ese cometido, con el compromiso de acondicionarlo por parte del Ministerio.

El cometido del acondicionamiento se encarga al arquitecto Fernando Villanueva Sandino que convierte la primitiva cámara de aireación en una nueva Planta Semisótano, es la última rehabilitación hecha en el edificio antes de su cesión total a la Comunidad Autónoma de Andalucía, con lo que el museo consta de cuatro plantas.

Tras las últimas rehabilitaciones, su reapertura se efectúa en 1984 haciéndose coincidir con la transferencia de la gestión de museos de titularidad estatal a la Comunidad Autónoma de Andalucía, firmándose el convenio de gestión el 18 de octubre de 1984.

Equipamiento:

La Planta Primera y la Planta Semisótano son las equipadas como museo.

En la Planta Segunda del museo se encuentra la biblioteca, está especializada en etnografía y museología. Para visitarla es necesario acordar una visita previamente.

También está equipado con una Sala de Audiovisuales, una Sala de Conferencias, Megafonía, Taller de restauración, Laboratorio de fotografía. Así como un archivo de fotografías.

Colecciones:


Llegado el año 1990 se consideró hacer nuevos acondicionamientos en el edificio, esta vez fue la Planta Principal la beneficiada, se habilitó como zona para exposiciones temporales organizadas por el propio museo, utilizándose un tercio del espacio para ello e instalándose, en el año 1994, permanentemente, la Colección Díaz Velázquez, esta colección es la que mayor número de piezas añadió al museo, procedente de una donación particular realizada en el año 1979, consiste en el mejor lote de bordados y encajes conocido en toda Europa, sus casi 6000 piezas hace posible que se pueda hacer un museo temático único en el mundo.

Mientras se catalogaba, inventariaba y estudiaba la colección Díaz Velázquez, se realizaban proyectos de investigación, llevándose a cabo uno sobre Cerámica Popular Andaluza. Considerando la gran importancia que tenía esta investigación, el interés fue en aumento y se puso en marcha la propuesta de recopilar además de los datos, piezas que fabricaban los más de cien alfares andaluces que entraban dentro del estudio. Así se fue ampliando la colección de Cerámica Popular Andaluza que posee el museo, convirtiéndose en la más completa existente en Europa junto a la existente en el Museo de Hamburgo.

Una de las primeras fuentes de aportación que sirvió para aumentar los fondos del museo fue la compra de piezas entre los años 1974 y 1980, lo mismo se realizaba en comercios de antigüedades directamente o a través de la Junta Superior de Calificación, Valoración y Exportación de Obras de Arte (Ministerio de Educación y Ciencia); o bien ejerciendo el derecho de tanteo o de retracto; o también a propuesta del museo. El primer director del museo, Salvador de Sancha, hizo una gestión adquisitiva bastante importante en su tiempo.

En sus primeros tiempos como museo albergó un gran número de colecciones, procedentes principalmente del Museo de Bellas Artes de Sevilla, siendo las más importantes, en calidad como en calidad. Entre estos fondos destacan:

* Colección Aguiar de pintura costumbrista.
* Colección Soria de lozas y marfiles orientales.
* Colección Orleans, algunas piezas.
* Colección Gestoso, algunas piezas.

También existen aportaciones menores de diversos museos andaluces como son:

* Museo Arqueológico de Sevilla, colección de azulejos sevillanos.
* Museo del Pueblo español.
* Museo de Bellas Artes de Valencia.

Los ciudadanos de Sevilla también pusieron su granito de arena contribuyendo a aumentar las colecciones sobre todo en sus primeros años y siguiendo a lo largo de los tiempo, estas colaboraciones sirvieron para llenar huecos que faltaban entre las que se cuentan:

* Fondos de textiles.
* Herramientas agrícolas.
* Utillaje doméstico.
* Instrumentos musicales.

