Desde su nacimiento en 1.891 en la calle Padilla, hasta su fallecimiento en el Hospital de las Cinco Llagas en 1.960, aparece ante nosotros todo un rosario de aconteceres artísticos y humanos, donde este ilustre sevillano lleva el Cante a sus cotas mas altas.
Su personalidad introvertida y a vece huraña, no empañan sus extraordinarias cualidades cantaoras y su inveterado amor por su ciudad, amén de que quienes lo conocieron en un trato cotidicano dan fe de sus excelencias como persona.
Paradójicamente, desde su muerte hasta la fecha, su obra cantaora y su persona aparecen nimbadas con una aureola de olvidos e incomprensiones, provocado por intereses partidistas que rayan en la mezquindad.
Como al final el Tiempo y la Historia son jueces inapelables y gracias a los desvelos de algunos hombres que organizaron el Centenario de su nacimiento, Vallejo emerge de sus nunca apagadas cenizas como un Ave Fénix.
Su extensa obra discográfica siempre tendrá la última palabra, y esa es hermosa y rotunda.
Fuente: Wikipedia.
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