San Lorenzo fue diácono del Papa Sixto, siendo natural de Huesca, hijo de los también Santos Orencio y Paciencia. Cuando arreciaron las persecuciones, el pontífice entregó a Lorenzo los tesoros de la Iglesia antes de sufrir martirio. Posteriormente fue detenido el santo diácono, y al pedirle el procurador que le entregase esos tesoros, éste le mostró a todos los pobres. El procurador condenó a San Lorenzo a ser flagelado y morir asado sobre una parrilla, en donde padeció martirio. La parrilla y la palma son sus símbolos.
La Parroquia de San Lorenzo fue fundada en tiempos de los reyes Fernando III y Alfonso X. Hay una tradición que afirma que con anterioridad había en este mismo lugar una ermita consagrada a la devoción francesa de Nuestra Señora de Rocamador o Roque-Amador. El edificio actual es del siglo XIV, aunque su fabrica sufrió numerosas alteraciones durante los siglos XVIII y XIX. Se trata de un templo gotico-mudejar cuyo autor desconocemos.
Exterior:
En la fachada que da a la plaza se encuentra un retablo cerámico de Animas, obra de Antonio Kierman Flores, pero basándose en un antiguo retablo que hubo en este templo, desde el siglo XVIII. Junto a él hay un relieve dedicado al Beato Cardenal Spínola, realizado en 1905. La portada fue diseñada por Diego López Bueno en 1625. Es de piedra y sobre la puerta se dispone un alfiz quebrado en cuya parte superior hay un ángel, así como una inscripción, en donde aparece la siguiente inscripción:
(San Lorenzo, mártir de Cristo, ruega por nosotros).
En la parte superior se dispone un frontón partido en cuyo centro hay una gran hornacina rectangular, y en su interior se halla una escultura del santo titular. A los lados altorrelieves con las armas del Santo titular, sendas parrillas sobre fuego. Junto a esta portada se dispone retablo cerámico de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, realizado por Manuel Rodríguez de Tudela en 1912, para ser adosado a la que entonces era su capilla de cultos. El enmarcamiento es plateresco y el señor aparece vestido con riquísima túnica bordada.
En el ángulo de la Plaza de San Lorenzo con la calle Eslava se levanta la torre del templo. La torre en su origen era del siglo XIV, pero fue alterada en el siglo XVIII. Fue rematada por un campanario barroco en el año 1757.
Junto a esta torre se encuentra un retablo cerámico de Nuestra Señora de la Soledad, realizado por Alfonso Córdoba Romero en 1944. Costó la cantidad de 935 pesetas y los faroles que la alumbran 190 pesetas. En la calle Hernán Cortés se abre otra portada diseñada por Diego López Bueno, esta vez correspondiendo al lado del Evangelio. es similar a a la otra (la de la Plaza) pero mas sencilla en su estructura. Destaca en su tímpano la parrilla y la palma de San Lorenzo.
Interior:
El interior destaca por su amplitud y está dividido en cinco naves separadas por pilares y capilla mayor cuadrada. Las cubiertas de las naves son estructuras de madera, en forma de colgadizo en las laterales y de artesa en la central.
Presbiterio:
El Retablo Mayor, compuesto por banco, dos cuerpos de tres calles y ático, fue contratado por Juan Martínez Montañés en 1632, pero éste solo realizó la arquitectura, ya que le sorprendió la muerte. Las imágenes y esculturas corrieron a cargo de Francisco y Dionisio de Rivas. Todo el retablo costó 32000 reales. Los relieves son los siguientes:
*Primer cuerpo: San Lorenzo recibiendo los tesoros de manos de Sixto II y San Lorenzo dando limosnas a los pobres.
*Segundo cuerpo: Flagelación de San Lorenzo y Martirio de San Lorenzo en la parrilla.
Felipe de Rivas talló la efigie del titular, que se encuentra en el primer cuerpo, así como los ángeles y el crucificado del ático. En el centro del primer cuerpo se encuentra el Sagrario-Manifestador , el cual fue realizado en 1616 por Diego López Bueno (portadas), siendo su pintura de Francisco Pacheco.
Toda la capilla mayor se encuentra recorrida por un zócalo de azulejería trianera del siglo XVII. A ambos lados del altar mayor se hallan dos cuadros: en la DRCHA “Cristo servido por los ángeles después de las tentaciones” (réplica de otro que se conserva en la catedral), y en IZDA “Triunfo de la Eucaristía” (copia dieciochesca de Rubens).
Hay dos grandes lienzos que se dispone a ambos lados del Retablo Mayor.A la izquierda uno dedicado a la Inmaculada, y debajo de éste se encuentra una escultura de la Inmaculada. A la derecha el lienzo está dedicado también a la Concepción, tiene pintura de la Inmaculada. La pintura es obra de Francisco Pacheco, ejecutadas en 1624. Destaca la bonita vista de Sevilla que aparece a los pies de la Inmaculada (Torre del Oro y Guadalquivir).
