viernes, 25 de enero de 2008
El Silencio
Primitiva Hermandad de los Nazarenos de Sevilla, Archicofradía Pontificia y Real de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santa Cruz en Jerusalén y María Santísima de la Concepción.
Real Iglesia de San Antonio Abad. (Dos «pasos»).
Se fundó la Primitiva Hermandad de los Nazarenos de Sevilla en la iglesia parroquial de Omnium Sanctorum, en la Cuaresma del año de 1340, por un grupo de vecinos del barrio de la Feria, que se reunían en la capilla del patronato de los Cervantes para leer y meditar los capítulos de la Pasión según el Evangelio de San Juan, y glorificar a Nuestro Señor Jesucristo en el doloroso trance de llevar sobre sus hombros la Santa Cruz.
Bajo el título de HERMANDAD DEL DULCíSIMO JESÚS NAZARENO Y LA VIRGEN SANTA MARíA CON SAN JUAN, fueron aprobadas sus primeras reglas por el Arzobispo de Sevilla, Don Nuño de Fuentes, el 22 de febrero de 1356, prescribiéndose en ellas la procesión de penitencia en la madrugada del Viernes Santo, el socorro a los necesitados y la entrega de dotes a doncellas pobres y en trance de contraer matrimonio.
Hizo su primera salida procesional al despuntar el alba del 14 de abril de ese mismo año de 1356, desde la ermita de San Antón, con estación de penitencia en la de San Lázaro, extramuros de la puerta de la Macarena, vistiendo sus cofrades túnica de angeo de color morado, sin bruñir, tosca soga de esparto ceñida a la cintura, y el rostro cubierto por una cabellera de cáñamo, que sujeta a las sienes una corona de espinas. Todos cargaban con una pesada cruz y llevaban los pies descalzos. Este singular atuendo, imitación del de Jesús, dio origen al nombre de «nazarenos» con el que designan en Sevilla a los penitentes de la Semana Santa.
Pasó en 1546 al Hospital de las Cinco Llagas, y de allí, en 1571 al Hospital de la Santa Cruz en Jerusalén, llevando ya Imágenes en su estación penitencial. Hasta que definitivamente, su Hermano Mayor, Mateo Alemán, adquiría en propiedad el 14 de abril de 1579 la capilla del Santo Crucifijo y parte del huerto del Hospital de San Antonio Abad, donde labró su actual capilla propia.
El propio escritor, Mateo Alemán, redactaba nuevas reglas con la ordenación de la cofradía, obras de caridad y rescate de los presos de la Cárcel Real, siendo aprobadas el 24 de abril de 1578, renovadas en 1642 e ilustradas con pinturas de Francisco Pacheco.
El 29 de septiembre de 1615, por iniciativa de su Hermano Mayor, Tomás Pérez, fue la adelantada de la defensa del Misterio de la Inmaculada con voto y juramento de sangre, que se conmemora en la estación de penitencia con la Bandera Blanca, con sus anagramas, la espada desnuda, símbolo de la defensa del Misterio, y la Vela, símbolo de la fe en dicho Misterio. Tiene cartas de Hermandad con numerosas ordenes religiosas; y a su semejanza se han fundado y adaptado numerosas hermandades de Jesús Nazareno en toda la geografía española, agregadas por Bula de León XIII, en 1824.
Extinguida la Orden de los Antoninos y por Real Orden de 15 de septiembre de 1793, S.M. Carlos IV, hizo donación a la Hermandad de la Real Iglesia de San Antonio Abad, que en unión de la Capilla, habían sido reconstruidas entre 1724 y 1730 bajo la dirección y proyectos del maestro mayor de fábrica del Arzobispado de Sevilla, Diego Antonio Díaz
En el primer «paso» figura Jesús Nazareno abrazado a la cruz, en el momento que fue recibida por el Señor para iniciar su camino al Calvario. La Imagen es obra de Francisco de Ocampo, de la primeras décadas del XVII, totalmente anatomizada y policromada con la técnica del pulimento.
La Cruz es de carey con cantoneras de plata del primer tercio del siglo XVII, y procede de México, donada por los descendientes de los Cervantes, va flanqueada por Ángeles ceroferarios de Pedro Duque Cornejo, del XVIII. El «paso», de estilo barroco, obra de 1903, con dibujos de M. Ordóñez y talla de José Gil.
En el segundo «paso» aparece María Santísima de la Concepción acompañada de San Juan, son Imágenes de Sebastián Santos Rojas, obra de 1951 adquirida por la Archicofradía en 1954, y de Cristóbal Ramos, segunda mitad del siglo XVIII, respectivamente.
El «paso», es de estilo neobizantino, inspirado en la Catedral de San Marcos de Venecia, es de plata de ley, del orfebre Cayetano González de 1930. Todos los bordados en terciopelo de seda, son barrocos con aditamentos mudéjares, se estrenaron entre 1919 y 1922, realizados por Hijos de M. Olmo, según dibujos de Herminia Álvarez Udell.
En la orfebrería merecen especial mención, las potencias del Señor, de oro de ley de Antonio Marmolejo, y en plata los faroles del paso de Manuel Villarreal Fernández, la corona de la Virgen de Jesús Domínguez y la candelería de Orfebrería Villarreal.
Son dignas de destacar, entre sus insignias, el Simpecado en maya de oro, de Hijos de M. Olmo, con Inmaculada tallada, el guión romano, concedido a la Hermandad por S. S. Pío IX, y la llave del sagrario que por privilegio lleva el Hermano Mayor al pecho.
Acompañan a estas Imágenes sendas capillas musicales, que interpretan composiciones o saetas del siglo XVIII dedicadas a Jesús Nazareno y de los años 2002-2003 las compuestas por J. A. Pedrosa a María Santísima de la Concepción.
Túnicas: Negras de ruán, con altos capirotes, y ancho cinturón de esparto.
Dirección Web: http://www.hermandaddeelsilencio.org/
La información contenida en esta entrada ha sido tomada de la página web de Hermandades y Cofradías de Sevilla. Asimismo, las fotografías adjuntas son obra de Rafael Márquez.
Etiquetas:
Hermandades de Penitencia
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario