viernes, 5 de junio de 2009

Día Mundial del Medio Ambiente

Estamos acostumbrados a verlo. Sabemos qué pasa (está pasando ahora) en el mundo. Focas que son cazadas y a las que se les da muerte en países como Noruega o Canadá y cuyos cazadores son fotografiados junto a sus "trofeos" como si de modelos se trataran. El método más habitual para matarlas es aplastarles el cráneo con un pico de hierro o con palos con un garfio en una extremidad, si bien en ocasiones se emplean rifles. Según los ecologistas, en ocasiones también son despellejadas vivas. Generalmente se matan los cachorros de focas arpa. No es la única especie de la cual "obtener recursos". También son objeto de esta caza indiscriminada los visones, a los que se les mata para utilizar su piel como abrigo o las ballenas, que son cazadas para la obtención de carne, aceites, productos cosméticos o farmacéuticos...

Nada de esto es nuevo para nosotros. Incluso muchos serán ya inmunes ante escenas tan cruentas.

No hay que irse tampoco muy lejos para ver cómo se atenta contra los animales. Los eslamobranquios (tiburones y rayas) se han convertido en pocos años en el grupo de especies más amenazados del océano debido a su persecución. España es el país que ha otorgado el mayor número de permisos para cercenar las aletas de tiburón para participar en el lucrativo negocio de la venta de las mismas destinadas a la cocina oriental, cantidad suficiente para permitir que casi dos tercios de su flota pesquera de palangre atenten contra la norma comunitaria.

Y el resto del tiburón -que viene a ser el 95% del peso, mire usted que gracia- se tira por la borda.

Por otra parte, a lo largo de esta semana nos hemos encontrado también con una imagen bastante peculiar. El Rainbow Warrior, el barco emblemático de la asociación ecologista Greenpeace ha atracado en el muelle de las Delicias. ¿Objetivo? Informar, alertar una vez más a la población de las consecuencias que el cambio climático puede traer para nuestro planeta y, muy especialmente, para Andalucía.

El cambio climático no es ciencia ficción sino que sus efectos ya se están notando en todo el mundo y también en Andalucía, amenazada por el proceso de "africanización", como lo denominan diversos estudios científicos, que causará graves impactos en la agricultura y el turismo, los dos motores económicos de la comunidad andaluza.

Éste es el mensaje que Greenpeace está intentando que cale entre la población en el veinticinco aniversario del colectivo en España. Para ello, el Rainbow Warrior, está recorriendo diferentes puertos del país como "embajador del clima" y durante unos días ha permanecido atracado en el río Guadalquivir en Sevilla.

Andalucía es la comunidad más afectada por la aridificación del sur peninsular que ya está provocando un descenso en la producción agrícola de secano, el aumento de la vulnerabilidad de los frutales por el adelanto de la floración y la mayor incidencia de plagas agrícolas. Los registros de los últimos años demuestran que las temperaturas de Andalucía son hoy en día parecidas a las que tenía hace unos años el norte de África.

Doñana, por ser uno de los humedales más importantes del continente europeo, será una de las zonas "potencialmente" más afectadas por el cambio climático. Si sube el nivel del mar, como apuntan los estudios científicos, las marismas quedarían inundadas. El aumento de las temperaturas junto con el descenso de las lluvias hacen que Doñana se enfrente a un escenario de progresiva aridificación para el próximo siglo.

Pero los efectos del cambio climático no se van a quedar en el medio ambiente, sino que también afectarán a la salud humana. Subirán las alergias, aumentará la morbilidad con las olas de calor y los episodios de calor extremo producidos por la africanización del sur peninsular y enfermedades que se han dado por extinguidas, como la malaria, podrían reaparecer en Andalucía.

Por las condiciones higiénico-sanitarias es poco probable un brote epidémico de malaria, pero no puede descartarse la proliferación de algún brote introducido en zonas como Doñana, ya que, según investigaciones de la Universidad de Sevilla, reúne las tres condiciones de riesgo, ya que fue la última zona en la que se erradicó la enfermedad en España y en la que aún se encuentra el mosquito transmisor y es la zona de tránsito de aves migratorias que pueden importar la malaria.

Greenpeace alerta sobre esta "crisis climática" que es mucho más grave que toda la gripe porcina multiplicada por mil porque generará más muertes.

Ante este panorama tan desolador...¿Qué podemos hacer nosotros?

Ya lo he dicho alguna que otra vez, pero jamás me cansaré de repetirlo. En internet existen multitud de archivos, pdfs, gráficos y demás información de mucha utilidad y en la que poder aportar nuestro granito de arena. En este enlace os dejo uno de ellos. Y, por supuesto, también hay que reciclar.

Está claro que la unión hace la fuerza y, para ello, los políticos son los primeros que deben dar ejemplo al resto de la sociedad, empezando por derribar (demolición anunciada por el Presidente de la Junta de Andalucía en 2006) el hotel ilegal "El Algarrobico" en el Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar...

¿Cuántos años más hay que esperar para actuar?

Nota post post.- No todo son malas noticias. El águila pescadora ha vuelto a criar en la Península Ibérica tras 70 años de ausencia. Concretamente lo ha hecho en las marismas del Odiel (Huelva) y en el embalse del Guadalcacín, en San José de Valle (Cádiz).

3 comentarios:

María_azahar dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Olivier Franconetti Benamor dijo...

que viva Sevilla...viva Triana e los trianeros!!!...los de Sevilla e las sevillanas!!!

"de Sanchez Mejias,dicen los gitanos que versitos de oro escribia"

salud!

Ma. Angeles dijo...

Enhorabuena por la entrada, Duende. Lástima que me haya perdido el barco de Greenpeace por no entrar más a menudo en tu blog.

Saludos, hasta pronto.