A los pies de la nave se encuentra el CORO, el que está compuesto por 23 asientos realizados por el maestro carpintero Juan Leonardo a partir de 1713. Sobre él, en una tribuna, se sitúa un órgano del XVIII cuya caja es obra del maestro Juan Calero.
Epístola:
El primer altar de la zona de la Epístola es el dedicado a Nuestra Señora de Rocamador. Retablo barroco en cuyo centro se sitúa un cuadro de la Virgen con el Niño (de tradición bizantina) fechable a finales del XIV (hacia 1350). La devoción a esta Virgen es de origen francés, y su culto está muy extendido por la zona de Castilla y Aragón, y no tanto por Andalucía.El origen de esta devoción parte de una leyenda que es la siguiente: tres caballeros franceses marcharon a la Cruzada y formaron parte de la Orden de San Juan de Jerusalén, cayendo prisioneros de los turcos, y milagrosamente la Virgen los liberó. Vueltos a Francia construyeron a sus expensas el santuario de Rocamador, poniendo en su altar una imagen de la Virgen tal como la habían visto, ataviada a la manera bizantina. Las paredes que flanquean el altar presentan un zócalo de azulejos decorados con motivos vegetales y grutescos, fechados en 1609. Por este origen caballeresco gozó la devoción a esta Virgen de gran difusión entre los caballeros.
A los pies de la nave derecha se encuentra la Capilla del Dulce Nombre (antigua Capilla del Gran Poder). Es de planta rectangular y la Capilla la reside la imagen de Nuestra Señora del Dulce Nombre (1924), obra de Antonio Castillo Lastrucci. En un retablo lateral se encuentra Nuestro Padre Jesús ante Anás, obra de Antonio Castillo Lastrucci de 1923 (paletas). En la entrada de la Capilla se encuentra la magistral talla del crucificado del Mayor Dolor, fechable en el primer tercio del siglo XVII, y cuatro ángeles pasionarios realizados por la Roldana.
Junto a esta Capilla se dispone el Retablo de Nuestra Señora del Carmen. En su centro se erige imagen de la titular en alabastro, obra del siglo XIV. El siguiente retablo es el de San José, obra de Jacinto Pimentel. a imagen del titular se atribuye a Cristóbal Ramos. Junto a este altar efigie contemporánea de Nuestra Señora de las Tres Avemarías.
La Capilla Sacramental, situada en la cabecera de la nave derecha, fue comenzada a construir en 1699, interviniendo en ella el maestro Felix Romero. Sus muros presentan un zócalo de mármoles y una serie de pinturas de tema eucarístico, realizadas por Francisco Pérez Pineda, Domingo Martínez y Gregorio Espinal. El retablo, fue trazado por Pedro Ruiz Paniagua en 1703. La hornacina central la ocupa una escultura de la Inmaculada, posterior al retablo, apareciendo en las calles laterales San José y Santa Ana. En el ático se halla una escultura del Niño Jesús, y los ángeles lampareros , situados en el crucero, se encargaron a Hita del Castillo en 1738. En la zona hastial (cabecera de nave lateral) del lado de la Epístola encontramos el altar de Nuestra Señora de la Granada. La escultura del centro es una magnifica pieza obra de Roque Balduque, tallada en 1554.
Evangelio:
El primer retablo (en la zona hastial) es el del Cristo del Amparo. En el centro se halla un crucificado del XVII tallado por Dionisio de Rivas. Junto a él se dispone un relieve moderno dedicado al Cardenal Spínola.
La siguiente Capilla es la del Cristo de las Fatigas. En su centro tiene un retablo Neoclásico con el cuadro del Camino del Calvario , realizado a finales del XVII de escuela sevillana.
La Capilla de las Animas está decorada con un frontal de azulejería trianera de finales del XVI. El retablo es del siglo XVII, y en su centro se halla una pintura con las Animas Benditas del Purgatorio, hecha en 1587. Junto a esta Capilla repisa con efigie moderna de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
La Capilla de Santa Ana y Baptisterio. Retablo neoclásico en el que aparece Santa Ana enseñando a leer a la Virgen, atribuida a José Montes de Oca. También efigie moderna de nuestra señora de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba.
La Capilla de Nuestra Señora de la Soledad. Se decora por medio de pinturas de 1957, y posee retablo barroco del 1730. En su centro se halla la imagen de vestir de Nuestra Señora de la Soledad, obra anónima de hacia 1600. A los lados esculturas del XVIII de San Pascual Bailón y San Benito.
El último altar de la zona del Evangelio está dedicado a la Virgen de Belén. Es de estilo barroco y en su centro se halla una espléndida pintura de la Sagrada Familia con San Juanito, realizada por Pedro Villegas Marmolejo en el 1595.
