lunes, 29 de octubre de 2007

La Capilla de Scalas


Originariamente esta capilla estuvo dedicada a Nuestra Señora de Consolación y de los Doce Apóstoles, aunque se la denomina de Scalas por haber sido fundada por Don Baltasar del Río, obispo de Scalas, que fue también arcediano de Niebla y canónigo de la Catedral de Sevilla. El Obispo decidió en 1521 labrar un altar y colocar al pie del mismo su sepulcro, lo cual se cumplió puntualmente. Sin embargo, murió en 1541 siendo enterrado en le iglesia de Santiago de los Españoles en Roma, por lo que este sepulcro sevillano no contiene sus restos.

La capilla se cierra con una magnífica reja renacentista fechada en 1564. Sobre esta reja se abre una vidriera gótica en la que se representan cuatro apóstoles que pueden identificarse con San Judas Tadeo, Santiago el Menor, San Felipe y Santiago el Mayor. Son obra de Enrique Alemán, quien los realizó a partir de 1475. La vidriera, que ilumina el interior de la capilla, es obra del siglo XIX, y fue realizada en Munich en 1880. En ella se representa La venida del Espíritu Santo incluyendo también las figuras orantes de los dos religiosos que la costearon: el Chantre Don Cayetano Fernaádez y el Arcipreste Don Jerónimo Álvarez Troya.

En la parte inferior del frente de la capilla se encuentra el sepulcro de Don Baltasar del Río, con su figura yacente sobre el sarcófago. En el fondo del nicho donde se alberga este sarcófago figura un medallón con un relieve de la Virgen con el Niño, y las esculturas de San Pedro y San Pablo. Sobre el sepulcro se dispone una tribuna en la cual se levanta un magnífico retablo labrado en mármol enmarcado por columnas corintias que se rematan con un friso y su correspondiente cornisa, coronándose todo el conjunto con un frontón curvo, donde se alberga un relieve con el Padre Eterno. Ocupa el centro del retablo un gran relieve con la Venida del Espíritu Santo. En el banco aparece en el centro un relieve con La multiplicación de los panes y los peces, mientras que en los laterales figura el obispo orante y su escudo de armas. La realización de este retablo se atribuye al taller de los Gazini de Bisone, y su labor debió llevarse a cabo poco antes de 1539, fecha en que se colocó en la capilla.

Otra importante obra de arte adorna esta capilla: el relieve de barro cocido vidriado denominado La Virgen de la Granada, en el que figura la Virgen con el Niño acompañada por San Sebastián, San Francisco, Santa Casilda y Santo Domingo. Se remata este relieve con un frontón curvo en cuyo tímpano aparece Cristo Varón de Dolores, acompañado de la Virgen y San Juan. Esta magnífica obra se relaciona con la producción del artista florentino Andrea della Robbia y esta realizada en el siglo XV.


Varias pinturas adornan esta capilla, siendo de escaso interés el San Ignacio y La Misericordia de Santo Tomás, anónimos del siglo XVII. De un anónimo seguidor de Murillo, y fechable hacia 1675, es el San Fernando y de Francisco Antolínez, fechada en 1678, es la Adoración de los pastores. A Juan Ruiz Soriano corresponde La Sagrada Familia, realizada con el estilo de Murillo hacia 1740 y a un anónimo imitador de Rubens La Degollación del Bautista, fechable a mediados del siglo XVII.

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