lunes, 15 de febrero de 2010

Juan Díaz de Solís

Juan Díaz de Solís (Lebrija, 1470 - Punta Gorda, Uruguay, 20 de enero de 1516) fue un navegante español, descubridor del Río de la Plata.

Las fuentes salen acerca del lugar de fallecimiento de Juan Díaz de Solís, a tal punto que no se ponen de acuerdo ni siquiera en su país de origen. Puede haber sido portugués o sevillano de Lebrija, y haber nacido en, o alrededor de, 1470. Si en verdad había nacido en Portugal, no existe duda alguna de que provenía de una familia española.

Ingresa muy joven en la marina portuguesa como marino, Juan Díaz viajó muchas veces en su juventud hasta la India, donde Portugal poseía colonias y administraba una gran actividad comercial. Estuvo en expediciones a Yucatán entre 1506 y 1507.

Poco satisfecho por lo magro de su salario (muchas veces directamente impago), el joven navegante abandonó la flota lusitana y comenzó a trabajar al servicio de los corsarios franceses. En cierto momento, el buque pirata en el que navegaba capturó un navío portugués que regresaba de la Costa de Oro. Este era un crimen capital en Portugal, por lo que Díaz se vio obligado a pasar a España y nunca regresar so pena de muerte. Como los servicios de un piloto experimentado eran muy requeridos, no encontró dificultades para embarcarse en la flota española.

En 1508, Díaz tomó contacto con Vicente Yáñez Pinzón, compañero de Cristóbal Colón en sus anteriores viajes de descubrimiento. Yáñez convenció a Solís de embarcarse juntos, y ese mismo año partieron hacia el oeste, en 1508.

No se conoce con precisión la ruta de ese viaje, pero en apariencia intentaban buscar la ruta a las Islas de las Especias, el deseado pasaje a través del continente americano hacia el Pacífico y las Indias. No pudieron encontrar el pasaje, pero pasaron parte del tiempo explorando el Mar Caribe y relevando la costa nicaragüense en la zona de Veragua.

Yáñez y Díaz regresaron a España en 1509, pero una grave disputa entre ellos terminó con Solís en la prisión. Sin embargo, los magistrados estimaron que tenía la razón, y lo liberaron al poco tiempo.

El navegante consiguió hacerse amigo del rey Fernando “el Católico”, el cual, por su capacidad y pericia como marino, lo consideró como primer candidato al puesto de Piloto Mayor de Castilla, a la muerte del célebre Américo Vespucio (febrero de 1512). De este modo, Solís se convirtió en sucesor del florentino y en almirante de la flota del descubrimiento española.

En 1515, Juan Díaz emprendió su último viaje en la búsqueda del pasaje transoceánico. En caso de encontrarlo, planeaba atravesar el Pacífico hasta alcanzar el Extremo Oriente.

La expedición estaba equipada con tres pequeñas carabelas, y setenta marineros. El monopolio del comercio con Oriente estaba en manos de la corona portuguesa, que temía perderlo en favor de los españoles y por ese motivo desarrollaba una ingente tarea de espionaje en todos los puertos que su rival pudiera utilizar para enviar expediciones.

Descubierta la proximidad de la partida de Solís, los portugueses intentaron sabotear los tres barcos, lo que falló. No pudieron, por ende, impedir la partida del explorador desde el puerto de Sanlúcar de Barrameda el 8 de octubre de 1515.

Habiendo alcanzado la costa del Brasil, Díaz navegó lentamente hacia el sur a la vista de tierra descubriendo la bahía de Babitonga (noreste del actual estado de Santa Catarina), bahía en la cual encontró un puerto al cual llamó de San Francisco, pasó por la isla de Santa Catarina, prosiguió explorando la costa hoy riograndense y la uruguaya ingresando así en el río de la Plata, una enorme extensión de agua dulce que configura el estuario de los ríos Paraná y Uruguay.

Confundiéndolo con un brazo de mar de salinidad inexplicablemente baja, Díaz lo bautizó, precisamente, "Mar Dulce", y pudo penetrar en él gracias al escaso calado de sus tres carabelas.

Hizo escala en la isla Martín García, que bautizó así porque allí tuvo que sepultar a su segundo de ese nombre, fallecido a bordo, convirtiéndose Solís de ese modo en el primer europeo en poner pie en lo que hoy en día constituye la República Argentina.

Al desembarcar en la costa oriental con algunos de sus tripulantes (entre ellos Pedro de Alarcón y Francisco Marquina) en el paraje hoy conocido como Punta Gorda, Solís y los suyos fueron atacados por un grupo de originarios (posiblemente de etnia charrúa o guaraní), que los ejecutaron ante la mirada del resto de los marinos, que observaron impotentes sus muertes desde la borda de los buques, fondeados a tiro de piedra de la costa.

Los sobrevivientes, confundidos al haber perdido a su líder, y tomando el mando su cuñado Francisco de Torres, regresaron inmediatamente a España, adonde arribaron el 4 de septiembre de 1516.

Fuente: Wikipedia.

2 comentarios:

S. dijo...

Qué interesante,me encanta que escribas sobre estas cosas.

Duende del Sur dijo...

¡Me alegro que te haya gustado, S. de Sevilla!

¡Saludos!