lunes, 30 de julio de 2007

El Teatro Central


Situado junto al borde del río, dentro del que fue recinto de la Exposición Universal de 1992, se levanta el volumen del teatro: una caja dentro de otra caja.

La de los milagros, la sala, la caja negra, de 20,50 metros de altura, girada e inscrita dentro de otra. Un volumen limpio, chapado en piedra natural, desnudo, sin ornamentación, destacará entre la vegetación del borde del agua.

El escenario, móvil, tiene como base un cuadrado de 18 x 18 que se prolonga en ocho metros más hacia la trasescena y otros ocho metros en una de la laterales. Con esta medidas se consiguen todo tipo de posibilidades teatrales. La altura de 22 metros a lo largo de toda la sala permite situar la escena de las dimensiones que convenga y en el punto que se deba. El público igualmente varía de posición y de aforo en las distintas representaciones, bien sea a la italiana, isabelina, arena o conciertos.

Los asientos móviles se guardan en el fondo de las trasescenas y en el hombro, pudiendo en cuestión de minutos transformar cualquiera de las posiciones, utilizando o no las galerías y cambiando los accesos que se sitúan con amplitud y número suficiente para evacuar la sala con rapidez, en caso de necesidad.

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