lunes, 28 de febrero de 2011

Ocho hermanas

¡Cantares de Andalucía!..
¡Qué bien rima la guitarra
las sonrisas de Sevilla,
los suspiros de Granada
con el silencio de Córdoba
y la alegría de Málaga!
Almería, sus amores
sueña al pie de su alcazaba,
Jaén se adormece a la sombra
de un olivo y una parra...
Huelva, la heroica y altiva
Adelantada de España,
¡sueña con un Nuevo Mundo
en el seno de otras aguas!
Y Cádiz, la danzarina,
baila desnuda en la playa
más blanca en sus desnudeces
que las espumas más blancas.

(Francisco Villaespesa 1877-1936)



¡Feliz Día de Andalucía!

viernes, 25 de febrero de 2011

Historia del pregón de Frank Oaks II

Existen tres tipos de pregones: el muy bueno (se pueden contar con los dedos de una mano), los buenos (estos se cuentan con los dedos de las dos manos) y el muy malo (no hay ni manos ni dedos para contarlo). Pero para todos los capillitas sea muy bueno, bueno o muy malo ¿cómo es el pregón? Muy sevillano.

Llega el día del pregón. Las 12 del mediodía es la hora de comienzo. Quien no está entre los asistentes no es alguien importante en la ciudad. Al ser televisado el pregón por las televisiones locales, hay casos de capillitas que se pasean por delante de las cámaras instaladas en la puerta del teatro de forma que, en cuanto empieza, como no tienen entradas se van al bar de en frente del teatro a escucharlo por la radio, que también lo transmite y, una vez finalizado, vuelven a la puerta del teatro como si hubiesen estado dentro, dan su opinión de lo que les ha parecido como uno más de los asistentes, opinión que, como ya he dicho anteriormente, es siempre la misma: “un pregón muy sevillano”. Tanto para los que han asistido en el interior del teatro como para los que lo han visto por la televisión creen que estos capillitas han presenciado el pregón en su cómoda butaca del teatro. Todo sea por el figureo, que en eso nadie gana a un buen capillita.

Una vez están todos los asistentes en el interior del teatro y los asistentes de figureo en el bar de la esquina con los auriculares escuchando el pregón por la radio, salen las personalidades que presiden el pregón sentados en grandes sillones en el mismo escenario: la máxima autoridad de la iglesia de Sevilla, el alcalde, el delegado de fiestas mayores del Ayuntamiento, militares, miembros del consejo y el propio pregonero entre los primeros aplausos del respetable. En el foso del teatro seencuentra la banda de música municipal de la ciudad, junto a varias macetas con plantas, tres grandes doseles con el escudo de la ciudad, escolta de la policía municipal con traje de gala y el atril, el famoso atril. Es la misma escenografía desde sus inicios allá por los años 50 del siglo XX. Primero toca la Banda Municipal una marcha que elige el pregonero. Primeras lagrimillas de la mañana. A continuación, el delegado de fiestas presenta desde el atril al pregonero. Como manda la tradición, la Banda interpreta de nuevo otra marcha indicando que queda muy poquito para lo bueno. En cuanto termina, todo el mundo en pie aplaudiendo mientras el pregonero se encamina al atril. Silencio. El primer buche del vaso de agua para afinar la garganta y, por fin, comienza todo…

Dos horas entre aplausos al cierre de cada bello poema (o ripio, como se conoce entre los capillitas). Se debe de nombrar a todas las hermandades, ya que, de lo contrario, habrá mosqueo y críticas muy duras al pregón entre las no nombradas. ¡He dicho! Es lo último que recita el pregonero. Es decir ¡he dicho! y todo el mundo al hall del teatro, en donde el sentir general de los asistentes es lo bonito, lo adecuado, lo bien escrito y mejor recitado, es el pregón que Sevilla esperaba y, a la famosa frase, se le añade un calificativo: ¡un pregón muy sevillano y comprometido! Can you explain it? Otro clásico más. Los mismos de siempre. Los “ex”: expregoneros, exhermanos mayores, exmiembros del consejo, periodistas jubilados, entre otros, pasando por los set que las televisiones tienen instalado en el mismo hall del teatro dando su opinión sobre el recién escuchado pregón. Más de lo mismo: qué bonito, qué sevillano, qué comprometido y, del teatro, todos, como no puede faltar en una reunión capillita, a los bares de alrededores a beber cerveza y tapear porque el estómago aprieta. A modo de programa de televisión deportivo se repasan las mejores jugadas del pregón pero con la ingesta de cerveza y el calor por la muchedumbre que agobia en el bar. Lo que antes eran flores se convierte, por magia, en basura. Siguiendo con el símil televisivo, aquello pasa de “Estudio Estadio” a “Aquí hay tomate” o, mejor, “Aquí hay bacalao con tomate”. Comienza el momento de descalificar al pobre pregonero. ¡Vaya coñazo que ha sido un año más!¡qué pesado ha sido!¡yo el año que viene no vengo!¡venga ripios!¡qué pesao con su infancia!¡y pesao también con su familia!¡yo he dao dos cabesasos porque me quedaba dormío! Me levanto del saco de grano en el que estaba sentado y le pregunto al capillita inglés, ¿entonces por qué hablan tanto si al final repiten al año siguiente? Se quedó por unos segundos en silencio y me contesta “no comment”.

Tras explicarnos el capillita inglés como era un pregón de Sevilla, todos los que estábamos en el granero pensamos lo mismo. ¿Por qué no hacemos el primer pregón cofrade de Castle Combe? La idea se convirtió en un sentir popular del granero y más cuando, de repente, Frank Oaks, que es el encargado de escribir la hoja informativa mensual del pueblo, se levanta y dice “elegirme pregonero, que tengo escrito unos poemas que, cambiándoles unas cuantas palabras, lo convierto en ripio cofrade en un momento”. Al instante todo el mundo se puso a aplaudir y a aclamar al primer pregonero cofrade en la historia de Inglaterra. Frank, sin pensárselo, llama a su mujer por teléfono. “Evelyn cariño, el pueblo me ha elegido pregonero cofrade, cógete el pastel de carne que sobró de esta mañana, lo empanas en bolitas alargadas, las fríes en abundante mantequilla y las traes corriendo para el granero que hasta que no nos comamos las croquetas no puedo dar el pregón, no tardes mucho que nos la tenemos que comer calentitas como manda la tradición”. La mujer no dio crédito a lo que escuchaba por teléfono pero hizo caso a su marido y se puso a hacer croquetas al estilo inglés. Mientras esto ocurría, Hannah comenzó a ensayar con el acordeón un tema popular de Inglaterra que lleva por nombre “Charity of the Thames” (en castellano, “Caridad del Támesis”). Es el tema (o, mejor dicho, marcha -como le llaman en Sevilla-) que ha elegido Frank para su pregón. Otros, como el reverendo padre Arnold, fueron a la iglesia a buscar el alzacuellos y la sotana de los domingos. Por su parte, el alcalde Edgard mandó a su hijo a por su bombín y su bastón, el agente de policía de la comarca George llamó a la comisaría para que le trayesen su traje de gala y el pregonero se dirigió a una esquina del granero en donde reescribir sus poemas asesorado por el capillita inglés. Frank recitaba sin parar lo que tenía anotado en unos papeles pero el capillita inglés repetía y repetía que no le sonaba a pregonero sevillano. Quería hacerle ver que intentara poner un tono de voz pero a Frank no le salía por más intentos que hacía. Después de varios intentos infructuosos el capillita inglés se le acercó al oído y le susurró algo que ninguno de los que estábamos a su alrededor pudimos llegar a oír. Bueno todos no. Sólo Kerry “el panadero”, el más cotilla del pueblo, que tiene un oído tan fino que no parece humano, llegó a escuchar lo que le dijo el capillita inglés en el oído a Frank. Kerry salió corriendo y, en un visto y no visto, volvió al rincón del granero donde estábamos y trajo la solución. ¿Cuál era el remedio casero de Kerry? Una petaca de ginebra. Mientras Frank ingería grandes cantidades de ginebra, el capillita inglés sólo hacía gestos negativos con la cabeza, hasta que llegó un momento en el cual se le cambio la cara con una gran sonrisa y exclamó: ¡ahora sí, ese es el tono, igualito que los pregoneros sevillanos! Yo creo que Frank se pasó con la ginebra porque había momentos en los que ni se le entendía lo que decía. Tras dos horas y siempre con la petaca de ginebra en el atril, se intuyó que Frank dijo “he dicho”. Todo el granero en pie se puso aplaudir sin parar y le dije a John, que estaba al lado mío, “un pregón muy inglés y muy comprometido”, ¿no era así?.

martes, 22 de febrero de 2011

Historia del pregón de Frank Oaks I

En uno de tantos días lluviosos en Castle Combe, donde el aburrimiento es la tónica general de los que allí vivimos, uno tiene pocas cosas que hacer una vez ha terminado la jornada de trabajo. Castle Combe es un acogedor pueblo de unos 350 habitantes y es, sin duda, uno de los pueblos más tranquilos de Inglaterra. Nos conocemos todos, conocemos las historias de las familias, de nuestros antepasados, el deporte nacional es el cotilleo y nos encanta una historia. Me estaba preparando unas tostadas de pan negro de centeno con deliciosa mantequilla inglesa cuando escucho unos golpes provenientes de la ventana que da a mi fabuloso jardín. Es John Smith. John es el propietario de la única carnicería que tenemos en el pueblo. Bueno, la verdad que aquí todo es único porque no hay dos. Me acerco a la ventana, la abro y John me dice: “Tony vente para el granero de Michael. Allí está el inglés que fue a Sevilla y volvió capillita contando una historia sobre una cosa que él llama pregón”. “Pregón”. La palabra ronda en mi mente. “Sí, es como un sermón del reverendo pero más raro”, me responde John. La verdad es que, viendo como estaba la tarde, eso no había que perdérselo. Así pues, los dos salimos corriendo bajo la lluvia en dirección al granero.

Conforme nos íbamos acercando al granero, se escuchaba una voz a grito pelao: “Macarena rima con pena”, “Trianera con marinera”, “Estrella con pena”… Era la voz del inglés que fue a Sevilla y volvió capillita. Abrimos la puerta del granero y no dimos crédito a lo que veíamos. En la parte alta habían puesto dos colgaduras con el escudo de la ciudad, las mismas que se ponen en la Feria Comarcal del Pollo de Castle que celebramos en el pueblo. Debajo de las colgaduras estaba sentado en un gran butacón de madera el reverendo padre Arnold, a su derecha el alcalde Edgard y, a la izquierda del reverendo, el agente de policía de la comarca George. En el centro del improvisado escenario, había un gran cajón de madera donde se apoyaba en forma de atril el capillita inglés. Presenciando aquello, sentados en sacos de grano, se encontraban unas treinta personas del pueblo y, en una esquina, con un acordeón, Hannah, la hija del reverendo, la encargada de tocar el órgano los domingos en la iglesia. John y yo nos sentamos al final de todo porque los allí presentes estaban tan atentos a lo que decía el capillita inglés que ni se dieron cuenta de nuestra presencia. Tras no entender lo que allí se decía, me levanté del saco de grano en el que estaba sentado y pregunto: ¿qué es esto? ¿alguien me lo puede explicar? Me mandan a callar y me dicen, “¡cállate Tony! el capillita está explicando cómo es un pregón de Sevilla”.

El capillita inglés, desde su estrado, nos habló del pregón de la Semana Santa de Sevilla. Por lo visto, es uno de los días mas importante del año en la ciudad. Al pregonero lo elige el Consejo de Cofradías. El Consejo es como una patronal de los capillitas y asocia a todas las hermandades. El pregón se celebra el domingo previo al Domingo de Ramos en el Teatro de La Maestranza. La noticia del elegido es una de las más esperadas tanto por los capillitas como por parte de los medios de comunicación. Una noche, en el mes de noviembre, se reúnen los miembros del Consejo en su sede en la calle San Gregorio. Esa noche, muchos de los capillitas que están deseosos de dar el pregón tienen los nervios a flor de piel. Para muchos es la ilusión de su vida y, para ellos, sería el culmen personal. Algunos ya lo tienen escrito desde hace años, otros no lo tienen escrito pero se lo saben de memoria y otros esperan que sean elegidos para que se lo escriban y después ronear de buena pluma, que de pluma si saben los capillitas. En las semanas anteriores han tenido lugar por parte de los capillitas hasta quinielas que casi nunca se cumplen. Una tradición es la forma de notificarlo al elegido. Llamada telefónica del secretario del consejo al susodicho. Si no lo coge en su casa, llamada al móvil aunque lo normal es que esté en su casa rodeado de la familia y algunos amigos esperando la notificación. Comienza el ritual: “Señor tal -silencio en ambos lados de la línea para darle emoción al asunto estilo Oscar de Hollywood- le paso con el presidente que le quiere notificar una noticia”, dice el secretario. El que intuye será el próximo pregonero. Con lágrimas en los ojos de la emoción y muy nervioso le dice a su mujer -mientras tapa el auricular del teléfono con la mano-, “niña ve sacando las croquetas del congelador que creo que me han elegido pregonero este año por fin”. Tras unos segundos eternos de espera, se pone el presidente al teléfono y le dice a nuestro capillita “en nombre de la Junta Superior del Consejo de Cofradías y Hermandades de Sevilla le quiero notificar que ha sido elegido Pregonero de la Semana Santa de Sevilla”. Suenan aplausos en la casa, los niños corriendo y, entonces, le pregunta nuestro recién elegido pregonero al presidente, “¿tarda usted mucho en venir para mi casa? Es para que se coman las croquetas calentitas”. A partir de ese momento el teléfono no para de sonar; capillitas que visitan la casa, mucho figureo y mucha croqueta. Pero donde hay alegría hay tristeza. A la misma hora, en otras casas de la ciudad se escucha “niña, no saques las croquetas, este año tampoco me han elegido”. Las croquetas se quedan para comer en los próximos meses de almuerzo, de cena, de merienda, para que el niño se las lleve al colegio, para las reuniones de la comunidad de vecinos, para ir al fútbol con los amigos, en algunos casos tienen tantas que cuando se van de veraneo en el mes de agosto se la tienen que llevar al apartamento de la playa. A partir de ese momento comienza el tour del pregonero. Todas las noches actos de entrega de algún ajuar para el día del pregón. Tienen tantos actos con posterior copita que no se pueden probar el chaqué (es la vestimenta del pregonero, algo tan clásico como puede ser la camiseta del Liverpool, el Manchester United o el Everton) hasta días antes del pregón por peligro a la estrechez del chalequillo ante tal dieta...

Continuará...

domingo, 20 de febrero de 2011

Recuperación de monumentos sevillanos para el turismo

La ordenanza reguladora de los espacios museísticos de Sevilla, promovida por el Ayuntamiento hispalense y aún en fase de aprobación inicial, apuesta por la revalorización de enclaves patrimoniales como las murallas almohades de la Macarena, las columnas romanas de la calle Mármoles o la cisterna también romana de la plaza de la Pescadería mediante la creación de un servicio municipal que gestione la apertura de estos espacios al turismo con los consiguientes ingresos por la venta de entradas.

Esta ordenanza, según el documento inicial recogido por Europa Press, incorpora en su articulado los lienzos de la antigua muralla almohade de la calle Macarena, los jardines de El Valle y la Ronda Histórica, las columnas romanas enclavadas en la calle Mármoles, en pleno barrio de Santa Cruz, los baños árabes de la Reina Mora, en la calle Baños, la antigua alberca y los restos históricos de los jardines de La Buhaira, las ruinas del castillo de San Jorge -antaño sede de la Inquisición-, la cisterna romana de la plaza de la Pescadería y los vestigios arqueológicos integrados en el proyecto urbanístico "Metropol Parasol".

El texto arranca recordando la "apuesta por la musealización" de los vestigios arqueológicos descubiertos en el subsuelo del antiguo mercado de La Encarnación, donde actualmente se eleva el rupturista complejo arquitectónico fungiforme diseñado por el arquitecto alemán Jürgen Mayer al objeto de crear una plaza pública cubierta por gigantescos parasoles con forma de setas integrando el nuevo mercado de abastos en su base. El complejo incluye una cripta arqueológica destinada a acoger los vestigios de la antigua Híspalis romana y los restos almohades y visigóticos descubiertos en las diferentes campañas de excavación. La cripta arqueológica, de aproximadamente 5.000 metros cuadrados, goza de una financiación de más de cuatro millones de euros con cargo al Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad Local para crear un nuevo espacio museístico.

A tal efecto, el Patronato del Real Alcázar, órgano gestor de los activos monumentales de este conjunto palaciego de Sevilla declarado Patrimonio de la Humanidad, ha acordado ya elevar un euro el precio de las entradas al recinto, con el fin de incluir en la visita el acceso a esta cripta arqueológica.

«Un servicio de calidad»

Partiendo de activos patrimoniales como los ya descritos y la incorporación "novedosa" de un nuevo elemento, la citada cripta arqueológica de La Encarnación o "Anriquiarium", la ordenanza aboga por "establecer un marco normativo que haga posible conservar y restaurar" todo este legado histórico "en condiciones adecuadas para prestar un servicio de calidad a los visitantes". Así, la nueva ordenanza incluye en su ámbito de influencia estos activos históricos y los edificios y dependencias del Ayuntamiento de Sevilla destinados "específicamente" a la actividad de museo o interpretación. Así, el texto aún por elevar al pleno del Ayuntamiento para su aprobación inicial aboga por establecer un "horario estable de visitas" para estos espacios, así como dotarlos de "contenidos informativos, culturales y educativos", organizar "exposiciones periódicas" en torno a ellos, publicar "catálogos y monografías" sobre tales activos patrimoniales y reforzar su vigilancia, limpieza y conservación. Igualmente, la ordenanza está destinada a regular el cobro de las entradas correspondientes a estos enclaves "de acuerdo con las tarifas que se aprueben".

Financiación mediante los precios de visitas

Y es que "el servicio público de espacios museísticos" se financiará, fundamentalmente, con el importe obtenido por la venta de entradas, si bien el acceso a estos enclaves será gratuito en fechas señaladas como el Día de Andalucía o el Día Internacional de los Museos.

El Ayuntamiento hispalense había anunciado en 2007 que el tramo de la vieja muralla almohade que delimita el casco histórico en el entorno de la calle Macarena sería visitable con accesos incluso a la Torre Blanca del antiguo recinto fortificado. En cuanto a los baños árabes de la Reina Mora, levantados durante el siglo XII y sometidos a una intensa campaña de recuperación, el Ayuntamiento ha cerrado ya el expediente correspondiente al procedimiento de expropiación forzosa de las fincas anexas al conjunto arquitectónico, si bien el Gobierno municipal no ha concretado el destino del recinto una vez esté a su entera disposición.

Fuente: ABC.

jueves, 17 de febrero de 2011

Historia del fish (sin chips) cofrade II

Al comienzo, el Hermano Mayor (es el equivalente al cargo de presidente de la asociación) dirige unas palabras a los asistentes. Están los hermanos mayores que a la hora del discurso son cortitos. Cuando quiero decir cortito es en el amplio de la palabra cortito; hay otros eternos que hablan, se repiten, vuelven al inicio y nunca terminan pero la verdad es que ni uno ni otros dicen nada interesante para los asistentes, deseosos de hincarle el diente al yantar pero, eso sí, una vez terminado el incansable discurso comenzaba algo así como “La guerra de los mundos” pero en versión sevillana: “La guerra del pescaíto”. Hombres y mujeres, a dos manos, dando empujones, manchas de aceite (del aceite sí contaba el inglés historias, pero serán en otro capítulo), pisotones, codazos…aquello parecía época de hambruna. Yo creo que el inglés era muy exagerado y lo que contaba lo decía por ser el centro de atención de todos los que estábamos escuchándolo en el pub, ya que días ante nos contó que, cada vez que iba a cenar a casa de esos capillitas que habitualmente iban a los pescaítos, sus madres o sus esposas lo que ponían en la mesa era cincuenta gramos de jamón cocido finamente cortado y un vasito de sopa de sobre con mucha yerbabuena. Ésta era la típica cena de estas familias y con esa fórmula decían que por la noche se dormía bien y se despertaba todavía mejor por la mañana, ya que al estómago también hay que dejarlo descansar. Me pregunto yo, escuchando la historia del pescaíto, ¿esa noche dormirían fatal?¿Se levantarían por la mañana peor todavía?¿esa noche no descansaba el estómago?

Una vez devorado todo el condumio y, quedando sólo en la mesa los papeles llenos de aceite donde venía el pescao de la freiduría, el mantel de papel blanco, los vasos de plásticos, las espinas del pescao y las virutas de harina frita (que son, por otra parte, las únicas sobrevivientes del tsunami gastronómico), llegaba la hora de la llamada "quien no este allí presente es carne de perro". Me explico. Lleno el estómago y coloraítas las mejillas, llegaba el momento de lo que parece ser es donde más disfrutaban los capillitas, oséase, el darle a la lengua. Grupitos donde criticaban al que no estaba o al que estaba en otro grupito o a los de otras hermandades. Aquello se encendía de tal forma que, al final, todos terminaban en el pub o bar de copas más cercano donde seguían las lenguas viperinas y te podía llegar la metralla si estabas lejos. Pero lo gracioso es que, después de todo, era el día que se veían entre ellos, se daban abrazos y besos efusivamente cuando se habían puesto a parir unos a otros horas antes.

Sonaba la campana en The White Hart y, con el sonido de la campana, le pregunté una cosa que no entendía al inglés que fue a Sevilla y volvió capillita: ¿quién pagaba el pescaíto?¿por qué se llaman hermandades donde conviven los capillitas? Se quedó por un momento en silencio, pensando y comenzó a contar otra historia…

lunes, 14 de febrero de 2011

Historia del fish (sin chips) cofrade I

Mi nombre es Tony Married y soy un lugareño de un pequeño pueblo de Inglaterra llamado Castle Combe. Un pueblo que, según dicen, es el más bonito de Inglaterra. Sus bellas casas y su iglesia medieval ofrecen un conjunto armónico, equilibrado y bello. Las tres principales calles del pueblo convergen en Market Cross (la cruz del mercado) construida en el siglo XIV. Tuvo que ser en el año 1989 ó en el 92 ó en el 95 (la verdad es que el año no importa mucho), cuando un vecino de Castle Combe se fue a conocer las hermandades de la ciudad de Sevilla. Sevilla es una ciudad del sur de España y las hermandades son las asociaciones que organizan la fiesta religiosa más popular de esa ciudad y que se celebra con motivo de la Semana Santa. Estas hermandades viven todo el año para ello. Un día, pasado mucho tiempo, volvió al pueblo nuestro vecino de Castle Combe y en The White Hart, el pub que ha vendido cerveza sin interrupción en el mismo local en los últimos cinco siglos, no paraba de hablar de sus peripecias en las hermandades y de contar las historias de los que él llamaba “capillitas”, grupo con quien había convivido en todos estos años de ausencia del pueblo. Hermandades hasta 60 y hasta otras que no eran ni de Semana Santa y salían durante todo el año (ellos las denominaban de gloria o sacramentales). Ese era su ambiente. Pero lo que más extrañaba en el pueblo era que nuestro inglés también se denominaba capillita. Por lo visto, el término popular del que vive todo el año el ambiente de las hermandades. Un día no se le volvió a ver por el pueblo y desde entonces se le conoce como el inglés que fue a Sevilla y volvió capillita. Siempre llevaba encima un libro muy famoso entre ellos que se llamaba “Tontos de Capirote” de un tal Francisco Robles, el cual era como un diccionario de los distintos capillitas que existían. La verdad es que ninguno entendíamos nada de ese libro, pero él nos decía “mira éste, éste también lo conocí…”. Lo que os voy a narrar ahora son esas historias que nos contaba tomando cervezas por las tardes, algo que, según él, nos hacía coincidir con los capillitas sevillanos.

El capillita que llevó a Sevilla a nuestro paisano inglés se llamaba algo así como Julio con muchos apellidos, tan largos que ni el inglés era capaz de decirlos. Yo creo que sería como un Lord de aquí de las Islas. Julio es el mayor de dos hermanos. Nunca había trabajado porque era de familia bien adinerada (sigo diciendo que sería como Lord). Vivía en una casa grande, en el centro de la ciudad, llena de cuadros y muebles de buena madera. Decía que era de rancio abolengo. Como nunca había trabajado porque vivía de la renta de la familia, siempre le tocaba pagar al inglés por donde iban. Soltero, sin novia y sin compromiso, de música sólo hablaba de una cantante española que se hacía llamar “la más grande” o algo así que la verdad no recuerdo. Era hermano de muchas cofradías y en las cuales todos los días estaba metido. De una era prioste, de otra mayordomo, de otra diputado de culto y de otra fiscal, y de muchas algo así como vestidor. Yo creo que ya sé por qué no trabajaba ni pagaba cuando salía. Igual se lo gastaba todo en cuidarse, ya que iba dos o tres veces en semana a unos baños árabes a relajarse.

Una de la historia que nos contó el inglés la denominó historia del cartucho de pescao, algo así como el fish and chips pero versión española sin chips. Había tres tipos de pescaos o más bien pescaíto frito que es el nombre que utilizan ellos. Uno era el pescao de categoría (en este no faltaba ningún frito; pescada, huevas, adobo (los sevillanos flipan con el adobo), boquerones, chocos, gambas, acedías, pijotas, un poquito de jamón ibérico, queso finamente cortado… mucha cerveza helada de barril, tinto de rioja, manzanilla, fino…). Otro era el pescaíto cortito, mucho pedacito frito en harina de la parte de la cola del pescao con muchas espinas y croquetas precocinadas a discreción (en éste sí había muchas chips o más bien, como dicen ellos, muchas papas fritas y de beber botellines, dos o tres por persona y el resto caliente para que no beban más y se vayan pronto al bar de la esquina, tinto de pitarra o valdepeñas y muchas aceitunas). Por último, el que mi vecino inglés llamaba “el chopped and chips”; en idioma capillita, mucho chopped, muchas papas fritas y muchos botellines fresquitos. El vestuario de los asistentes al acto era el siguiente: los hombres con chaqueta y corbata. Quien no llevara pisacorbata y pin de la hermandad en la solapa de la chaqueta era duramente criticado entre los asistentes y rápidamente obligado a comprarlo sin tener que salir a ninguna tienda, ya que allí mismo había una vitrina donde vendían artículos de ese tipo. Yo creo que visten como nosotros cuando vamos los domingos a la iglesia, tipo inglés pero sin bombín y sin bastón. Las mujeres, por su parte, vestían todas con pieles sintéticas, peinadas como si llevaran un gran repollo en la cabeza, collares y bisutería barata. Pero lo peor de todo era, sin duda, el olor que tanto los caballeros como las señoras desprendían corporalmente. Era algo muy desagradable, un olor tan profundo, parecido a la nectarina o a las bolitas de alcanfor, difícil de explicar.

Continuará...

domingo, 13 de febrero de 2011

Nuevos récords en el XXVII Maratón Ciudad de Sevilla

El atleta etíope Daniel Abera Wedajo, con un tiempo oficioso de 2h09.53, se ha adjudicado hoy el XXVII Maratón Ciudad de Sevilla, y ha establecido un nuevo récord de la prueba que estaba en 2:10.31.

Abera Wedajo se impuso en la línea de meta a su compatriota Gosa Tafa Megersa, que llegó a doce segundos, mientras que el primer español fue el extremeño Pablo Villalobos, que cruzó la meta en cuarto lugar con un tiempo de 2:12.21, obteniendo la marca mínima para el próximo Mundial y haciéndose, de esta forma, con el título nacional.

Como novedad este año, a partir del lunes 14 de febrero, podrás descargarte el vídeo de tu entrada en meta en la web www.corriendovoy.com.

Encontrarás más información de la prueba en la página web del Instituto Municipal de Deportes.

Las cien mil historias de San Luis

En julio de este año terminarán las obras de restauración que se llevan a cabo en la iglesia de San Luis de los Franceses, uno de los más importantes y espléndidos monumentos del barroco europeo, que pasará a formar parte de un circuito turístico con reutilización de sus espacios como salas de exposiciones, conciertos y proyectos culturales de variada índole, y que ha revelado zonas muy poco conocidas como una cripta bajo la iglesia, con planta de dimensiones exactamente iguales a ella, cuya única referencia escrita data de alrededor de 1830, algunos restos islámicos aprovechados para su cimentación, que condicionaron su construcción de atrás hacia adelante y su encajonamiento en la calle, y doscientos enterramientos, la mayoría del siglo XIX.

Esta monumental construcción ligada indeleblemente a los jesuitas, que pusieron sus cimientos en 1699 y permanecieron en ella hasta su expulsión en 1767 y que volverían a ella en 1817 hasta que se extinguió la Orden en 1835, pasó en su larga historia por acoger un seminario clerical, ser sede de franciscanos, hospicio de religiosos ancianos y pobres en la invasión francesa, hospicio provincial, residencia-escuela de benefiencia durante la II República, colegio de sordomudos, Escuela de Artes Gráficas... teniendo otros usos variados en sus 240 años de vida, a lo largo de los cuales se ha mantenido prácticamente intacta, conservando su magnificencia exterior e interior, con retablos, pinturas y ajuar religioso, también en gran parte gracias a la intervención de consolidación que realizara en 1947 Alberto Balbontín.

Ahora, estos trabajos de recuperación van descubriendo las cien mil historias que esconde aún tras sus muros este conjunto monumental, que pertenece a la Diputación desde 1830 y que fue concebido por los jesuitas como «un aparato grandioso de escenografía para novicios con el objeto de moverlos a la piedad. Es un gigantesco relicario», dijo ayer el arquitecto de la obra, Fernando Mendoza, por cuyas manos ha pasado también la Colegiata del Salvador.

Esa es la primera impresión que hasta el momento han percibido sevillanos y visitantes al entrar en la iglesia de San Luis, un templo desacralizado en el que se produce un «milagro de multiplicación de espacios» gracias a la magia de su artífice, el arquitecto Leonardo Figueroa, como resaltó Mendoza. Hoy permanecen el retablo protegido y en breve se iniciará la restauración de los murales hacia las cornisas.

Fernando Mendoza, y la diputada provincial de Cultura, Guillermina Navarro —que llevaba en su cartera este proyecto como prioridad al acceder al cargo—, acompañados de otros expertos en la recuperación del monumento y en su estudio, encabezaron ayer una visita guiada para conocer el estado de las obras, que también están dejando al descubierto curiosidades tales como un harmonio inglés descubierto en la Capilla Doméstica del Noviciado jesuita, varios confesionarios o incluso un paso de Semana Santa, pasando por la solería original de la iglesia, los anclajes originales que permitieron asentar el andamiaje de la cúpula, una pequeña escultura de San Estanislao... o arcos y ventanas tapiados que comunicaban zonas del Noviciado.

Pero, sin duda, uno de los espacios más interesantes y menos conocidos de San Luis es la cripta, «una maravilla técnica con sistemas constructivos de chiste», en palabras de Mendoza, ya que se hizo moldeando el terreno para formar la cimentación, donde se vertió una gruesa capa de cal que permitía a los albañiles trabajar desde arriba para construir la bóveda, algo insólito, sobre todo porque la capa freática es muy baja.

En esta magnífica cripta, concebida con una zona central y cañones con columbarios, que contiene trazas de muros romanos, algunos pozos medievales y una tumba tardoromana, el arqueólogo Marco Antonio Gavira, encontró a menos de un metro fosas de inhumaciones y halló bajo el altar mayor el enterramiento de una mujer de mediana edad, que probablemente, por su ubicación, tendría gran relevancia en el edificio. Gavira explicó que los enterramientos no tienen disposición homogénea, incluso hay dispuestos en espiral, el tratamiento poco cuidado en las inhumaciones infantiles, el descubrimiento de medallas y alfileres para sujetar las mortajas... En el recinto, en total, entre la cripta y tres osarios se han hallado 200 esqueletos, la mayor parte de personas de edad, aunque hay también de fetos y adolescentes. Ahora, estos restos están en manos de los antropólogos Marta Díaz-Zorita y Juan Carlos Pecero, quienes determinan el sexo, la edad, la complexión y las patologías de los mismos.

Otro espacio de gran interés que está siendo tratado es la Capilla Doméstica, en cuyo entorno hay vestigios del antiguo palacio mudéjar, aprovechado para la traza del Noviciado y restos de obra del siglo XIV. En esta capilla hay un espléndido retablo de obra, y por tanto no desmontable, con cristales que permite ver su sacristía y viceversa.

Fuente: ABC.

jueves, 10 de febrero de 2011

El Castillo de El Real de la Jara

Fotografía: Jim Paton.

Situación:

El Castillo de El Real de la Jara se encuentra en la localidad del mismo nombre..

Historia:

Los árabes ya poblaban este lugar, al que llamaban Xara, y parece ser que esta población alcanzó cierta importancia durante el período almohade. El topónimo de El Real debe proceder de tiempos de Alfonso X, en cuyo Libro de la Montería ya menciona una dehesa de Santa Olalla (donde aún no existía castillo alguno) y un camino que va desde ella hasta el Realejo, o sea, El Real de la Jara.

La plaza fue ocupada por Fernando III en 1247, durante las operaciones de aproximación a Sevilla, cercada en el verano de ese mismo año. Según la tradición, una cierva, que figura en el escudo heráldico de la población, guió a las tropas castellanas hacia el punto más adecuado para apoderarse de su castillo. Es una de tantas leyendas que forman parte del imaginario que se creó a raíz de las conquistas del rey santo.

En 1293, el concejo hispalense solicitó al rey Sancho IV autorización para construir una serie de castillos con el fin de reforzar las fronteras de su alfoz, y no solo por la amenaza del vecino reino de Portugal, sino de las órdenes de Santiago y el Temple, con las que el Concejo de Sevilla nunca tuvo buenas relaciones. Dicha autorización fue otorgada en Toro el 4 de noviembre de 1294, concediendo el monarca permiso para fazer castiellos e fortalezas, uno en las Cumbres e otro en Santolalla, porque eran mucho a serviçio de Dios e nuestro e a grand pro e guarda de toda essa tierra, porque con los otros castiellos e las otras fortalezas que son en essa syerra podría seer guardada toda esa tierra muy bien. Así, además de las construcción de dichos castillos, se conceden fondos para mejorar las defensas de los de Almadén, Cala y El Real de la Jara, a razón de 500 maravedíes de la moneda de guerra durante seis años.

El interés del concejo de Sevilla por fortificar la zona iba encaminado en varias direcciones. Por un lado proteger las poblaciones de las partidas de bandidos que infestaban la zona. De hecho, en 1273 ya se concedieron a El Real varias franquezas por el Concejo de Sevilla por la labor desempeñada en pro de la defensa de los viajeros. Por otro lado, su ubicación le permitía un control absoluto sobre la Vía de la Plata, que transcurre a escasa distancia del castillo. Finalmente, como ya se ha mencionado, mantener alejados a los templarios y santiagueños de su territorio.

Descripción:

El castillo se levanta sobre un elevado cabezo situado al norte de la población. A menos de medio kilómetro al este del mismo transcurre la Vía de la Plata. Hace pocos años fue parcialmente restaurado, quedando pendiente un tramo del lienzo noroeste y una torre en cuya base se observa lo que podría ser la boca de un aljibe o una mazmorra. El resto del edificio ha sido restaurado con los mismos materiales con que fue construido, y las bóvedas de la torre del homenaje con ladrillos. Sin embargo, no se ha reconstruido el almenado del recinto.

El recinto tiene forma trapezoidal, y cuenta con dos puertas y ocho torres, 3 de ellas semicirculares.

La puerta principal es en recodo y se sitúa en la torre del homenaje, al sur del recinto. La puerta secundaria se abre en el lado opuesto. Ambas puertas han sido totalmente reconstruidas a base de sillería de granito.

En el ángulo sureste hay una torre con cámara, que corta el paso del adarve y desde la que se cubre la entrada principal. En el ángulo noreste hay otra torre de planta cuadrada, que ha sido restaurada de forma que no se puede saber si disponía también de cámara. En el lienzo que las une hay un cubo semicircular, posiblemente añadido en tiempos posteriores a su construcción.

En el ángulo noroeste del lienzo norte hay otra torre también reconstruida completamente, por lo que tampoco se puede saber si contaba cámara. Entre ambas, y al igual que en el lienzo este, hay otro cubo semicircular.

La torre del homenaje, que corta el paso del adarve, cuenta con una amplia cámara cerrada con bóveda de cañón y con una escalera que lleva hasta la azotea. No hay constancia de la existencia de ningún matacán para defender la puerta, ya que la mitad superior de la torre ha sido reconstruida por completo, pero casi con seguridad debió de existir.

Actualmente no se observa la existencia de aljibes en el patio, pero es de suponer que cuenta con alguno, si bien deberá estar cegado.

Materiales:

La fábrica de todo el recinto es de paramentos de mampuesto de 2,2 metros de grosor, rellenos de tierra y cantería. No se observan mechinales en el interior de los lienzos dado que, al restaurarse, las murallas se encontraban a la mitad de altura que actualmente, pero en su amplia plaza de armas de casi 2.000 metros cuadrados debieron existir las habituales dependencias en este tipo de edificios: cuadras, almacenes, alojamientos para la tropa, etc.

Estado de conservación:

Restaurado casi en su totalidad.

Visitas:

Es de acceso libre.

Protección:

Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español. En el año 1993 la Junta de Andalucía otorgó reconocimiento especial a los castillos de la Comunidad Autónoma de Andalucía.

Fuente: CastillosNet.

martes, 8 de febrero de 2011

El Castillo de El Coronil

Fotografía: Benito Ruiz Peinado.

Situación:

El Castillo de El Coronil se encuentra en la localidad del mismo nombre.

Historia:

Su origen se remonta a la época de celtas e íberos, tiempo en el que se construyó una atalaya de vigilancia. Más tarde, esta construcción o sus restos, tras pasar por los romanos, fueron aprovechados por los árabes para construir una pequeña fortaleza ya en el siglo XI. Durante la Reconquista fue reformado debido al pésimo estado en el que se encontraba, y en 1381 acogió a las 15 familias que dieron lugar a la población que hoy conocemos, convirtiendo algunas de sus estancias en palacio para los Señores de la Villa en los siglos XV y XVI.

La fortaleza palacio dejó de mantenerse tras ser abandonada por los duques de Medinaceli. A finales del siglo XIX el castillo sirvió de almazara. Más tarde fue utilizado como cuartel de la Guardia Civil, y finalmente como casa de vecinos, conservada hoy día.

Descripción:

Una de las peculiaridades de la fortaleza es el haberse encontrado encalada en su totalidad aunque hoy tan sólo conserva una parte, ya que el resto se perdió con unas obras realizadas a principios del siglo XXI para sanear humedades en los muros. Conserva tan sólo un lienzo de almenas porque el resto se fueron eliminando al adaptarse el edificio a palacio, cuartel, etc.. En el interior de la torre del Homenaje se conservan algunos fragmentos de pared policromada del antiguo palacio.

Protección:

Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español. En el año 1993 la Junta de Andalucía otorgó reconocimiento especial a los castillos de la Comunidad Autónoma de Andalucía.

Fuente: CastillosNet.

domingo, 6 de febrero de 2011

La Torre de la Huerta de Martín Pérez


Situación:

La Torre de la Huerta de Martín Pérez se encuentra en la campiña sevillana, en el término municipal de Carmona. Su comunicación es bastante buena pues cerca se encuentra la carretera nacional.

Se puede llegar a ella por la antigua carretera N-IV, una vez pasada Carmona. Antes de llegar a la autovía, coger un carril que hay a la izquierda junto a la antigua calzada romana y que pasa por un túnel bajo la propia autovía.

Historia:

Los asentamientos humanos en esta zona se han sucedido desde muy antiguo, dada su situación en el valle del Guadalquivir. Se ha encontrado vasos campaniformes que se conservan en el museo arqueológico nacional de Madrid y datan de finales del neolítico, concretamente del calcolítico. Fue colonizada por los fenicios y cartagineses, y se convirtió en una ciudad romana de gran importancia como lo atestiguan las murallas y puertas, modificadas en la época almohade y, luego, en el siglo XVIII (puertas de Sevilla y Córdoba) y sobre todo la necrópolis, en el exterior de la ciudad, que contaba con no menos de ochocientas tumbas, algunas de las cuales tienen el aspecto de una villa romana.

En el año 884 Carmona sirvió de refugio a los sevillanos que huían de los normandos. En el año 895 esta plaza fue conquista por Al-Mudaffar. Tras cinco siglos de historia musulmana, Carmona fue reconquistada por Fernando III el Santo en el año 1247. Carmona sufrió el asedio de su vecina Sevilla hasta incorporarla a su reino en el año 1502.

Cerca de la torre de la Huerta de Martín Pérez mana un manantial, por lo que, como tantas otras torres, quizás su misión fuese vigilarlo. Como torre de vigía su misión es casi nula, ya que por un lado le tapa la visión una elevada meseta, y su única capacidad visual es hacia la vega que se extiende al este de Carmona, ubicada en una posición muchísimo más elevada y desde donde se tiene un campo visual de más de 30 kilómetros en días claros.

Descripción:

Torre de planta cuadrangular con unos 5 metros de lado y menos de 6 de altura, lo que le da un aspecto rechoncho y macizo. Construida en mampuesto, tiene bastantes restos de enlucido de mortero de cal y arena, aunque parecen modernos, ya que la torre ofrece muestra claras de haber sido usada como vivienda hasta hace poco tiempo, ya que se encuentra en una finca abandonada.

Protección:

Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español. En el año 1993 la Junta de Andalucía otorgó reconocimiento especial a los castillos de la Comunidad Autónoma de Andalucía.

Alrededores:

Otros monumentos y lugares de interés en Carmona son el anfiteatro romano, la necrópolis romana, las casas-palacio de don Alonso Bernal Escamilla, los Aguilar, los Domínguez, los Lasso, los Rueda, y del marqués de Las Torres, los conventos de la Concepción, Descalzas, Madre de Dios y Santa Clara, las ermitas de Nuestra Señora de Gracia y de San Mateo, las iglesias del Salvador, San Bartolomé, San Blas, San Felipe, San Pedro, Santa María y Santiago, la fuente de los Leones, el hospital de La Misericordia y de La Caridad, el Ayuntamiento, la casa de Las Descalzas, las plazas de San Fernando y de San Abastos, y el teatro Cerezo.

Fuente: CastillosNet.

sábado, 5 de febrero de 2011

Las lluvias traen más aves a los humedales sevillanos

Fotografía: Héctor Garrido.

Las lluvias caídas en Sevilla en las últimas semanas han ocasionado un aumento en las poblaciones de aves acuáticas. Esto ha provocado una subida de los hábitats potenciales de alimentación, refugio y reproducción.

Entre las especies con más presencia en la provincia se encuentra la Aguja colinegra, el Ánade azulón, el Ánsar común, Avefría europea, el Chorlito dorado europeo, Cigüeñuela común, Correlimos común, Cuchara común, Flamenco común o la Focha común. Los humedales que se concentran en dos grandes zonas de la provincia de Sevilla: las marismas del Guadalquivir y el Parque Natural de Doñana cuentan en la actualidad con un total de 34 zonas húmedas inventariadas, de las cuales 23 son Espacios Naturales Protegidos.

Fuente: NaturaHoy.

jueves, 3 de febrero de 2011

La Torre de Loreto

Fotografía: Rafa Lara.

Situación:

La Torre de Loreto se encuentra dentro del monasterio del mismo nombre, en el término municipal de Espartinas.

Historia:

Se encuentra sobre los terrenos de una antigua alquería árabe denominada Lorit. Aunque no se dispone de información que permita datar su construcción de forma precisa, parece ser que fue edificada en los años siguientes a la toma de Sevilla por Fernando III el Santo en 1248.

Puede que su edificación tan tardía sea consecuencia de que la zona de poniente del Aljarafe no cayó en manos castellanas hasta 1252, siendo el cometido de esta torre vigilar dicha zona. Una vez en manos castellanas toda la comarca, carecería de sentido gastar dinero y tiempo en la construcción de una torre de vigía que ya nada tendría que vigilar.

Descripción:

Es una torre de vigía desde la que se controlaría visualmente una amplia zona de Aljarafe, quedando los pueblos de Umbrete, Espartinas, Villanueva del Ariscal y Sanlúcar la Mayor dentro de su campo visual.

Su planta es cuadrada, de 8 metros de lado y 15 de altura. Está orientada conforme a los puntos cardinales, abriéndose la puerta de acceso en la cara este.

Dispone de dos cámaras. La inferior cuenta con bóveda de crucería, lo que nos permite descartarla como de origen árabe. Está desmochada, si bien el parapeto ha sido reconstruido en alguna de las restauraciones que ha sufrido a lo largo del tiempo.

Al estar rodeada de edificaciones modernas, no se ha podido ver si disponía de algún elemento defensivo extra, como camisa o foso. Así mismo, no se aprecia la existencia en algún momento de su historia de matacanes. En la fachada se observan parches de diferentes tipos de ladrillos usados a lo largo del tiempo para reparar sus paramentos, así como restos de revoco de cal.

Materiales:

La fábrica del edificio es enteramente de ladrillo, incluso los peldaños de la escalera interior. Cuenta con sillería esquinera de granito si bien, a la vista del pequeño tamaño de los sillares, cabe pensar que estos fueron reutilizados de algún edificio de las cercanías, ya que estando relativamente cerca la cantera de Gerena, si se hubieran cortado ex profeso para la torre habrían sido de mayor tamaño. No se observa en los mismos marcas de cantería. La empinada escalera que nos conduce a la cámara superior cuenta con bóvedas de medio punto, también fabricadas con ladrillo. Una aspillera da luz al interior de la misma.

Estado de conservación:

Su estado es en general bueno. El estar ubicada desde hace mucho tiempo dentro del convento de franciscanos, la ha librado del gamberrismo y el expolio que generalmente sufre nuestro Patrimonio Histórico a manos de los salvajes de siempre.

Propiedad y uso:

Actualmente, la primera cámara de la torre es usada como trastero por los frailes. No estaría de más que se plantearan su puesta en valor.

Visitas:

Al estar dentro de un recinto privado, sólo se puede acceder a la torre pidiendo permiso.

Protección:

Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español. En el año 1993 la Junta de Andalucía otorgó reconocimiento especial a los castillos de la Comunidad Autónoma de Andalucía.

Fuente: CastillosNet.