La sección concerniente al depósito se va completando cuando el Ayuntamiento de Sevilla decide que sea el museo quien custodie su colección de Originales de Carteles de Fiestas Primaverales de Sevilla, la cual, desde su exposición en las salas del museo, ha viajado a distintos lugares de Europa y Japón, agotándose por completo su catálogo en venta.

Asimismo, la Consejería de Cultura adquiere la Colección Mencos, para depositarla igualmente en el museo, esta colección comprende el más completo repertorio de litografías y fotocromías de carteles de Feria y Semana Santa.

También es adquirida la Colección Loty por la Consejería de Cultura, esta colección se compone de más de 2000 placas antiguas de cristal donde se registran multitud de detalles de ciudades y la vida andaluza desde principios del siglo XX hasta 1936, llegando a ser un importante archivo histórico de imágenes.

En el año 2001 la Dirección General de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura adquiere la Colección etnográfica Apelluz, compuesta por 168 piezas de distintos materiales y carácter etnográfico.

Otra fuente de suministro para los fondos fue una serie de trabajos de campo que se desarrolló en ese sentido, dando fruto a la siguiente relación de donaciones:

* Taller de tonelería, donado por Claudio Bernal (último tonelero de Sevilla). Recogido por la investigadora Carmen Ortiz.
* Taller del constructor de guitarras Francisco Barba. Documentado por Andrés Carretero.
* Taller del maestro Filigrana, constructor de palillos.
* Taller de dorador. Documentado por Esther Fernández.

A fecha de mayo de 2006 se exponen hasta ocho talleres distintos.

Entre las últimas adquisiciones se puede contar con la realizada por la Consejería de Cultura a principios de 2005 y que consistía en una colección de benditeras propiedad de D. Carlos Palacios Tardez. Las piezas provienen de los principales centros de producción ceramista de la Península Ibérica: Manises, Alcora, Talavera, Teruel, La Bisbal, Triana, etc, igualmente variada es la cronología de la composición, existiendo ejemplares de los siglos XV y XVI, siendo más numerosos los fabricados en los siglos XIX y XX.

Asimismo se cuenta también con la colección adquirida a Doña Carmen Contreras por la Consejería de Cultura, a finales de 2005, consistente en más de 150 juguetes antiguos de una gran variedad, entre ellos hay 70 muñecas, cromos, estampas, cómics, juguetes de lata, de cartón, de madera, una casita de muñecas, juegos educativos, mecanos, proyectores de películas, etc.

Exposición temporal:

Se puede realizar de manera independiente al resto del museo, accediendo a través del patio central a la sala de exposiciones.

Las visitas:

Comprendiendo un espacio de 5496 m² para exposición permanente y servicios se entiende que el recorrido por las salas es bastante extenso, para ello se ha preparado un recorrido ordenado que facilite la interpretación del contenido expositivo y evite el cansancio que pudiera conllevar.

Una visita corriente empieza por la Planta Primera, continúa por la Planta Semisótano, donde también hay una zona de servicios y descanso, de ahí se pasa a la Planta Principal, lugar de exposición de la Colección Díaz Velázquez además de la exposición itinerante-temporal que se celebre en ese momento.

En total se compone de siete salas, siendo su contenido el siguiente:

* Sala I, dedicada exclusivamente al vestido cortesano femenino del siglo XIX, aunque contiene otros objetos interesantes como una silla de manos y un carruaje del siglo XIX, una espléndida colección de sonajeros de plata, oro y marfil de los siglos XVII al XX, un Niño Jesús relicario, en madera tallada y vestido a lo cortesano de primera mitad del siglo XVII, y una serie de joyas en oro, plata, coral, azabache, etc... casi todas del siglo XIX, también destaca una imagen de la Virgen con el Niño, vestida a la moda cortesana realizada a comienzos del siglo XVII.

* Sala II, trajes populares andaluces y una variada colección de pintura entre ellos destaca un gran lienzo de la Romería del Rocío, de Hernández Nájera, realizado en 1917.

* Sala III, instrumentos musicales populares, letras de canciones ilustradas con viñetas y un libro de coro del convento de Santa María de Jesús con motivos vegetales barrocos y lacería mudéjar escrito por Fray Juan Romero Ballesteros en 1739, que adorna el centro de la sala.

