La Real Fábrica de Tabacos de Sevilla, es un magnífico edificio procedente de la arquitectura industrial del siglo XVIII, hoy día la sede del Rectorado de la Universidad de Sevilla y de algunas de sus Facultades.

Es el edificio industrial del siglo XVIII de mayores dimensiones y mejor arquitectura de su género en España, a la vez que uno de los más antiguos de esa tipología que se conservan en Europa de la época del Antiguo Régimen. Se ubicó extramuros, junto a la Puerta de Jerez, en los terrenos conocidos como de las calaveras por haber sido un antiguo enterramiento romana. Se inició su construcción el año 1728, y aunque ya entró en uso el año 1757 su remate no se produjo hasta 1763. Se extiende sobre un rectángulo de 185 x 147 metros, en España sólo menor que El Escorial, que ocupa 207 x 162 m. En el edificio destaca su esquema general de referencias renacentistas, con aires herrerianos en su planta, patios y detalles de remate de las fachadas, sin olvidar las semejanzas con motivos de Serlio y de Palladio. En su fachada principal se aprecia ya la influencia del estilo barroco. El edificio está rodeado por un foso en la mayor parte de su perímetro debido a su construcción extramuros adosado a parte de las murallas de la ciudad por esa zona. Estas características le hacen merecedor de ser mencionado por el viajero inglés Richard Ford como El Escorial tabaquero y más modernamente como: Palacio de la Industria.

Su diseño y construcción fue debida a ingenieros militares procedentes de España y de los Países Bajos, concretamente: Ignacio Sala, Diego Bordick Deverez y Van der Borcht quien tras 16 años de obras, junto a arquitectos y aparejadores locales, consiguió concluir el edificio.
En la construcción de muros, pilastras, arcos y otros elementos se usó la piedra de Morón en sustitución de la piedra martelilla que estaba prevista por resultar ésta muy frágil y defectuosa.
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