Historia:
En este lugar se asentaron las tropas de Fernando III antes del asedio de la ciudad de Sevilla, y a comienzos del siglo XIV se realizaron las obras de construcción o reconstrucción de la atalaya sobre los restos romanos de Orippo, reutilizando dichos restos.
Aunque la función principal de esta torre era militar, parece ser que también pudo utilizarse como faro para los barcos que navegaban por el río Betis (Guadalquivir), ya que el cauce original transcurría por estas tierras formando un meandro que desaparecería posteriormente en el siglo XVIII.
El término Herberos hace referencia al antiguo oficio encargado del cuidado y alimentación de los caballos y al enfrentamiento cuerpo a cuerpo con los contrarios, propios de las huestes cristianas en aquellas fechas.
Esta torre tiene una gran importancia histórica para Dos Hermanas, hasta el punto de constituir un emblema que forma parte del actual escudo de la ciudad.
Descripción y Materiales:
La torre es de planta cuadrangular. El material predominante es el ladrillo.
Estado de conservación:
Se encuentra en estado de ruina progresiva.
Protección:
En 1993 fue declarada Bien de Interés Cultural por la importancia histórica que posee para Dos Hermanas, hasta el punto de constituir un emblema que forma parte del actual escudo de la ciudad. Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español. En el año 1993 la Junta de Andalucía otorgó un reconocimiento especial a los castillos de la Comunidad Autónoma de Andalucía.
Fuente: http://www.castillosnet.com/
2 comentarios:
Hola Duende, como siempre, la memoria histórica se rinde al mercado, y se prefiere hacer un polígono industrial a conservar el pasado, que si se hace bien, puede también reportar dinero a las poblaciones en donde se encuentran los restos arqueológicos... pero gracias a blog como el tuyo, hay un rincón a la esperanza.
Saludos desde Camas.
Interesante reflexión la que nos citas hoy, querido Juan Antonio. Subrayo una a una todas tus palabras. Es muy triste ver como todo el legado de nuestra historia permanece sólo en los libros; hoy día, a mi parecer, hay demasiados monumentos abandonados a su suerte y resulta vergonzoso ver la pasividad que muestran las autoridades competentes con todos ellos.
Afortunadamente, somos muchos los blogs que queremos rescatar esa memoria histórica y hacer llegar a la población tanta obra desconocida.
¡Saludos!
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