martes, 1 de abril de 2008

El Cardenal Ilundáin


Eustaquio Ilundaín y Esteban, nació en Pamplona en 1862, dedicándose a la carrera eclesiástica apenas concluida la instrucción primaria, ingresando en el seminario de su ciudad natal y graduándose como Doctor en Teología en el seminario central de Toledo. Fue ordenado sacerdote en Pamplona en 1886, ejerciendo en su seminario como profesor hasta que en 1890 obtuvo por oposición la Canonjia Magistral de Ciudad Real.

Posteriormente, reclamado por el Obispo de Segovia, fue nombrado Arcipreste de aquella Catedral y Rector del Seminario. La otra tarea que desempeñó en Segovia fue el Gobierno de la Diócesis durante la ausencia del prelado. Por ello y a requerimiento del Nuncio en España del Papa, Monseñor Rinaldi, fue presentado para ocupar la sede vacante del obispado de Orense, siendo consagrado como tal el 13 de marzo de 1905.

En tierras gallegas permaneció por espacio de 15 años, desarrollando una intensa labor pastoral. Hombre de estudios serio y ceremonioso, aunque también con fama de rígido y tozudo, Ilundáin rigió la extensa Diócesis Hispalense desde 1921 hasta 1937, recibiendo el capelo cardenalicio en 1925.

Durante su mandato le tocó vivir el período más conflictivo de la historia de la Iglesia de Sevilla en el siglo XX, los años tranquilos y apacibles de la dictadura de Primo de Rivera, en los que se celebró el Magno Congreso Mariano Hispanoamericano, los duros y difíciles de la Segunda República y los trágicos del inicio de la Guerra Civil. Falleció el 10 de agosto de 1937, sucediéndole al frente de la Diócesis el Cardenal Segura.

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