miércoles, 21 de marzo de 2007

El Sevilla FC a Semifinales de la Copa del Rey


Jesús Alvarado.- Me hubiera gustado que el mejor equipo el mundo del año 2006 (jode duele esto…¿eh, Delmás?¿Hoy es un buen día para hablar del salto de palanca?) se hubiese clasificado en el campo el pasado día 28 de febrero.
Me hubiese gustado que el partido del día 28 de Febrero hubiese llegado a su fin sobre la hierba, se hubiese disputado entero, hubiese consumido sus 93 o 94 minutos de juego, los que fueran.
Tras el golazo del Bota de Oro del fútbol europeo, a penaltis ya no íbamos a llegar, así que el sueño de llegar al penalti veintidós alimentado sin pudor por tipos como Villarán o el mismo Luis Fernández se esfumó con ese misil tierra-tierra de Frederic Kanouté que reventó, en mil y un pedazos, la envidia, la provocación, la ruindad, la falta de respeto, el insulto acumulado desde hace ya tanto tiempo.
Hemos tenido que esperar, no obstante, al 20 de marzo y seguir aguantando la misma mecha un puñado de días más.
Sevilla, nuestra querida Sevilla, tendrá un representante en las Semifinales de la Copa del Rey, repito, el menor de los tres objetivos (para el que siga metiendo el título de Liga, son cuatro…yo todavía prefiero esperar unas jornadas) que, a estas alturas, sigue persiguiendo mi Sevilla del alma.
Y el representante de Sevilla en esas semifinales será el equipo que más de cien años lleva abanderando el nombre de nuestra ciudad, como dice el Himno de nuestro Centenario.
Y esto se ha conseguido en el Alfonso Pérez Muñoz.
Llevo, llevamos, aguantando mucha traca desde hace demasiado tiempo. Y no me quiero cebar en este post, un post que si es algo, es el post de la inmensa alegría que siento porque, por una vez, haya triunfado la Justicia y porque, en estos tiempos en que es tan habitual que las grandes películas tengan un mal final (¿por qué hacen eso los guionistas, con el coraje que me da un mal final para una película?) en esta ocasión el bueno ha ganado y el malo…yo que sé lo que estará haciendo el malo.
Pero, lo siento, es tanto lo que llevo aguantado, tanto y tan ruin, que no puedo evitar, en estas horas siguientes al triunfo definitivo del más grande equipo del Sur de España en la eliminatoria de cuartos de final coperos que nos enfrentó al otro equipo de la ciudad, acordarme de cosas.
Este triunfo (repito, tras el gol de Kanouté , en el césped del campo de La Palmera hubiera sido de paliza gorda) me hace acordarme de nuestro Centenario.
Lo siento (con “ese”, no con “ce”), pero este triunfo se lo dedico al que dijo aquella atrocidad de “la sábana pintarraqueá”, al que sacó aquellas camisetitas de “lo ciento”, al que profanó con dinero público ( y al que le mandó profanarla, si es que hubo quien lo mandara) la Portada de Feria dedicada a los cien años del fútbol sevillano, al que hinchaba las venas, ojos inyectados de odio, gritando de forma desaforada “aquí está la copa del centenario”…
¿La Copa de qué…?
Se la dedicó al perro de Lopera, que lleva tirado en el suelo yo que sé el tiempo (ni un sólo gol en tres partidos, cuatro derbis y ni una sola victoria).
Se la dedico a gente como Espina, o como Delmás, que deben estar un poco mal, los pobres.
¡Ay, Alejandrito Delmás!
Últimamente la presión te puede ¿eh?
No sé si es que se te olvida la medicación, o es que el asunto este de si salir o no de la taquilla te reconcome por dentro, o es que ,sencillamente, en tu huida hacia delante, simplemente te veías venir que tu equipo (dilo ya, hombre, si es muy fácil salir del agujero…) iba a ser apeado por el mejor equipo del mundo de la Copa del Rey en el año en el que andáis celebrando vuestro centenario.
Yo te dedico la victoria de mi equipo, ese que tú tanto odias.
