lunes, 19 de enero de 2009

El Convento de Santa Isabel

Fuente: Sevillapedia


El Convento de Santa Isabel lo funda la viuda de don Gonzalo Farfán de los Godos, doña Isabel de León, en el año 1490, dedicándolo a la Visitación de Santa Isabel y a San Juan Bautista, como sede para alojar a las religiosas de la Orden de San Juan. Se encuentra en el número 2 de la calle Hiniesta, dando su fachada sur a la Plaza Santa Isabel.

Del primer edificio de este convento sólo se conservan un patio con pilares ochavados de factura mudéjar y una fuente renacentista realizada en mármol.

La iglesia la proyecta el reconocido arquitecto Alonso de Vandelvira, quien además se hace cargo de la dirección de las obras en el año 1602.

De Vandelvira es también la portada de piedra que se levanta al pie de la plaza, organizada según un hueco de medio punto centrado entre parejas de columnas corintias de fuste estriado con hornacinas en sus intercolumnios. Por encima de este primer cuerpo se crea un ático cuyo motivo central es un magnífico altorrelieve enmarcado en un orden de columnas corintias, con la escena de La Visitación de Santa Isabel, tallado por Andrés de Ocampo. La serena belleza de esta portada queda rubricada por el carácter manierista que le otorgan las altas pirámides con esferas que la rematan lateralmente y su frontón triangular superior.

En su interior cuenta con un notable grupo de valiosos retablos, muy de acorde con la arquitectura del edificio, con obras manieristas y protobarrocas de Juan Martínez Montañés, el gran Retablo Mayor, obra de Juan de Mesa -a quien se debe también la imagen del Cristo de la Misericordia, realizado en 1622-, o las pinturas de Juan del Castillo, realizadas hacia el año 1625.

Una gran parte de este conjunto conventual fue transformado y reutilizado después de la Desamortización, siendo usado como cárcel de mujeres, después como Casa de Arrepentidas, y más adelante como centro docente.

Desde mitad del siglo XIX el convento queda regentado por las religiosas filipenses Hijas de María Dolorosa, la orden que fundara la Madre María de los Dolores Márquez y Oñoro, cuyo cuerpo se encuentra enterrado en el coro bajo junto con el del otro promotor de la orden, Francisco García Tejero.

Fuente:
Sevillapedia.

7 comentarios:

Juan Duque Oliva dijo...

Si no me equivoco es la que está junto a San Marcos, esta plaza si que la he barruntado un montón de veces.

Me encanta.

Juanma dijo...

Interesante entrada para otra de las joyitas de la ciudad.

Un abrazo.

María_azahar dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Edward dijo...

Y sin duda se sitúa en uno de los rincones mas bellos de Sevilla.

Una de tantas joyas ocultas de esta ciudad.

Un saludo

Antonio dijo...

Efectivamente es una joya y vale mucho la pena entrar dentro.

Parece uno que no está en medio del mundo...

Antonio

el aguaó dijo...

La verdad es que uno de los edficios menos conocidos de Sevilla, pero no por ello debe pasar desapercibido.

El Cristo de las Misericordias de Juan de Mesa o el detalle de perderse entre los secretos de su Patrimonio mientras se presiente la clausura de las monjas, es realmente apasionante.

Buena entrada amigo Javi.

Un abrazo.

Duende del Sur dijo...

Exacto Luz de Gas. Este convento está situado junto a la plaza de San Marcos, en la calle Hiniesta.

Muchas gracias Juanma. La verdad es que se trata de una auténtica joya arquitectónica de nuestra ciudad, a la par que desconocida para muchos.

Gracias por tus palabras de elogio María_azahar. Esa es la otra cara de la moneda, por desgracia. Un monumento más que engrosar a la lista del olvido... TQ!

El barrio de San Julián es un barrio mítico Edward. Y en él podemos encontrarnos tesoros como éste, tanto por dentro como por fuera.

Yo también recomiendo la visita al interior del convento Callejón de los negros. Como bien dices, es como si te transportases a otro lugar.

Magnífica descripción aguaó. Es mucho la riqueza que, al igual que un cofre, aguarda en este desconocido convento. Gracias por tu visita amigo.

Invito, para quien no lo conozca aún, a visitar pronto este convento. Merece la pena perderse en su interior...

Gracias a todos y a todas por vuestros comentarios.

Un saludo cordial.