* Sala IV, objetos utilizados en tareas agrícolas de época anteriores a la mecanización (aperos de labranza, arados, yugos, azadas, trillos, y algunas piedras de molino romanas).

* Sala V, objetos de orfebrería con piezas de platería, lámparas de colgar, un panel de plata neoclásico, varias coronas, ráfagas, diademas de distintos estilos y un conjunto de platería civil del siglo XIX.

* Sala VI, tejidos, encajes y bordados de ornamentos litúrgicos. Destacan un tapiz realizado en 1730 en la fábrica de tapices de Sevilla, donde se representa a niños comiendo uvas, obra de Bartolomé Esteban Murillo, una capa pluvial de brocado del siglo XIX, una arqueta de taracea mudéjar toledana del siglo XV y un lienzo de Santa Rosa de Lima con ricos vestidos y adornos del siglo XVII.

* Sala VII, están reproducidas las habitaciones de dos tipos de viviendas: campesina y ciudadana, las dos del siglo XIX.

Una de las galerías que da al patio muestra una magnífica colección de cerámica modernista, procedente de la Cartuja de Santa María de las Cuevas (siglos XIV al XIX). Es destacable un azulejo con el escudo de los Reyes Católicos con fecha de 1503. A lo largo de estas salas se pueden observar cerámica realizadas con todas las técnicas, vidriada en relieve, de cuerda seca, de cuenca, y cerámica pintada o pisana.

La Planta Semisótano expone trabajos tradicionales andaluces hechos artesanalmente y sus instrumentos: lagar, fragua, horno de cocer pan, torno alfarero, taller de curtido de pieles, fundido de metales.

Los escolares tienen otro orden de visitas orientado pedagógicamente con el objetivo de mejorar el proceso de aprendizaje de los alumnos que lo visitan, en la cual, se realizan una serie de actividades centradas en visitas temáticas sobre los distintos aspectos etnográficos existentes en la exposición permanente, particularmente en el bloque dedicado a la “Cultura andaluza”. Estas visitas están basadas en un conocimiento de la exposición permanente, sala o salas implicadas para la actividad didáctica a realizar posteriormente. Los recorridos temáticos son dos “Trajes regionales” y “Del cultivo a la elaboración del pan”.

Actividades:

Se suelen realizar “Talleres pedagógicos” frecuentemente, son actividades dirigidas a alumnos de primaria impartidas por monitores del museo.

Los fines de semana durante la época estival se organizan conciertos de bandas de música en el patio del museo dados con bandas venidas de diversos municipios de la ciudad.

El horario en el que los investigadores pueden desarrollar su trabajo es desde las 8 hasta las 14:30 horas.

Conservación y cuidado:

Es el propio taller de restauración el que se encarga de realizar las diversas restauraciones tanto de piezas como del edificio. Así el año 2005 se dedica a restaurar el artesonado del Salón Orleans que está en la Segunda Planta del museo.

Debido a infiltraciones de agua, el artesonado con lacería de madera estaba en muy mal estado de conservación, el fresco del techo había perdido parte de capa pictórica y preparación, existiendo en su lugar una laguna de gran tamaño, observándose deformaciones y pérdidas en la madera, lagunas, falta de adhesión y desprendimiento.

La restauración consistió en enumerar y desmontar la zona de lacería donde se presenciaba la laguna, hubo que desmontar el friso y una zona de moldura superior. Para volver a reintegrarlo hubo de echar una nueva lechada de yeso como base. El tratamiento que se le hizo fue de limpieza, fijación, eliminación de deformidades, reposición de piezas casi perdidas, reintegración a su lugar y protección final.

Escenario de película:

Tanto para películas como para series de televisión, sus instalaciones se han utilizado en diversas ocasiones para realizar filmaciones entre las que se cuentan:

* El viento y el león (1974).
* Harem (convertido en embajada británica).

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