Te la dedico por la retahíla de articulitos que llevas publicados en “El Correo de Andalucía”, ejemplo claro de imparcialidad ¿no?
Va por ti y por muchos otros de tu misma cuerda, que siguen tapaditos ahí los pobres.
Se la dedico, claro que sí, a Luis Fernández, del que antes tenía un buen concepto y del que ahora tengo una penosa impresión, por bocazas y por sobreactuar a la hora de querer vender un sentimiento que es más falso que un billete de ciento cinco euros.
Vaya repaso que te ha pegado, otra vez, Don Juan de la Cruz Ramos Cano.
Sobre la hierba y en la sala de prensa, machote.
Se la dedico al calvito del pellizco en la cara de Cristóbal Soria, se la dedico a los incitadores a la violencia, al busto del palco, al del amoníaco en el vestuario, a los que han vetado a los medios del Sevilla FC (el 28 F no sólo fue la radio; fue la radio, la web, la televisión y el periódico del Sevilla Fútbol Club…), a los cobardes anónimos que se han dedicado estos días a amenazarme e insultarme parapetados en un anonimato que ellos creen que es tal, pero que no lo es tanto.
El Sevilla Fútbol Club está en Semifinales de Copa.
Y lo está a costa del otro equipo de la ciudad. Y lo está a costa del otro equipo de la ciudad y lo está en el año en el que el otro equipo de la ciudad anda celebrando su Centenario.
Y lo está a costa del otro equipo de la ciudad en el año en el que el otro equipo de la ciudad anda celebrando su Centenario y lo está después de jugar cuatro derbis, de ganar dos y de empatar otros dos y de ganar el último después de que el partido decisivo fuese suspendido por las mil y una atrocidades perpretadas desde el otro equipo de la ciudad.
Esto ya es Historia.
Historia grande, grandísima, un episodio más, para nosotros los sevillistas.
Para los otros…
Más Historia del fútbol sevillano y la Historia, esa no, no se puede alterar ni cambiar.
Finalmente, claro que sí, debo pedir disculpas.
Y las pido.
Pido disculpas si en estos días negros (para mí lo han sido, que nadie lo dude) pude, desde mi trinchera y con mis mandobles verbales (siempre y sólo verbales…y no me callarán) siempre en defensa propia de mis sentimientos he podido molestar, incuso herir a muchos béticos de buena voluntad.
A todos ellos, les pido perdón.
A mis amigos béticos, a los que no lo son pero que sí que son béticos de los buenos, a los béticos que los son como pueda ser yo sevillista, con el mismo amor, con la misma intensidad, con el mismo orgullo.
A todos ellos, perdón una vez más si en algo pude haberles molestado.
Mi guerra ha sido no contra ellos, sino contra los ruines, los zafios, los impresentables, los mequetrefes, los arrastrados, los sibwanistas, que tienen como único objetivo en sus tristes vidas pisotear el sentimiento sevillista de tantos miles y miles de seguidores del más grande equipo del Sur de España, del Bicampeón europeo.
Del semifinalista de Copa.
Finalmente, gracias a todos los que, de una forma u otra me han apoyado a través de este blog, a través de sus correos electrónicos, a través del teléfono.
Gracias.
Ahora, gracias a Dios, cada uno por su camino. Ahora , gracias a Dios, nosotros a lo nuestro y los demás a lo suyo.
Nosotros, ahora, a nuestra Copa de la UEFA, con el sueño de revalidar el título en Glasgow y, en todo caso, con la maravillosa realidad de pelear hasta donde más no se pueda por defender el título de Campeones que ostentamos.
Nosotros, ahora, a intentar meternos en la Final de la Copa del Rey.
¿Eso te vale, o quieres que te diga, otra vez, que por algo somos el mejor equipo del mundo, que ese título inalcanzable para muchos, para casi todos, no te toca en una tómbola?

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