Situado en la calle Santa Ana, desde el siglo XIII, era una calzada sin casas y entre huertas interiores de la ciudad. Desde 1573 pasó a llamarse Monjas de Santa Ana y Santa Ana por el convento. La comunidad religiosa está establecida en Sevilla desde 1564 y en su actual ubicación desde 1606, con la reurbanización de esta zona de la ciudad.
Perteneciente a la Orden de Carmelitas Descalzas, tiene desde 1990 la consideración de Monumento Histórico-Artístico. La portada, muy sobria, no llegó a concluirse en la restauración que sufrió el convento en 1995.
La iglesia es de una sola nave con una bóveda de cañón entre arcos fajones y lunetos.
El Retablo Mayor está compuesto de banco y ático con reformas del siglo XVIII en su remate. Las tres calles se ven delimitadas por columnas salomónicas. El conjunto puede fecharse en el último cuarto del siglo XVII.
La Virgen del Carmen preside el retablo en la hornacina central del primer cuerpo, acompañada por San José y San Joaquín. A ambos lados del segundo cuerpo aparecen las esculturas de los profetas Elías y Eliseo. Ocupando el centro destaca el grupo escultórico de la santa titular, Santa Ana con la Virgen niña, obra de Martínez Montañés. En el muro izquierdo de la nave se encuentra el retablo dedicado al Bautista, confrontado al del Evangelista.
La hornacina principal la ocupa San Juan Bautista atribuida a Montañés de 1638, con dos relieves de La Coronación de Espinas y El Camino del Calvario. En el remate se sitúa un relieve de La Presentación de Jesús en el Templo y las esculturas de las Santas patronas de Sevilla, Santas Justa y Rufina.
El retablo más próximo al Coro, fechado en 1600 lo preside la Virgen de la Estrella, flanqueada por la fundadora de la Orden, Santa Teresa de Jesús. Como actividad complementaria, las religiosas ofrecen planchado, lavado y bordado a máquina, así como la confección de ornamentos. En fechas especiales también elaboran dulces. La vecina Hermandad de Ntra. Sra. del Carmen, de la calle Calatrava, hace estación a este convento en su salida anual de Reglas en el mes de julio.
Las hermanas Carmelitas, surgidas en las inmediaciones de la capilla de la calle Calatrava (que por diversas circunstancias, entre ellas la reducción de claustros, tuvieron que abandonar), se establecieron en primer lugar, en la actual parroquia de Ntra. Sra. de Belén, para posteriormente y tras visitar la provincia, hacer lo propio en el Convento de Santa Ana.
El bello altar que preside la capilla del convento, procede de la anterior estancia en el Convento de Belén, con añadidos para adaptarlo a su actual situación.
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