lunes, 4 de junio de 2007

El Botijo


Un botijo es un envase o recipiente de barro cocido, poroso, con un vientre ancho para darle capacidad y uno o varios orificios de entrada llamado boca, por el que se llena y uno o varios de salida llamado pitón o pitorro (existen diferencias entre regiones) por el que se bebe. El botijo es un elemento típico de la cultura española. De hecho, difícilmente nos encontraremos una comarca que no tenga su botijo, que variará en formas, colores, cerámicas, etc.

Posiblemente el término proceda de los romanos pues existía el término latino "buttis", que significaba tonel, y más tarde se utilizó su diminutivo "butticula". Sebastián de Covarrubias en el año 1611, describe "botija", como "vaso de tierra ventrudo con la boca y cuello angosto. Los niños cuando están para llorar hinchan los carrillos y a esto le llaman embotijarse".

Al botijo se le suele dar distintos nombres según la comarca o el pueblo: en la Baja Andalucía es más extendido el término "búcaro", que según la RAE proviene del mozárabe y éste del latín, siendo famosos los producidos en la localidad sevillana de Lebrija. En otro pueblo de la misma provincia, Aznalcóllar, se le denomina "pimporro". En los pueblos de la Vega de Granada se le llama "pipo".

El principio de funcionamiento del botijo es el siguiente: el agua se filtra por los poros de la arcilla y en contacto con el ambiente seco exterior (característica del clima mediterráneo), se evapora, produciendo un enfriamiento (2,219 kilojulios por gramo de agua evaporada). La clave del enfriamiento está pues en la evaporación del agua exudada ya que disipa la energía térmica del agua del botijo.

El hecho de que el botijo se emplee solamente en la región mediterránea se debe a que el clima en verano es muy seco en contraposición con otras regiones climáticas, que suelen tener veranos húmedos. Es una costumbre habitual en Andalucía, dejar unas horas el botijo lleno de agua con un chorrito de anís antes de usarlo por primera vez.

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