Hermandades:
Fervorosa, Ilustre y Antigua Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús ante Anás, Santísimo Cristo del Mayor Dolor y María Santísima del Dulce Nombre, conocida popularmente por la bofetá. Tiene su origen remoto en una cofradía del Dulce Nombre que existía en el 1540 en el convento de la Merced, con la finalidad de amparar a las Niñas Huérfanas. Posteriormente, después de cierto decaimiento , se volvió a refundar en el 1920, en la Iglesia de San Román, agregándose el paso de Jesús ante Anás. Estuvo residiendo hasta 1968 en el convento de San Antonio de Padua, trasladándose despues a San Lorenzo a la antigua Capilla del Gran Poder. Esta hermandad es original, pues es una de las modernas cofradías gremiales, ya que muchos de sus miembros son empleados de la banca.
Pontificia, Real Hermandad de Rocamador, Animas Benditas y Primitiva Cofradía de Nazarenos de Nuestra Señora de la Soledad. Esta hermandad se fundó a mediados del siglo XVI en el Convento del Carmen. En un principio sacaba tres pasos: El Calvario, el Sepulcro y La Soledad. Fue siempre una hermandad con una gran pujanza, pues a ella pertenecía lo mas selecto de la nobleza y Real Maestranza de Caballería. Después de la Guerra de la Independencia se reorganizó en la desaparecida Iglesia de San Miguel, para pasar en 1868 a San Lorenzo, adquiriendo la antigua Capilla de la Divina Pastora. Como particularidad hay que afirmar que fue la primera cofradía, concretamente en 1614, que sacó una Virgen bajo palio. Posteriormente, desde 1902, dejó de sacar el palio, apareciendo al pie de la cruz desnuda, tal como lo realiza en la actualidad.
Cultos/Celebraciones:
-Fiesta de San Lorenzo: 10 de Agosto, a las 12 función solemne.
-Caritas Parroquial atiende a sus acogidos los Viernes de 11 a 12 horas.
-Adoración Eucarística los primeros Miércoles y Viernes de mes.
-Charlas prebautismales, Pastoral de Salud y Catequesis de Primera Comunión.
Misas:
*de Lunes a Sábados : 9, 12, 13 y 20 horas
*Domingos y Festivos : 9, 19 y 20 horas
*Capilla Dulce Nombre: Martes 20´30 horas
*Capilla de la Soledad: Viernes 20´30 horas
La feligresía del barrio de San Lorenzo está compuesta en su gran mayoría por Personas adultas y ancianos, hay muy pocos jóvenes y esto se debe a que se van del barrio para vivir en zonas menos céntricas y mas asequibles económicamente. Es un caso parecido a lo ocurrido en Omnium Sanctorum con el barrio de Feria. El párroco resalta que hay muy pocos jóvenes debido a l anteriormente expuesto.
Curiosidades y Anécdotas:
Muy relacionados con San Lorenzo estuvieron dos grandes artistas; por una lado Juan Martínez Montañés, que vivió en la cercana calle de los Tiros, hoy con el nombre del escultor, y Gustavo Adolfo Becquer, que habitó en la collación de San Lorenzo. A los pies de la Iglesia está la lápida sepulcral del pintor sevillano Pedro Villegas Marmolejo, muerto en 1596.
Cuenta la leyenda que un albañil recibió el encargo de tapiar una habitación en una casa, y que para hacer el trabajo se lo remunerarían muy bien, aunque tenía que ir con los ojos vendados hasta el lugar donde estaba ubicada la casa. El albañil aceptó, y tras darle varias vueltas por distintas calles con los ojos vendados, llegó a la casa finalmente. Cuando iba a comenzar el trabajo observó, que en la habitación que iba a tapiar había una mujer a la que se iba a dejar dentro de la misma. Como consecuencia de las amenazas que recibió de su contratante, no tuvo mas remedio que llevar a cabo su trabajo y emparedar a la desgraciada mujer. Una vez vuelto a casa, el albañil sintió remordimientos y lastima por la mujer que había enterrado viva y puso el hecho en conocimiento de la autoridad competente.
El albañil contó a la policía que el único dato que tenía para descubrir donde se encontraba la mujer era que durante su trabajo oyó dar dos campanadas en poco rato, deduciendo la autoridad que tenía que ser el reloj de San Lorenzo , por ser el único en Sevilla que daba los cuartos. Tras dar varias vueltas por el barrio dieron con la casa y derribaron la habitación recién tapiada encontrando allí a la mujer aún con vida. Según los datos facilitados por la mujer, se pudo averiguar quién era el hombre que la mandó lapidar y se le pudo detener en Cádiz, donde iba a embarcar con destino a Cuba. La leyenda termina contando que el detenido era un verdugo de Cuba que se quiso vengar en esta mujer por ser pariente de una persona que había descubierto su identidad de verdugo.
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