viernes, 30 de mayo de 2008

Día de San Fernando

Cada 30 de mayo Sevilla celebra la festividad de su patrón, San Fernando. Este santo monarca concluyó la reconquista de la capital el 23 de noviembre de 1248 tras meses de asedio, y aquí falleció en 1252 cuando tenía cincuenta y un años de edad. Este día, al menos este año, es festivo en la ciudad que celebra su fiesta local. Actos civiles, ceremonias religiosas y tradiciones centenarias se dan cita en esta jornada.

Durante el transcurso de las visitas se consagra Oficio Coral y Misa Conventual en el Altar Mayor de la Catedral, comenzando ésta a las 9:30 horas.

Al mediodía el Cuerpo de Ingenieros procederá a desfilar ante las autoridades militares y el numeroso público allí congregado, en homenaje del Santo Patrón.

Ya en horario vespertino y una vez realizadas las Vísperas en honor del Patrón, se procederá a la Salida Procesional, entorno a las 19:30 horas, desde la Iglesia Catedral de las imágenes de San Fernando y la Virgen de las Aguas, que fue trasladada el pasado lunes en Rosario de la Aurora desde la Iglesia Colegial del Divino Salvador.

Por un lado, la Asociación Musical "Álvarez Quintero" de Utrera acompañará a la Virgen de Las Aguas y, como novedad, la Banda de Música de "María Santísima de la Victoria" (Las Cigarreras) acompañará al Santo Rey, que el pasado año no llevaba música.

El recorrido será el siguiente: Puerta de Palos, Mateos Gago, Rodrigo Caro, Plaza de la Alianza, Joaquín Romero Murube, Plaza del Triunfo, y entrada por la Puerta de Palos.

jueves, 29 de mayo de 2008

Feria de Alcalá de Guadaira 2008



martes, 27 de mayo de 2008

El milagro de la vida

"El día del parto sentirás contracciones de alegría y verás, bendita mujer, el milagro de la vida. Con tu cordón umbilical soldarás fuerte el cariño entre una madre valiente y el más guapo de los niños. La baba se te caerá el día que te llame mami y será una maravilla cuando se vaya con el padre al fútbol vestio' del Sevilla. Te parecerá mentira lo pronto que pasa el tiempo cuando un día te encuentre y te diga, dale un besito a tu nieto, dale un besito a tu nieto".

Dedicado a todas aquellas familias sevillistas que han sido padres.

lunes, 26 de mayo de 2008

Macarena Norte

Entre la avenida de Pino Montano, la carretera de Miraflores, el núcleo residencial Las Almenas y un tramo de la Ronda del Tamarguillo se alza la barriada de San Diego, sobre terrenos tradicionalmente agrícolas. Aunque el Plan de Ordenación Urbana de 1946 los calificó como edificables y estuvieron incluidos en el Plan del Polígono Miraflores redactado en 1960, el carecer de defensa contra las riadas retrasó su edificación hasta los años setenta, cuando la Inmobiliaria Cobasa y Dragados y Construcciones SA comenzaron sus obras. Fueron ocho fases sucesivas que levantaron 2.155 viviendas en bloques de ocho a trece plantas y tres centros comerciales.

Dentro del barrio se distinguen las zonas correspondientes a San Diego Viejo y San Diego Nuevo. La primera se distingue por el color azul en sus torres; la segunda, por el color marrón de sus treinta torres. Esta dualidad la intensifica el hecho de que entre ambas zonas se encuentren el Colegio Hermanos Machado, unas instalaciones deportivas y 7unos jardines. San Diego Viejo se empezó a construir en 1971 y levantó en unos años 872 viviendas, en tanto que San Diego Nuevo se empezó a edificar en 1975 completando el barrio con 1.238 nuevas viviendas y dos centros comerciales.

En la acera izquierda de la Avda. de Pino Montano, la barriada de Los Carteros, que recuerda la profesión de algunos de sus primeros vecinos, se alzó sobre un espacio de terreno que había junto a las vías del ferrocarril de Cádiz, donde a finales de los años veinte existió un poblado de chozas ilegales de los obreros de las industrias que acababan de emplazarse en Miraflores. Por ello, el propietario de estos terrenos presentó un proyecto de parcelación en 1935, rotulándose sus calles en 1959 con nombres de escultores y pintores vinculados con Sevilla; sin embargo, hasta 1964 no se declaró zona urbanizable -tras sufrir en 1961 los graves daños de la riada del Tamarguillo- y fue entonces cuando se generalizaron las casas unifamiliares autoconstruidas de una planta, de características rurales en buena parte de las 226 parcelas construidas.

La antigua Huerta:

Sobre terrenos de la antigua Huerta o Hacienda de La Corza se edificó la barriada del mismo nombre. Aquella hacienda estaba próxima a la Alcantarila del Burón, que cruzaba el arroyo Tagarete, y fue parcelada en 1925, en lo que fue un primer proyecto de barriada de la Sociedad Cooperativa Inmobiliaria de España, en 1927, que no llegó a su fin. Tendría que ser el Patronato Municipal de Casas Baratas en el que construyera, desde 1931 hasta 1944, 320 viviendas para abastecer a una población de tipo rural y con necesidades económicas. Pero la lejanía del barrio hizo que las dotaciones de agua, alcantarillado, pavimentación y arbolado fueran deficientes, hasta tal punto que en 1945 el agua era transportada en tanques. Para colmo, el barrio hubo de ser evacuado en 1961 a causa de unas fuertes inundaciones y estuvo a punto de desaparecer con el Plan General de Ordenación Urbana que preveía su demolición, aunque no se llevó a cabo. Las viviendas primitivas, de una sola planta, adosadas y encaladas, ofrecían un aspecto rural en las afueras de la ciudad de Sevilla, pero casi nada queda de ellas pues el patronato Municipal de vivienda llevó a cano un proyecto de recuperación en varias fases cuya primera afectó a 103 viviendas, ahora de dos plantas.

Cazadero de patos:

La barriada (Marismar, SA), la tranquila barriada de Santa María de Ordás se construyó en los años 70 sobre terrenos de las huertas Haza del Castillo y parte del Cisneo alto, también conocidas por las lagunas de los patos, porque este lugar era un cazadero de patos y ánsares que venían a descansar a la Laguna del Cisneo Alto. Durante los dos primeros tercios del XX esta zona tendría un fuerte desarrollo industrial que afectó a toda la zona comprendida entre la Avenida de Miraflores y la carretera de Carmona. El proceso de edificación de esta barriada, donde predominan los bloques de cinco plantas, se dividió ent tres fases. Sus bloques, bautizados cada uno con el nombre de un pintor, tienen como eje principal la calle Santa María de Ordás, desde donde se accede a las calles de la barriada, donde predominan los jardines y las zonas peatonales y recreativas.

Las Naciones y el Parque Atlántico nacen a finales de los años setenta sobre terrenos del antiguo Cortijo de Santa Elena la primera y de la antigua Huerta de San Matías, la segunda, Ordenadas en el Plan Parcial del Cortijo de Ramírez a mitad de los setenta, a finales de la década ya estaba habitada la primera fase de Las Naciones, ya mitad de los ochenta el Parque Atlántico, aunque las edificaciones han seguido aumentando, como es el caso de Las Dalias. Todas sus urbanizaciones tienen en común sus grandes bloques y sus espacios peatones entre ellas.

Fuente: ABC.

Taifa de Sevilla

Reino de Taifa de Sevilla - Siglo XI

El reino taifa de Sevilla es uno de los que surgió en Al-Ándalus tras la desaparición del poder central de Córdoba y abarca los años 1023 a 1091, siendo gobernado por la familia de los abadíes de origen árabe, siendo primero Abú al-Qasim, seguido por su hijo Al-Mutadid y continuado por el último de la dinastía Al-Mu'tamid.

Consiguieron dominar toda Andalucía occidental y Murcia, pero debido a los tributos que debían pagar al rey de Castilla la potencia en que se hubo convertido se fue debilitando con el tiempo, siendo tomada por los almorávides en 1091.

Además de las intrigas y ansias de conquistas confluyeron otras artes en el reino, como el poeta de Almería Ibn al-Abbâr autor de epístolas, el poeta Abû `Âmir ibn Maslama o Abû l-Walîd al-Himyarî, que recopiló la obra de ambos en una antología.

Al-Mutadid también escribió poesía (fue enseñado en el arte por el poeta Abu Bakr ibn Ammar) siendo de una crueldad destacable, y lo mismo hizo el hijo de este, Al-Mu'tamid que fue íntimo amigo del poeta Abu Bakr Muhammad Ibn al-`Ammâr del que se destaca la victoria obtenida tras jugar una partida de ajedrez contra Alfonso VI. Al-Mu'tamid se hizo amante de la futura reina Itimad (Rumaykiyya), hecho prisionero por sus propios compañeros de batalla, los almorávides y finalmente asesinado.

Los hijos de Al-Mu'tamid, al-Rašid y al-Râdî también destacaron en la literatura pero en nada más, con este rey finalizó la taifa de Sevilla.

Fuente: Wikipedia

miércoles, 21 de mayo de 2008

Corpus Christi 2008

"Hay tres jueves en el año que relumbran mas que el Sol, Jueves Santo, Corpus Christi y el día de la Ascensión".

domingo, 18 de mayo de 2008

El Tiro de Línea


El barrio del Tiro de Línea ocupa una superficie de terreno superior incluso a lo que habitualmente estamos acostumbrados a llamar como tal los sevillanos; en sus terrenos se construyeron varias barriadas, unas por el ramo de Artillería, destinadas a militares y empleados de la Pirotecnia, otras por la obra sindical del Hogar, y algunas por iniciativa privada. Así nacieron Santa Bárbara, Santa Genoveva, Coronel Ruiz de Toledo (Pirotecnia o Casas Amarillas), Los Quintero, Los Diez Mandamientos, Felipe II y los Bloques Giralda. todas ellas tienen en común el estar situadas en un extraordinario eje de comunicaciones de la ciudad, lo que les permite dirigirse en pocos minutos a cualquier punto de Sevilla, con especial cercanía para las zonas centro, sur y este. sin duda, la creación de la ronda de María Auxiliadora y la desaparición de la vía del ferrocarril de Cádiz han sido factores decisivos para su definitiva integración en la ciudad, a lo que contribuyen, además, la Avda. Diego Martínez Barrios, la Avda. Alcalde Juan Fernández, General Merry y Felipe II; a través de la autovía a la universidad Pablo de Olavide cuenta también con un muy próximo enlace con la circunvalación de Sevilla.

Está documentado que los terrenos del Tiro de Línea eran utilizados a mitad del pasado siglo para que el ganado pastara en ellos durante la celebración de la feria y reciben su nombre porque allí realizaban ejercicios de tiro los militares, que probaban los cañones realizados en la Fundición de San Bernardo. Con la legada de la Exposición Iberoamericana de 1929, y para solucionar los problemas de viviendas motivados por las oleadas migratorias de trabajadores, se trató de habilitar estos terrenos tradicionalmente agrícolas para construir una nueva zona urbana en Sevilla. Por ello, en 1921 se inicia su parcelación y de 1924 a 1926 la Cooperativa de Empleados construye unos bloques entre las actuales Coullaut Valera y Concepción Arenal promovidos por la Pirotecnia, pioneros del barrio; tres años más tarde el Ayuntamiento donó terrenos para que las familias pudieran construirse sus viviendas, con la única restricción de realizarlas en menos de cuatro año; en 1933, y ante el aumento de la población de la zona, se creyó conveniente nominarlo por lo que se bautizó como Barriada de la República, denominación que no tuvo ni tiempo para arraigar y en 1958 se renominó como Barrio de Nuestra Señora de la Merced, pero popularmente siempre ha sido conocido como Tiro de Línea.

El Crecimiento del Barrio:

en 1936 la Obra Asistencial Familiar edificó la zona comprendida actualmente entre Ángel Ganivet y Miguel Servet. El barrio crecía sin cesar y prueba de ello es que contó con una línea de tranvía desde 1942, y en 1944 se canalizaron las aguas. Asistimos a un momento de incesante sucesión de edificaciones: en 1951 el Ministerio de la Vivienda construye los bloques que crean Anaya y Maldonado; en 1956 se alzan los Grupos de la Pirotecnia o Coronel Ruiz de Toledo sobre terrenos de la Huerta del Rey, destinados a los trabajadores de la fábrica de Pirotecnia; el ramo de artillería construye las viviendas de Santa bárbara en 1960 y en 1961 el Patronato de Casas Militares levanta los bloques que estrecharon la calle Almirante Topete y crearon Alcalde Horacio Hermoso Araujo. sobre terrenos de las Huertas de las Eras se construyó por iniciativa de la Obra Sindical del Hogar y Arquitectura la barriada de Santa Genoveva, que lleva este nombre por la esposa del General Queipo de Llano y que se entregó definitivamente en 1963. Más de 2.200 viviendas aportarían la barriada de Los Quintero, Los Diez Mandamientos y Felipe II; la primera terminó su edificación en 1965, iniciada cuatro años antes por la obra Sindical del Hogar y Arquitectura. De este modo, en 1967 estaba totalmente terminada la barriada, entre cuyos bloques amarillos de cuatro pisos abundan las zonas peatonales.

El Complejo Parroquial:

Más adelante, el núcleo residencial se completaría con al construcción del Complejo Parroquial Nuestra Señora de la Merced, compuesto por iglesia y colegio, con fachadas a General Merry. Los Diez Mandamientos, recibió este nombre porque para los vecinos de la zona sus dos primeros bloques recordaban a Las Tablas de la Ley; curiosamente, se compone de diez edificios iguales de color rojizo que fueron construidos en la década de los sesenta, también promovidos por la Obra Sindical del Hogar y Arquitectura.

En 1963 comenzó la construcción de Felipe II, conjunto urbano formado por tres tipos de bloques, dos paralelos entre sí y perpendiculares a la calle Sierra Morena, con un espacio libre central con palmeras y zonas infantiles y de recreo, y un tercer grupo formado por dos bloques perpendiculares a los anteriores que disfrutan igualmente de un amplio espacio arbolado con diversas especies arbóreas (naranjos, álamos, plátanos, cipreses, cedros, chopos, etc.). Por último, hay que señalar que los bloques Giralda se construyeron en 1968 por iniciativa de emigrantes que volvían del extranjero, principalmente de Alemania.

Fuente: ABC.

viernes, 16 de mayo de 2008

El Porvenir

A muy pocos metros del parque de María Luisa y las plazas de España y América, los barrios de El Porvenir, Huerta de la Salud y Felipe II se acercan desde el sur al centro histórico de Sevilla como si siempre hubieran formado parte de él. Hacia el este y gracias a la ronda María auxiliadora-Los Remedios, la avenida de la Paz y la Ronda del Tamarguillo, son barrios perfectamente comunicados con todos los puntos de la ciudad, con los pueblos de la campiña y las distintas salidas de Sevilla.

El Porvenir se levantó sobre terrenos que formaron parte del Ejido de la ciudad, donado por Alfonso X el Sabio; eran terrenos inundables por las crecidas del arroyo Tagarete y también zona de pastos para el ganado que iba a ser sacrificado en el matadero de la puerta de la Carne; asimismo se sabe que a finales de la Edad Media existió una ermita bajo la advocación de San Sebastián, con un cementerio que fue ampliado con motivo de las epidemias. con el paso de los años estas tierras alcanzaron el siglo XIX privatizadas y convertidas en huertas, creándose alrededor de la citada ermita uno de los primeros cementerios públicos, que desapareció con la creación del de San Fernando. a comienzos de este siglo las huertas, llamadas de San Sebastián, del Carmen, del rosario y del Fraile eran propiedad de las familias Camino y Zambrano, que las vendieron y cedieron al Ayuntamiento de la ciudad para construir viviendas con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929, en un entorno donde, en 1912, frente al barrio, ya se había levamtado la fábrica de gas y electricidad, obra de Aníbal González. Siguiendo el proyecto de Juan Talavera, El Porvenir se parceló en 1914, previéndose la construcción de hotelitos para la burguesía y casas baratas para los obreros. Por entonses se le llamó barrio de San Sebastián, por la ermita de este nombre -transformada hoy en parroquia- y así llegó hasta la celebración de la Exposición Iberoamericana, cuando la mayoría de sus calles todavía eran de propiedad particular y estaban rotuladas con nombres relacionados con los países americanos.

El Eje Felipe II:

Más adelante, en 1937, se urbanizaron las dos zonas creadas a ambos lados del eje Felipe II con vías de cinco, seis y siete metros de calzada y aceras con arbolado, dándole carácter de ciudad jardín al margen izquierdo en tanto que el derecho se edificó con bloques de viviendas de varias plantas. Barrio puramente residencial, con un notable calidad de vida y muy buenos equipamientos, está compuesto por hermosos chalets ajardinados, de dos y tres plantas, especialmente en el lado izquierdo de Felipe II, y manzanas de bloques de pisos en el lado contrario, donde destacan los levantados en lo que fuera conocido como la Casa Flex. A sus históricas bodeguitas y tabernas se unen buenas cafeterías y pubs nocturnos. su proximidad al parque de María Luisa, al que se adentra por las espaldas del que fuera Pabellón Real, por la plaza de América, hacen que este barrio esté en continua revalorización. Por otra parte, junto a El Porvenir, entre las calles Plácido Fernández Viagas, Avenida de la Borbolla y la Nueva Ronda de María Auxiliadora-los Remedios se localiza la barriada Huerta de la Salud, edificada sobre parte de la huerta del mismo nombre, y documentada por vez primera en un plano de 1884. Terrenos colindantes al Prado de San Sebastián, donde desde 1847 se celebraba la Feria de Abril, en 1886 aparece desmembrada la Huerta de la Cruz de la Huerta de la Salud y en 1891 el ramo de guerra obtuvo unos terrenos del Ayuntamiento para levantar un cuartel de zapadores, el actual cauce de Ingenieros (1910).

Locales industriales:

En esta zona se encontraban además distintos almacenes y locales industriales, entre los que destacan los de los herederos de Luca de Tena, Pacheco y Sevillana Endesa, que tuvo una central térmica (1906) en el lugar que hoy ocupa el edificio social de esta compañía. La urbanización de la Huerta de la Salud se realizó en la década de los setenta, al ir desapareciendo las instalaciones industriales, que fueron sustituidas por bloques de viviendas de considerable altura.

Hacia el este, entre General Merry, Sierra Vicaria, Amores y Amoríos y Sierra Morena, se encuentra la barriada de Felipe II, que ocupa un espacio cuadrangular integrado por tres tipos de bloques, dos de ellos paralelos entre sí y perpendiculares a Sierra Morena, con un espacio central con palmeras para recreo y zonas infantiles; el tercer grupo está formado por dos bloques perpendiculares a los anteriores y con fachadas a la calle Amores y Amoríos, que dejan asimismo espacio arbolado, donde destacan naranjos, álamos, plátanos, cipreses, etc. La construcción de viviendas se inició en 1962, levantándose distintos edificios de cinco plantas rematados por azoteas. Es una barriada popular con escasos equipamientos pero extraordinarias comunicaciones con el resto de la ciudad.

Fuente: ABC.

La Puerta de Marchena

La magnífica portada de estilo gótico final que hoy hermosea los jardines del Alcázar sevillano procede de Marchena, concretamente del palacio Ducal cuya Plaza de Armas es hoy la marchenera Plaza Ducal. Allí estuvo ubicado el palacio de los Duques de Arcos y posteriormente propiedad del Duque de Osuna a partir del S. XVII. La obra pertenece a la época de los Reyes Católicos, siendo un ejemplar interesante de dicho estilo con decoración gótica y elementos renacentistas abundando los motivos heráldicos. Se puede fechar sobre el año 1492 y se podría asignar a la producción del artista Juan Guas tanto por motivos estilísticos como por la relación de este arquitecto con los linajes propietarios del palacio. La portada, que no daba acceso a ninguna estancia de la casa sino a un patio apeadero, sufrió una modificación en la década de los años 1540 añadiéndose la reja de la parte superior y las figuras de salvajes que portan escudos con armas heráldicas señalando el nuevo linaje propietario del señorío.

La portada, en palabras de Juan Luis Ravé, sigue en su composición las estructuras típicas del mudéjar civil caracterizado por líneas verticales que enmarcan la portada, vano adintelado para el acceso, aparición de alfiz, decoración profusa propia del estilo y remates en cornisa que sigue las plantas de los retablos góticos de batea. Se estructura con pináculos laterales y dos figuras de salvajes en las jambas que sostienen sendos escudos heráldicos con las armas de los Ponce de León el de la izquierda y de los Figueroa y Fernández de Córdoba el de la derecha. El autor de estas esculturas es Esteban Jamete y se pueden fechar en torno a 1544. La puerta, sobre la que aparece un león, es adintelada y se remata con un arco conopial sobre el que se coloca un antepecho calado. De nuevo aparecen en la parte superior motivos heráldicos: un águila y un león en el remate de loa pináculos, “símbolos que aluden a los ideales de la institución señorial: poder terrenal y altura espiritual”. También aparecen de nuevo escudos heráldicos que llevan las armas de los Ponce de León y del linaje de los Pacheco. Para el profesor Morales este detalle hace pensar que tal vez la portada se hiciese durante la minoría de edad de don Rodrigo Ponce de León, primer Duque de Arcos, dado que su abuela paterna y tutora era doña Beatriz Pacheco cuyas armas aparecen en la portada.

Fue colocada en este lugar en el verano del año 1913 por deseo del rey Alfonso XIII cuando desapareció el palacio Ducal. El arquitecto que dirigió está empresa fue don Vicente Traver y Tomás. La puerta de Marchena fue despiezada "in situ" y montada de nuevo en los jardines del Alcázar para comunicar la llamada Huerta del Retiro con el jardín de la China. La puerta fue adosada a la Torre del Enlace y adquirida con su peculio particular por S. M. el rey Alfonso XIII en la subasta de los bienes de la Casa Ducal de Osuna siendo comprada en su nombre por don Benigno Vega Inclán y Fratel, Marqués de Vega Inclán, académico de la Historia y gran especialista en jardines[. La puerta costó en total 8.850 pesetas incluidos los gastos de desmontaje y embalaje.

El palacio de los Duques de Arcos ocupaba el sector urbano más emblemático de Marchena, frente al Ayuntamiento, encontrándose hoy en su lugar un bloque de viviendas. “ La portada venía a cumplir en el conjunto de la alcazaba una doble función: separar el área pública del castillo del área privada y darle de una entrada representativa”.

Tras la muerte el 2 de junio de 1882 de don Mariano Téllez Girón, Duque de Osuna, con unas deudas que sumaban los 43 millones de pesetas los acreedores se lanzan como aves de rapiña sobre uno de los mayores patrimonios nobiliarias que aún quedaban en España. Los prestamistas toman lo que pueden pues la quiebra era total. Ahí comienza el expolio del palacio ducal puesto en manos de anticuarios y comerciantes y hasta sus piedras y mármoles se emplean para edificar casas en la localidad. Del palacio, que tuvo tres plantas con una gran portada barroca y entre sus muros tapices de Rubens y cuadros de El Greco y de Ribera e incluso albergó dos conventos no quedó piedra sobre piedra y hoy día solo conservamos el apeadero, patio de carruajes, parte de murallas y la puerta del Tiro de Santa María. La portada estuvo a punto de salir de España pero el buen criterio del Rey lo impidió al comprarla para su alcázar sevillano. El magnate de la prensa norteamericano Willian Randolph Hearst intentó comprar para su castillo la portada en 1912 pero el Rey ejercicio el derecho de retracto en nombre del Estado español por mediación del Marqués de la Vega Inclán como hemos indicado anteriormente. Aunque no llegó a llevarse la portada si que logró hacerse con dos artesonados, localizados en su castillo californiano de San Simeón por el profesor de la Escuela de Arquitectura de Madrid don José Miguel Merino de Cáceres. Dicho castillo es hoy día todo un museo, contando con obras de artes de todas las épocas y entre ellas 87 artesonados procedentes de España. La portada principal de su castillo es una reproducción de la puerta marchenera que no logró llevarse. Los artesanados y frisos que hoy tiene la escalera que da al patio de la llamada Casa de la Condesa de Lebrija provienen también del mismo palacio marchenero, según la propia doña Regla Manjón afirma.

Fuente: Colonia-Julia-Romula-Hispalis

martes, 13 de mayo de 2008

Portada del Corpus 2008


La delegada de Fiestas Mayores, Rosamar Prieto, ha presentado el boceto de las portadas del Corpus que han empezado a levantarse en la plaza de San Francisco y por la que discurrirá la procesión el próximo 22 de mayo.

Las portadas se inspiran en la fachada del templo de la hermandad de La Carretería a solicitud de ésta con motivo de su 250 aniversario. La portada cuenta con una altura de 14 metros y una anchura de 9 metros. El peso de cada portada es de 25.000 kilos y cuentan con 600 metros cuadrados de tableros ornamentales. Asimismo, la mano de obra estimada es de 1000 horas para el montaje y 200 horas para el desmontaje. El diseño ha corrido a cargo de Rafael Carretero, José Miguel Fernández Astasio y Santiago Ortiz. Además la delegación de Fiestas Mayores llevará a cabo el montaje del altar en el que se situará la imagen de la Hiniesta de Gloria en víspera de la procesión y durante la celebración de ésta.

Fuente: http://www.sevilla.org

IV Mercado medieval


Del 15 al 18 de mayo en el Prado de San Sebastián.

Tres culturas (musulmana, cristina y judía) se reflejan en esta celebración que cuenta con un centenar de artesanos venidos de todos los puntos de la geografía española, además de Portugal Italia, Alemania, Marruecos, Túnez, Francia e Inglaterra.

En el Mercado se retoma el ambiente de la época medieval, y en esta IV edición la intención es profundizar en la historia de esta época mostrando al visitante una cuidada puesta en escena con mercaderes ataviados con sus coloridos trajes, artesanos, tapiceros, trovadores, bufones, pregoneros, e incluso el arte de la espada.

Fuente: http://www.sevilla.org

Góngora

Luis de Góngora y Argote (Córdoba, 11 de julio de 1561 - ibíd. 23 de mayo de 1627). Sacerdote, poeta y dramaturgo español del Siglo de Oro, máximo exponente de la corriente literaria conocida como culteranismo o gongorismo, que más tarde imitarían otros artistas. Sus obras fueron objeto de exégesis ya en su misma época.

Era hijo del juez de bienes confiscados por el Santo Oficio de Córdoba don Francisco de Argote y de la noble dama Leonor de Góngora. Estudió en Salamanca, tomó órdenes menores en 1585 y fue canónigo beneficiado de la catedral cordobesa, donde fue amonestado ante el obispo Pacheco por acudir pocas veces al coro y por charlar en él, así como por acudir a diversiones profanas y componer versos satíricos. Desde 1589 viajó en diversas comisiones de su cabildo por Navarra, y por Andalucía y ambas Castillas (Madrid, Salamanca, Granada, Jaén, Cuenca, Toledo). Compone entonces numerosos sonetos, romances y letrillas satíricas y líricas, y músicos como Diego Gómez, Gabriel Díaz, Claudio de la Sablonara o Capitán le buscan para musicar estos poemas. En 1609 regresa a Córdoba y empieza a intensificar la tensión estética y el barroquismo de sus versos. Entre 1610 y 1611 escribe la Oda a la toma de Larache y en 1613 el Polifemo, un poema en octavas que parafrasea un pasaje mitológico en su Fábula de Atis y Galatea; el mismo año divulga en la Corte su más ambicioso poema, las incompletas Soledades. Este poema desata una gran polémica a causa de su oscuridad y afectación y le crea una gran legión de seguidores, los llamados poetas culteranos (Salvador Jacinto Polo de Medina, fray Hortensio Félix Paravicino, Francisco de Trillo y Figueroa, Gabriel Bocángel, el Conde de Villamediana, sor Juana Inés de la Cruz, Pedro Soto de Rojas, Miguel Colodrero de Villalobos), así como enemigos entre conceptistas como Francisco de Quevedo o casticistas como Lope de Vega o Lupercio y Bartolomé Leonardo de Argensola. Algunos de estos, sin embargo, llegaron con el tiempo a militar entre sus defensores, como Juan de Jáuregui. El caso es que su figura se revistió de aun mayor prestigio, hasta el punto de que Felipe III le nombró capellán real en 1617; para desempeñar tal cargo, vivió en la Corte hasta 1626, arruinándose para conseguir cargos y prebendas a casi todos sus familiares; al año siguiente, 1627, perdida la memoria, marchó a Córdoba, donde murió de una apoplejía en medio de una extrema pobreza. Velázquez lo retrató con frente amplia y despejada, y por los pleitos, los documentos y las sátiras de su gran enemigo, Francisco de Quevedo, sabemos que era jovial, sociable, hablador y amante del lujo y de entretenimientos como los naipes y los toros, hasta el punto de que se le llegó a reprochar frecuentemente lo poco que dignificaba los hábitos eclesiásticos. En la época fue tenido por maestro de la sátira, aunque no llegó a los extremos expresionistas de Quevedo ni a las negrísimas tintas de Juan de Tassis y Peralta, segundo Conde de Villamediana, que fue amigo suyo y uno de sus mejores discípulos poéticos.

En sus poesías se solían distinguir dos períodos: el tradicional, en que hace uso de los metros cortos y temas ligeros. Para ello la segunda es solamente una intensificación de estos recursos realizada por motivos estéticos.

Obra:

Aunque Góngora no publicó sus obras (un intento suyo en 1623 no fructificó), éstas pasaron de mano en mano en copias manuscritas que se coleccionaron y recopilaron en cancioneros, romanceros y antologías publicados con su permiso o sin él. Durante un tiempo se creyó que el manuscrito más autorizado era el llamado ''Manuscrito Chacón'' (copiado por Antonio Chacón, Señor de Polvoranca, para el Conde-Duque de Olivares), ya que contiene aclaraciones del propio Góngora y la cronología de cada poema; pero este manuscrito, habida cuenta del alto personaje al que va destinado, prescinde de las obras satíricas y vulgares. El mismo año de su muerte, sin embargo, Juan López Vicuña publicó ya unas "Obras en verso del Homero español" que se considera también muy fiable e importante en la fijación del "corpus" gongorino; sus atribuciones suelen ser certeras; aún así, fue recogida por la Inquisición y después superada por la de Gonzalo de Hoces en 1633. Por otra parte, las obras de Góngora, como anteriormente las de Juan de Mena y Garcilaso de la Vega, gozaron el honor de ser ampliamente glosadas y comentadas por personajes de la talla de Díaz de Rivas, Pellicer, Salcedo Coronel, Salazar Mardones, Pedro de Valencia y otros. Aunque en sus obras iniciales ya encontramos el típico conceptismo del barroco, Góngora, cuyo talante era el de un esteta descontentadizo («el mayor fiscal de mis obras soy yo», solía decir), quedó inconforme y decidió intentar según sus propias palabras «hacer algo no para muchos» e intensificar aún más la retórica y la imitación de la poesía latina clásica introduciendo numerosos cultismos y una sintaxis basada en el hipérbaton y en la simetría; igualmente estuvo muy atento a la sonoridad del verso, que cuidaba como un auténtico músico de la palabra; era un gran pintor de los oídos y llenaba epicúreamente sus versos de matices sensoriales de color, sonido y tacto. Es más, mediante lo que Dámaso Alonso, uno de sus principales estudiosos, llamó elusiones y alusiones, convirtió cada uno de sus poemas últimos menores y mayores en un oscuro ejercicio para mentes despiertas y eruditas, como una especie de adivinanza o emblema intelectual que causa placer en su desciframiento. Es la estética barroca que se llamó en su honor gongorismo o, con palabra que ha hecho mejor fortuna y que tuvo en su origen un valor despectivo por su analogía con el vocablo luteranismo, Culteranismo, ya que sus adversarios consideraban a los poetas culteranos unos auténticos herejes de la poesía.

La crítica desde Marcelino Menéndez Pelayo ha distinguido tradicionalmente dos épocas o dos maneras en la obra de Góngora: el «Príncipe de la Luz», que correspondería a su primera etapa como poeta, donde compone sencillos romances y letrillas alabados unánimemente hasta época Neoclásica, y el «Príncipe de las Tinieblas», en que a partir de 1610, en que compone la oda A la toma de Larache se vuelve autor de poemas oscuros e ininteligibles. Hasta época romántica esta parte de su obra fue duramente criticada e incluso censurada por el mismo neoclásico Ignacio de Luzán. Esta teoría fue rebatida por Dámaso Alonso, quien demostró que la complicación y la oscuridad ya están presentes en su primera época y que como fruto de una natural evolución llegó a los osados extremos que tanto se le han reprochado. En romances como la Fábula de Píramo y Tisbe y en algunas letrillas aparecen juegos de palabras, alusiones, conceptos y una sintaxis latinizante, si bien estas dificultades aparecen enmascaradas por la brevedad de sus versos, su musicalidad y ritmo y por el uso de formas y temas tradicionales.

Poemas:

Se suele agrupar su poesía en dos bloques, poemas menores y mayores, correspondientes más o menos a dos etapas poéticas sucesivas. En su juventud, Góngora compuso numerosos romances, de inspiración literaria, como el de Angélica y Medoro, de cautivos, de tema piratesco o de tono más personal y lírico, algunos de ellos de carácter autobiográfico en los que narra sus recuerdos infantiles, y también numerosas letrillas líricas y satíricas y romances burlescos. La gran mayoría son una constante acumulación de juegos conceptistas, equívocos, paronomasias, hipérboles y juegos de palabras típicamente barrocos. Entre ellos se sitúa el largo romance Fábula de Píramo y Tisbe (1618), complejísimo poema que fue el que costó más trabajo a su autor y tenía en más estima, y donde se intenta elevar la parodia, procedimiento típicamente barroco, a categoría tan artística como las demás. La mayor parte de las letrillas están dirigidas, como en Quevedo, a escarnecer a las damas pedigüeñas y a atacar el deseo de riquezas. Merecen también su lugar las sátiras contra distintos escritores, especialmente Quevedo o Lope de Vega.

Junto a estos poemas, a lo largo de su vida no dejó Góngora de escribir perfectos sonetos sobre todo tipo de temas (amorosos, satíricos, morales, filosóficos, religiosos, de circunstancias, polémicos, laudatorios, funerarios), auténticos objetos verbales autónomos por su intrínseca calidad estética y donde el poeta cordobés explora distintas posibilidades expresivas del estilo que está forjando o llega a presagiar obras venideras, como el famoso «Descaminado, enfermo, pereque anuncia las Soledades. Entre los tópicos usuales (carpe diem, etc.) destacan, sin embargo, como de más trágica grandeza los consagrados a revelar los estragos de la vejez, la pobreza y el paso del tiempo por el poeta, que son los últimos.

Los poemas mayores fueron, sin embargo, los que ocasionaron la revolución culterana y el tremendo escándalo subsiguiente, ocasionado por la gran oscuridad de los versos de esta estética. Son la Fábula de Polifemo y Galatea (1612) y las incompletas e incomprendidas Soledades (la primera compuesta antes de mayo de 1613). El primero narra mediante la estrofa octava real un episodio mitológico de las Metamorfosis de Ovidio, el de los amores del cíclope Polifemo por la ninfa Galatea, que le rechaza. Al final, Acis, el enamorado de Galatea, queda convertido en río. Se ensaya ahí ya el complejo y difícil estilo culterano, lleno de simetrías, transposiciones, metáforas de metáforas o metáforas puras, hipérbaton, perífrasis, giros latinos, cultismos, anezca a medida que va siendo descifrado.

Soledades:

Las Soledades iba a ser un poema en silvas, dividido en cuatro partes, correspondientes cada una alegóricamente a una edad de la vida humana y a una estación del año, y serían llamadas Soledad de los campos, Soledad de las riberas, Soledad de las selvas y Soledad del yermo. Pero Góngora sólo compuso la dedicatoria al Duque de Béjar y las dos primeras, y dejó inconclusa la segunda, de la cual los últimos 43 versos fueron añadidos bastante tiempo después. La estrofa no era nueva, pero sí era la primera vez que se aplicaba a un poema tan extenso. Su forma, de carácter aestrófico, era la que daba más libertad al poeta, que de esa manera se acercaba cada vez más al verso libre y hacía progresar la lengua poética hasta extremos que sólo alcanzarían los poetas del Parnasianismo y el Simbolismo francés en el siglo XIX.

Góngora ofrece una naturaleza arcádica, donde todo es maravilloso y donde el hombre puede ser feliz, depurando estéticamente su visión, que sin embargo es rigurosamente materialista y epicúrea (intenta impresionar los sentidos del cuerpo, no sólo el espíritu), para hacer desaparecer todo lo feo y desagradable.

Las Soledades causaron un gran escándalo por su atrevimiento estético y su oscuridad hiperculta; las atacaron Francisco de Quevedo, Lope de Vega, el Conde de Salinas y Juan de Jáuregui (quien compuso un ponderado Antídoto contra las Soledades y un Ejemplar poético contra ellas, pero sin embargo acabó profesando la misma o muy semejante doctrina), entre otros muchos ingenios, pero también contó con grandes defensores y seguidores, como Francisco Fernández de Córdoba (Abad de Rute), el Conde de Villamediana, Gabriel Bocángel, Miguel Colodrero de Villalobos y, más allá del Atlántico, Juan de Espinosa Medrano y Sor Juana Inés de la Cruz. Con las Soledades, la lírica castellana se enriqueció con nuevos vocablos y nuevos y poderosos instrumentos expresivos, dejando la sintaxis más suelta y libre que hasta entonces. Los poemas de Góngora merecieron los honores de ser comentados poco después de su muerte como clásicos contemporáneos, como lo habían sido tiempo atrás los de Juan de Mena y Garcilaso de la Vega en el siglo XVI. Los comentaristas más importantes fueron José García de Salcedo Coronel, autor de una edición comentada en tres volúmenes (1629-1648), José Pellicer de Ossau, quien compuso unas Lecciones solemnes a las obras de don Luis de Gongora y Argote (1630) o Cristóbal de Salazar Mardones, autor de una Ilustración y defensa de la fábula de Piramo y Tisbe (Madrid, 1636). En el siglo XVIII y XIX, sin embargo, se reaccionó contra este barroquismo extremo, en un primer momento utilizando el estilo para temas bajos y burlescos, como hizo Agustín de Salazar, y poco después, en el siglo XVIII, relegando la segunda fase de la lírica gongorina y sus poemas mayores al olvido. Sin embargo, por obra de la Generación del 27 y en especial por su estudioso Dámaso Alonso, el poeta cordobés pasó a constituirse en un modelo admirado también por sus complejos poemas mayores. A tal extremo llegó la admiración que incluso se intentó la continuación del poema, con fortuna en el caso de Alberti (Soledad tercera).

Fuente: Wikipedia.

Pino Montano

Pino Montano es un barrio con el alma joven, donde se han contagiado los vecinos del buen vivir, acercando a la ciudad para sí aunque comenzaron alejados. Mantuvieron los oficios, los comercios y la alegría desde el primer momento para, sin depender de la urbe, formar parte de ella. Sus decenas de miles de habitantes así lo han configurado desde este conjunto urbano que es capaz de transmitir a la ciudad tanto como recibe de ella.

El Cortijo de Pino Montano, sobre cuyos terrenos se alzó el barrio, es un lugar sobre el que pesa la leyenda: villa romana, en la actualidad enterrada junto a la SE-30 bajo la torre mudéjar, fue propiedad del torero Joselito el Gallo y más tarde pasó a manos de su hermana, casada con Ignacio Sánchez Mejías, el torero que inmortalizara García Lorca, gran amigo suyo y que tantas veces frecuentara este cortijo.

Fuente de Inspiración:

De hecho, en él se inspiró el poeta para componer el Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías, una de sus obras más conocidas. Aquella Hacienda sigue existiendo en la actualidad, en perfecto estado de conservación, y habitado por los descendientes directos de Joselito el Gallo e Ignacio Sánchez Mejías. Únicamente ha variado su extensión, en cuanto a hectáreas, y las antiguas cuadras de la finca, las cuales se vendieron hace años junto con la plaza de toros y donde justo hoy aparece ubicado un restaurante.

Alejada de la ciudad, en esta Hacienda se levantarían, hace más de treinta años, las primeras edificaciones; en nuestros días continúa la expansión del barrio con nuevos conjuntos residenciales.

Fue a finales de los años sesenta cuando el Patronato Municipal de la Vivienda proyectó la construcción de un barrio obrero; aquella iniciativa estaba amparada en la defensa que ofrecían estos terrenos ante las inundaciones al norte de la ciudad, consecuencia del nuevo cauce del Tamarguillo. El proyecto se aprobó en 1968 aunque las obras no comenzaron hasta 1973 y las viviendas entregadas en 1975. Fueron 1120 viviendas oficiales a las que se fueron añadiendo sin cesar hasta la fecha otras fases (1979, 1981, 1985, 1991, etc.). