miércoles, 5 de septiembre de 2007

Écija


Écija es un municipio de la provincia de Sevilla, situado entre Córdoba y Sevilla, asentada en el valle del Genil, y en la Campiña entre Sevilla y Córdoba.

Popularmente conocida como Ciudad del Sol o Ciudad de las torres, está considerada como uno de los centros artísticos más importantes de Andalucía.

Entre las restantes entidades de población del término destacan Cerro Perea, Villanueva del Rey, Isla Redonda y Los Arenales.

Existen en este término varios restos arqueológicos del neolítico y de época turdetana, uno de ellos coincidente con el actual emplazamiento del núcleo principal. Aunque los orígenes históricos de la localidad no están del todo claros, parece que la ciudad de Astigi es de fundación celta. En época romana alcanzó gran importancia, pasando a denominarse Colonia Augusta Firma Astigitana. Cuando los árabes se apoderan de ella la llaman Medina Esthiga o Istigga, que es conquistada por las tropas castellanas en 1240. La repoblación cristiana tiene mucho éxito, debido a la riqueza de la tierra y a la protección que le dispensan los monarcas castellanos por su estratégica situación. Enrique III le otorga el título de Ciudad en 1404, permaneciendo desde entonces independiente, sin pertenecer a ninguna orden militar, ni a ningún señorío feudal.

La cabecera municipal se asienta sobre una depresión rodeada de pequeños cerros por el norte, el sur y el este. El núcleo se localiza al oeste del cauce del río Genil, que discurre de sur a norte que ha sido siempre su límite oriental. El centro histórico se emplaza sobre una plataforma casi llana, y sólo por el suroeste inicia la ascensión por la falda de la colina cercana.

En época romana ya existía en Astigi un eje urbano orientado de este a oeste, entre la Puerta del Río y la Puerta Cerrada, que aún hoy persiste con toda su importancia. En sentido norte-sur discurría otro eje entre la Puerta de Palma y la Puerta de Osuna, a lo largo de las actuales calles Canalejas, Santa Cruz y Cánovas del Castillo. Sobre este eje y hacia el norte, se produce la primera expansión extramuros, en un desarrollo lineal a lo largo de la actual calle José García de Castro. Ambos ejes (el cardo y el decumanus) se cruzaban en el espacio que hoy ocupa la Plaza Mayor, que sería el foro de aquella época. El espacio intramuros de la ciudad actual debe coincidir de forma bastante aproximada con el solar de la Astigi romana.

En los cinco siglos y medio que los musulmanes estuvieron en la localidad se produjo una profunda transformación de la morfología urbana. Del trazado ortogonal romano se pasa a la característica trama de las ciudades árabes, con calles llenas de quiebros, abundancia de adarves, etc. En el siglo X, Abderramán III manda demoler las murallas, que son reconstruidas dos siglos más tarde por los almohades. El recinto amurallado se conserva íntegramente hasta la conquista de Granada (1492), siendo una ciudad fortificada de alto interés militar.

Hasta mediados del siglo XVII sólo se hacen reconstrucciones interiores a la muralla. A finales de esa centuria, surgen algunos asentamientos extramuros sobre la cava, hasta crear una ronda de circunvalación. Durante el siglo XVIII, el caserío desborda el recinto y se produce la gran expansión urbana: hacia el oeste, ocupando las tierras llanas disponibles; hacia el sur, donde la urbanización se asoma al arroyo; y hacia el norte, donde se potencia el eje lineal a lo largo de la calle José García de Castro y se urbaniza la acera exterior de la calle Merino o ronda exterior. Además, se reordena la alameda al borde del río, construyendo el monumento dedicado a San Pablo. Las calles intramuros que unen las cuatro puertas históricas se van colmatando de iglesias, palacios y casas de gran valor arquitectónico.

En la segunda mitad del siglo XIX se reordena el Salón y se inaugura la línea férrea Ecija-Marchena (hoy desmantelada), que da lugar a un proceso de urbanización a lo largo del camino de la estación, creando la actual Avenida de Portugal y María Auxiliadora. En la primera mitad del siglo XX se abre la calle Nueva o Miguel de Cervantes, que se constituye en el eje fundamental de penetración al centro desde el sur, suponiendo un cambio de la escala constructiva por sus mayores dimensiones y volúmenes.

En 1960 se alcanza la cota máxima de población (cerca de 50.000 habitantes), lo que potencia la construcción de nuevas barriadas, a base de promociones oficiales en el sector suroeste, siguiendo el camino viejo de Sevilla. En los últimos años el desarrollo se orienta hacia el norte (Polígono del Almorrón), al tiempo que se ha intensificado la rehabilitación y renovación del centro histórico.

Hasta hace pocos años, la carretera N-IV rodeaba el núcleo por sus extremos sur y este, pero la construcción de la Autovía de Andalucía, que discurre más al sur del término, ha puesto fin a dicha situación. La edificación, no obstante, ha superado el trazado de la antigua travesía en muy pocos casos. En el sector noroeste, el crecimiento urbano ha sido importante en los últimos años, apareciendo tanto tipologías de bloques de viviendas, como viviendas unifamiliares adosadas.

Écija fue declarada en 1966 Conjunto Histórico-Artístico, destacando entre sus numerosas edificaciones de interés las torres y espadañas barrocas de las iglesias de Santa María, Santa Cruz (siglo XVIII), Santiago (siglo XVI), Santa Bárbara, San Juan (siglo XVIII), Virgen del Carmen (siglos XVI-XVII), Nuestra Señora de las Mercedes, San Francisco (siglo XV), La Victoria o Santa Ana (siglo XVII-XVIII), las de los conventos de la Visitación (siglo XVI), de San José y de Santa Inés del Valle (siglos XV-XVII), los hospitales de La Concepción y San Sebastián (1600), la ermita de Nuestra Señora del Valle, así como los palacios de los Condes de Valverde, de los Marqueses de Benamejí y de los Marqueses de Peñaflor.

Fuente: http://www.sevillaweb.info

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