jueves, 21 de febrero de 2008

María Zambrano


María Zambrano Alarcón (Vélez-Málaga, España, 22 de abril de 1904 - Madrid, 6 de febrero de 1991), fue una filósofa y ensayista española.

María nace en Vélez Málaga el 22 de abril de 1904, donde permanece hasta los cuatro años, pues en 1909 tras una breve estancia en Madrid, la familia se traslada a Segovia donde transcurre su adolescencia. Estos años que coinciden con la gran amistad de su padre, Blas Zambrano, con Antonio Machado, van a ser fundamentales en su vida. En 1927 asiste a las clases de J. Ortega y Gasset y de Xavier Zubiri en la Universidad Central de Madrid, completando así la carrera de Filosofía y asumiendo un papel de mediadora entre Ortega y algunos escritores jóvenes, como Sánchez Barbudo o José Antonio Maravall. En 1931 fue profesora auxiliar de la Cátedra de Metafísica en la Universidad Central, hasta el año 1936, aunque ya por esta época trabaja en la que va a ser su tesis doctoral “La salvación del individuo en Spinoza”.

Durante los años de la II República conoce y estrecha su amistad con Luis Cernuda, Rafael Dieste, Ramón Gaya, Miguel Hernández, Camilo José Cela o Arturo Serrano Plaja a través de las Misiones Pedagógicas y de otras iniciativas culturales. El 14 de septiembre de 1936 María contrae matrimonio con el historiador Alfonso Rodríguez Aldave, marchándose poco tiempo después a Chile, donde éste había sido nombrado secretario de la Embajada de la República. Haciendo escala en La Habana, conoce allí a José Lezama Lima y pronuncia una conferencia sobre Ortega y Gasset. Fue en 1937, el mismo día en que cae la ciudad de Bilbao, cuando María Zambrano y su marido regresan a España; a la pregunta de por qué vuelven si la guerra está perdida, responderán “por eso”.

Hasta el día de su salida camino del exilio, María Zambrano reside sucesivamente en Valencia y Barcelona. Su marido se incorpora al ejército, y colaborará en defensa de la República como Consejero de Propaganda y Consejero Nacional de la Infancia Evacuada. El 28 de enero de 1939 María cruza la frontera francesa, camino del exilio y en compañía de su madre, Araceli Alarcón, su hermana Araceli y el marido de ésta. Tras unas breves estancias en París y Nueva York se dirige a La Habana, donde reencuentra a Lezama Lima y es invitada como profesora de la Universidad y del Instituto de Altos Estudios e Investigaciones Científicas. De La Habana se dirige a México, donde es nombrada también profesora en la Univ. San Nicolás de Hidalgo de Morelia, (Michoacán). En 1943 y 1944 dicta cursos en el Dto. de Estudios Hispánicos de la Univ. de San Juan de Puerto Rico, así como en la Asociación de Mujeres Graduadas. Igualmente conferencia en la Asamblea de Profesores de Univ. en el exilio (La Habana).

En septiembre de 1946 viaja desde La Habana a París con motivo del fallecimiento de su madre, permaneciendo en esta ciudad y en esos duros años de postguerra hasta el 1 de enero de 1949. Desde esta fecha se traslada a La Habana, donde vivirá hasta 1953, impartiendo conferencias, cursos y clases particulares. Vuelve a Europa y se instala en Roma hasta 1964, relacionándose con intelectuales italianos como Elena Croce, Elemire Zolla y Victoria Guerrini, y españoles como Ramón Gaya, Diego de Mesa, Enrique de Rivas, Rafael Alberti y Jorge Guillén. Este mismo año se sitúa en la vieja casa de La Piéce, junto al bosque del Jura francés, lugar que entronca con su libro “Claros del bosque”.

Con el artículo de J.L. Aranguren “Los sueños de María Zambrano” (Revista de Occidente, feb. 1966) se inicia un lento reconocimiento en España de su obra. Todo el año 1973 lo pasa en Roma y de 1974 a 1978 vuelve a residir en La Piéce escribiendo “Claros del bosque” y manteniendo una intensa correspondencia con Agustín Andreu. El deterioro de su salud física es constante cuando en 1978 se traslada a Ferney-Voltaire, donde permanece dos años, hasta que en 1980 se traslada a Ginebra. En ese año, a propuesta de la colonia asturiana en Ginebra, es nombrada Hija Adoptiva del Principado de Asturias, lo que constituyó su primer reconocimiento oficial.

En 1981 es recompensada con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, a su vez el Ayuntamiento de su pueblo la nombra Hija Predilecta. Al año siguiente, el 19 de diciembre, la Junta de Gobierno de la Universidad de Málaga acuerda su nombramiento como Doctor honoris causa. El 20 de noviembre de 1984 María Zambrano pisa de nuevo suelo español y se instala en Madrid, desde donde salió en pocas ocasiones. En esta última etapa la actividad intelectual será incansable, siendo nombrada Hija Predilecta de Andalucía el 28 de febrero de 1985. Después, en 1987, se constituye en Vélez la Fundación que lleva su nombre, y en 1988 se le concede el Premio Cervantes. Finalmente el 6 de febrero de 1991 María fallece en Madrid, siendo enterrada en su pueblo natal. No obstante seguirá recibiendo reconocimientos sociales, como el de “Hija Predilecta de la Provincia de Málaga” el 25 de abril de 2002. El 27 de noviembre de 2006 el Ministerio de Fomento bautizó con su nombre la estación central de ferrocarril de Málaga.

Obra:

* Horizontes del liberalismo (1930)
* Hacia un saber del alma (1934)
* Filosofía y poesía (1939)(FCE México)
* Hacia un saber sobre el alma (1950)
* El hombre y lo divino (1953)
* Delirio y destino (escrito en 1953 y publicado en 1989)
* Persona y Democracia (1958, reeditado en 1988)
* España, sueño y verdad
* Los sueños y el tiempo (reeditada en 1998)
* El sueño creador
* Claros del bosque (1977).
* La tumba de Antígona, (1983) (Mondadori España S.A., 1989)
* De la aurora (1986)
* El reposo de la luz (1986)
* Los bienaventurados (1979)
* Para una historia de la piedad (1989)
* Unamuno (escrito en 1940 y publicado en el 2003)
* Cartas de la Pièce. Conrrespondencia con Agustín Andreu (escrito en los 70 y publicado en el 2002)
* La confesión, género literario y método (Luminar: México, 1943; Mondadori: Madrid 1988 y Siruela: Madrid, 1995)

Algunos dictados y sentencias:

* La actitud de preguntar supone la aparición de la conciencia.
* La pregunta, que es el despertar del hombre.
* La palabra de la poesía temblará siempre sobre el silencio y sólo la órbita de un ritmo podrá sostenerla.
* Filosófico es el preguntar y poético el hallazgo.
* La filosofía es una preparación para la muerte y el filósofo el hombre que está maduro para ella.
* La Tierra lo arregla todo, lo distribuye todo. Bueno, quiero decir estas cosas, si la dejan. Pero no la dejan, no. No la dejan nunca ellos, los que mandan. ¿La dejarán alguna vez que haga su trabajo en paz?
* Quien tiene la unidad, lo tiene todo. (Filosofía y poesía, FCE, México).

Fuente: Wikipedia.

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