lunes, 18 de junio de 2007
Beas de Segura
Bajamos un poco, para visitar Hornos de Segura, pueblito con púlpito sobre el embalse del Tranco de Beas, y luego, de salvar la presa, remontamos hasta Beas de Segura. El apellido Segura que llevan tantos topónimos lo deben, es claro, a la omnipresente Sierra del Segura, con lo cual entran en el lote algunos lugares instalados en el extremo noreste de la Loma de Úbeda, como par Puerta de Segura y el mismo Beas. Lo digo porque el río Segura, que nace en la Fuente del Segura, cerca de Pontones (antes eran dos localidades, pero sólo queda el plural de una), dista muchos kilómetros de nuestro Beas de Segura. La perplejidad se debe a que uno ignora quién fue bautizado primero, si el río o la sierra. A lo que vamos, Beas de Segura es taumatúrgica invención de la mano de obra humana aliada al portento de la naturaleza. Una cosa. Otra, sin embargo, es la procedencia del nombre, Beas, dicen que equivale a valle, cuando corresponde al término latino Vía, calzada romana, alterado por la prosodia árabe. Beas, como todos los beas de la geografía hispana, son hitos del mapa de carreteras del Imperio Romano. La Casa del Valle del Paraíso, como le dijeron los musulmanes, mantiene parte del tesoro secular que le donaron antiguos pobladores y ostenta la marca (el récord para los anglicistas) del mayor número de olivos en un término municipal, 18.000 ha. plantados sobre 21.000 ha. totales.
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Ruta de los Nazaríes
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