Antes de tener su nombre actual, esta calle se llamaba Espaderos, por la gran cantidad de establecimientos de este tipo que existían. Según la leyenda, hubo una época en la cual comenzaron a desaparecer gran cantidad de niños, y la ciudad estaba nerviosa por este hecho. En principio se le achacaban estas desapariciones a los Judíos y sus prácticas sacrílegas.
Un día, un esclavo, se presentó ante las autoridades de la ciudad, diciéndoles que sabía la causa de las desapariciones, pero que solamente lo diría si se le concedía la libertad, a lo que se accedió. El esclavo les condujo a una de las alcantarillas de dicha calle, cercana a la Cárcel Real, y se introdujo en ella, mostrándoles el cadáver de una inmensa serpiente, en cuyo alrededor había cuerpos y esqueletos de niños. De ahí que desde entonces la calle se llame Sierpes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario