Sobre la reja de la capilla figura una vidriera realiza por Enrique Alemán en 1479, en la que aparecen cuatro santos obispos. La vidriera que ilumina su interior esta fechada en 1819 y presenta los atributos de San Hermenegildo. Esta capilla fue fundada por el Cardenal Juan de Cervantes, quien dispuso ser enterrado en ella. Poco después de su muerte, en 1453, el escultor Lorenzo Mercadante de Bretaña realizo su sepulcro labrado en alabastro. En los frentes del sarcófago figuran ángeles que sostienen el escudo de armas del Cardenal, mientras que en la parte superior aparece su figura yacente realizada con un realismo muy acentuado tanto a la hora de describir su vestuario como en la captación de sus rasgos faciales.
La capilla esta presidida por un retablo de mediados del siglo XVIII, realizado por el ensamblador Manuel García de Santiago, figurando en su hornacina principal una escultura de San Hermenegildo, obra de Bartolomé García de Santiago, padre del anterior.
En los laterales de la mesa del altar se encuentran dos esculturas de Santiago el Mayor y Santiago el Menor, ajenas ambas al retablo, puesto que la primera es obra de mediados del siglo XVI y la segunda se atribuye a Pedro Milán, fechándose en torno a 1500 y siendo probable que proceda del cimborrio de la Catedral derrumbado en 1511.
La mayor parte de las pinturas de esta capilla presenta escaso interés. Son una Inmaculada anónima del primer tercio del siglo XVII, Santa Engracia y Santa Rufina, obras de un anónimo seguidor de Zurbarán, Santa Librada del siglo XVII, y una copia de este mismo siglo de La Virgen de la Antigua. Mas notables son los dos lienzos que pertenecen al pintor flamenco del siglo XVII Frans Franken II, que representan Las Bodas de Cana y Salomé con la cabeza del Bautista.
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