sábado, 4 de agosto de 2007

Brenes


Brenes es una localidad de la provincia de Sevilla. En el año 2005 contaba con 11.412 habitantes. Su extensión superficial es de 22 km² y tiene una densidad de 518,7 hab/km². Sus coordenadas geográficas son 37º 33' N, 5º 52' O. Se encuentra situada a una altitud de 18 metros y a 22 kilómetros de la capital de provincia, Sevilla.

Por ella pasa la A-462 que une esta localidad con Carmona.

Los orígenes de este pueblo se remontan a la época visigoda, en la que la historia cuenta que había un monasterio benedictino llamado "Aguas Duras", donde habitaba una monja que fue elevada a los altares con el nombre de Santa Verenne, o Berenia,. Su sepultura se hizo centro de peregrinación popular, incluso durante los tiempos árabes.

Los romanos denominaron a este municipio con el nombre de Qulumbira, que alude a la presencia masiva de palomas en este lugar. Después los árabes le pusieron el nombre de Billa Nuva, Al-Bahroyyin o alquería de los Bahries.

El nombre actual de esta localidad aparece por primera vez con la Reconquista, los mozárabes llamaron al pueblo Berené. Posiblemente el nombre proviene de Verene: una religiosa que habitaba en un monasterio y que era tenida en opinión de santidad. Tras su muerte el lugar de su sepulcro se convirtió en centro de peregrinación de tal magnitud que, incluso bajo el dominio árabe, los cristianos de la península continuaron acudiendo a visitarla. De este fenómeno religioso derivó el nombre del pueblo. Brenes aparece en el Repartimiento del siglo XVIII, perteneciendo tanto al Infante don Fabrique como al Cabildo de la Catedral, hasta la fecha en que los "señoríos" se suprimieron.

Se calcula que la conquista por los ejércitos de Fernando II tendría lugar hacia 1246 ó 1247. Brenes se entregó al Rey de Castilla por un pacto de vasallaje. Posteriormente, Brenes fue entregado por Alfonso X a D. Fadrique, y más tarde, pasaría a ser propiedad de la catedral de Sevilla.

Existen vestigios que relacionan esta localidad con un denso asentamiento del paleolítico inferior, convirtiéndose posteriormente en territorio celtíbero y, después, romano. En algunos de estos casos se trataba de factorías fluviales para el envasado de ánforas de vino y aceite, quedando otros como villas de descanso y recreo.

Hacia el siglo VI se hace visigoda, naciendo como entidad histórica. La Reconquista de Brenes se produjo en 1247 por el monarca Fernando III en su triunfal itinerario sobre tierras hispalenses. El lugar se entregó al Infante Don Fadrique, hijo del conquistador, tras cuya muerte el Cabildo de la Catedral de Sevilla, se hizo con Brenes. Llegado el siglo XIX, y tras atravesar diversas vicisitudes, se constituye en Ayuntamiento independiente de toda jurisdicción, integrándose por tanto bajo la del Estado.

El núcleo urbano, evoluciona a partir de un casco histórico perfectamente delimitado en cuyo centro se sitúa la plaza en la que se ubica el Ayuntamiento de la villa. Una primera expansión se realiza superándose la ronda histórica en todas direcciones, pero especialmente, en la zona sureste, en dirección a la vía férrea. Las expansiones mas recientes se han realizado en el noreste, en el oeste y en el suroeste en donde se han ido ubicando los barrios mas recientes.

La estructura urbana presenta diferentes características en función de la zona del núcleo en que nos encontremos. Así, el casco histórico presenta una trama urbana que se caracteriza por largas calles paralelas con dirección noreste - suroeste, configurando amplias manzanas alargadas. Por su parte, la expansión situada entre el casco histórico y la vía férrea presenta una trama muy ortogonal con manzanas cuadrangulares de menor tamaño que en el casco histórico y que se apoya en la salida hacia la carretera local SE - 110. Por último, algunas de las expansiones más recientes presentan una estructura caracterizada por bloques aislados o adosados con amplias calles peatonales entre éstos.

La faceta monumental de Brenes se manifiesta principalmente en sus construcciones religiosas, como la Iglesia de San Sebastián y, sobre todo, la de la Inmaculada Concepción. Esta última exhibe estilo mudéjar del siglo XV, y está conformada por tres naves con cinco tramos y testero plano, aunque las obras no finalizaron hasta 1758. La torre, sin embargo, es de la etapa original aunque remodelada en el XVIII.

Fuente: http://www.sevillaweb.info

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