A las nueve menos cinco de la tarde, las 20:54 exactamente, la Virgen de la O era coronada canónicamente por el cardenal arzobispo de Sevilla Carlos Amigo Vallejo con la presea de oro confeccionada por el taller de orfebrería Triana.
Para empezar los hechos cronológicamente, a las 18 horas el palio con la Virgen de la O salía de su parroquia de la calle Castilla para llegar tres cuartos de hora más tarde a la trianera plaza del Altozano donde quedó instalado en un altar preparado para la ocasión. Para la subida del palio hasta la ubicación prevista, toda la cuadrilla de costaleros tuvo que esforzarse bastante para sortear la gran rampa, dirigidos por la saga de capataces de los Ariza. Costaleros abajo de las trabajaderas y por fuera hicieron posible que el palio quedara situado tal y como estaba previsto. La Virgen mirando a Triana.
A las 20 horas comenzaba el pontifical donde se le impondría la corona a la Virgen. Innumerables personalidades relacionadas no sólo con las cofradías, también con la política y otros sectores de la ciudad.
Podemos destacar al alcalde en funciones, Alfredo Sánchez Monteseirín, el delegado de Fiestas Mayores en funciones, Gonzalo Crespo, el presidente del consejo de cofradías, Manuel Román, con la práctica totalidad de miembros de la institución de la calle San Gregorio, el teniente de hermano mayor de la Real Maestranza de Caballería, Alfonso Guajardo-Fajardo, hermanos mayores de las hermandades de la Carretería, José María Sainz; la Paz, José Viota; los Gitanos; Juan Miguel Ortega Ezpeleta, San Isidoro, Guillermo Mira; el Cerro del Águila, Adolfo López; Dolores de Torreblanca, Manuel Rocha; el Sol, Francisco Javier Parrado; la Candelaria, José María Cuadro Esperanza de Triana, Adolfo Vela y de la Macarena, Juan Ruiz; Gabriel Arias de los Desamparados del Parque Alcosa, la Pura y Limpia, Pedro Ordóñez; Divina Pastora y Santa Marina, Gabriel Solís con el mayordomo, Andrés Martín, representantes de la saga Silva, como Antonio Silva padre y su hijo, Antonio Silva, actual director de comunicación de ExpoZaragoza 2008, que cambió por unas horas el Ebro por el Guadalquivir, la familia Cartaya, como Carmelo y Jesús, Manuel Marvizón, autor de la marcha de la coronación e imnumerables compañeros de la prensa que fueron testigos de una ceremonia muy lucida y en donde afortunadamente acompañó el buen tiempo.
Hubo hasta una representación del Ayuntamiento de Granada donde recientemente la hermandad de los Favores ha coronado a su titular, la Virgen de la Misericordia. También se encontraba presente representantes de la Hermandad del Divino Redentor de Badalona (Barcelona).
Numerosa también la cohorte de sacerdotes concelebrantes entre los que podemos citar al Vicario General, Francisco Ortiz, el delegado de hermandades, Manuel Soria, el director espiritual de la hermandad trianera, José Capitas, el párroco de Santa Ana, Manuel Azcarate y Fray Juan Dobado, prior del Santo Ángel y predicador de uno de los días del triduo preparatorio de la coronación.
Como maestro de ceremonias Jesús Pérez Saturnino y José Márquez se encargaba de los cantos.
La Asociación Lírico-Coral de Sevilla fue el coro que actuó durante la eucaristía, interpretando varios cantos en latín. El primer aplauso del público asistente llegó cuando el vicario general, Francisco Ortiz, dio lectura del decreto por el cual el cardenal Amigo daba su aprobación para la coronación canónica.
Muy apropiadas la lectura y el salmo escogido para la parte de la liturgia de la palabra. Igualmente el evangelio que se leyó, que fue el de la Anunciación según San Lucas.
En su homilía, al principio, el cardenal –que hizo referencia a "Mantillas por Castilla. Mantones en los balcones–, hizo referencia a Triana comentando la buena familia que tiene este barrio: “Su madre Santa Ana, sus hermanas Justa y Rufina y las hijas Esperanza, Estrella, Salud, Patrocinio y O”, y tras dar un repaso por la vida de la hermandad de la O y por el momento actual de la sociedad que calificó como oscuro, pronunció una frase a tener en cuenta “la iglesia es valiente porque tiene Esperanza”.
Después llegó el momento esperado por todos y con los padrinos de la coronación como testigos, las hijas de la Caridad de San Paúl y los Costaleros para un Cristo Vivo, Fray Carlos le impuso la corona en las sienes de la Virgen a las 20:54 horas. El Altozano vibró de emoción y rompió en un fuerte aplauso.
El hermano mayor de la corporación del Viernes Santo, Luis Manuel Ruiz Macareno no cabía en sí de gozo, como toda su junta de gobierno y, en definitiva, todos los hermanos y hermanas de la hermandad. Sin embargo esta coronación ha sido muy especial para dos familias con arraigo en la hermandad. Me refiero a las familias Cartaya y Silva. El propio Antonio Silva ha venido desde Zaragoza, donde se encuentra trabajando como comisario de la Expo'08, para asistir a la ceremonia y salir en la procesión como diputado de Cruz de Guía.
Antes de terminar la celebración se dio lectura a una bendición del Santo Padre, Benedicto XVI, que se quiso sumar de esta manera al acto.
A las 22:45 horas comenzó la procesión de regreso al templo con la Virgen ya coronada, a la que se sumaron prácticamente todas las hermandades con sus estandartes que estuvieron representadas en el pontifical.
A las cuatro y cincuenta y cuatro de la madrugada, concluía la procesión con la entrada de la Virgen de la O coronada en su templo de la calle Castilla.
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