martes, 4 de marzo de 2008

El Infierno de Nervión


"Se acuestan dos medias lunas

que bajan para juntarse

perfecta línea,que al darse,

cierra un siglo de fortuna.

Once barras,

blancas unas,

rojas otras.

No lo dudo,

me queda el pecho viudo

si me quito tu razón,

que más que mi corazón

a mí me late tu escudo.

Un símbolo manifiesto,

una clara identidad,

cuasi, cuasi santidad

para el que te lleva puesto.

Siempre tu orgullo enhiesto,

firme aquí, ajustado nudo.

Prefiero quedarme mudo

antes que negarte a tí

que lo mejor que sentí

lo sentí por este escudo.

¡Qué primavera destapa

este azahar rojiblanco!

¡Qué otoño si me lo arranco

del ojal de mi solapa!

Ninguna sombra lo tapa.

Nadie puede,

nadie pudo,

desteñir este menudo

símbolo de mi pasión.

Morirá mi corazón

pero quedará tu escudo".


(Antonio Gracía Barbeito, fragmento del Pregón del Centenario del Sevilla FC, 2005).

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