martes, 25 de marzo de 2008

Ntra. Sra. Reina de Todos los Santos


REAL, ANTIGUA, ILUSTRE Y FERVOROSA HERMANDAD SACRAMENTAL DE NTRA. SRA. REINA DE TODOS LOS SANTOS, MADRE DEL AMOR HERMOSO Y MEDIANERA UNIVERSAL DE TODAS LAS GRACIAS, Y ANIMAS BENDITAS DEL PURGATORIO

Parroquia de Omnium Sanctorum.

Procesiona en Noviembre.


Referencia histórica.-
Sin duda estamos ante una de las esclarecidas e importantes Hermandades sevillanas, hasta el punto de que, siendo bellas todas nuestras procesiones, ésta resulta sencillamente "imprescindible de ver". Ya en 1742 el incremento que iba tomando su culto movió a los Marqueses de la Algaba, patronos de la capilla mayor de Omnium Sanctorum, a instalar la imagen en ella (antes estaba en un altar lateral), celebrándose el traslado con fuegos, procesión y novena. La Hermandad de Nuestra Señora se fundó a mediados del siglo XVII, y paralelamente venía desarrollando su existencia la Sacramental y de Animas, de gran antigüedad (erigida hacia 1500) con la cual se unió definitivamente en 1920. En 1929 Ia Virgen de Todos los Santos participó en las fiestas de la coronación de Nuestra Señora de la Antigua y en 1936 fue salvada providencialmente del incendio de su parroquia. El extraordinario esfuerzo invertido en la reconstrucción del templo es otro mérito para añadir a la lista, dentro de una enorme suma de valores, tanto espirituales como estéticos, dignos todos ellos de admiración.

Referencia artística.- La imponderable efigie de talla completa fue concertada en 1554 por el imaginero flamenco Roque de Balduque y mantiene su esencia fundamental a pesar de las restauraciones. Su rostro (nimbado por tierna melancolía) se vuelve para mirar a su Hijo, en un coloquio intimista cargado de anhelos, interrogaciones y presagios. Luce soberbios atributos de orfebrería e iconográficamente se completa con dos grupos barrocos de Santos, preciosas figuras enlienzadas a tamaño académico, cuyas advocaciones simbolizan las Reginas de la Letanía: San José (por los Patriarcas), Lorenzo (por los Mártires) Basilio (Confesores), Pedro (Apóstoles), Domingo de Guzmán (Stmo. Rosario) y Catalina de Alejandría (Vírgenes). En el culto diario se ostenta sobre regio altar baldaquino de tipo basilical.


El trono procesional supera cualquier descripción, bastando decir que es el mejor paso no pasionista de la ciudad. Todo un retablo ambulante, un auto sacramental esculpido, con maravillosa peana dieciochesca, de enorme virtuosismo, efecto y atrevimiento. En la parte delantera los Santos parecen flotar en el espacio, arrodillados sobre nubes ante la Madre de Dios; en la trasera, un arcángel recoge su manto. Altos candelabros vibrátiles. Delicadísima figura setecentista de San Miguel junto al llamador. Ondulante y etérea crestería, sobremontada por querubines. Entonados respiraderos modernos (de 1929), guardando la debida armonía con el resto. En el patrimonio se cuentan buenas insignias, excelentes alhajas, más otras piezas que provienen de la Hermandad Sacramental.

Datos curiosos.- De las pocas efigies de Gloria que cambian el color de su manto: rojo, verde, celeste y salmón. La única quizá que recibe dos solemnes funciones: por su parroquia y por la Hermandad. La única también entronizada en baldaquino basilical. Su salvamento en 1936 supera cualquier lance novelesco, por la circunstancia de que colaboró decisivamente la dueña de una casa de la Alameda, quien facilitó el taxista que junto a otros hermanos puso a salvo tan inestimable tesoro iconográfico, tras rehuir con ingeniosa estratagema una inspección o control de la Guardia de Asalto. Otro hermano, con la manguera que servía para regar el mercado de Abastos, estableció una cortina de agua para que el fuego no se propagara a una sala sita sobre dicho mercado, donde la Hermandad guardaba importantes efectos.

Momentos destacados.- La salida debe ser vista sin remisión posible tanto por naturales como por foráneos, si de verdad queremos calibrar en toda su hondura la maravilla del estilo procesional hispalense. E igual puede decirse del resto: Nuestra Señora de Todos los Santos es la Patrona indiscutible del barrio de la Feria y su procesión equivale a fulgurante apoteosis, mientras vibran las fibras más sensibles del corazón de la Sevilla Eterna.

La información contenida en esta entrada ha sido tomada de la página web de Hermandades y Cofradías de Sevilla.

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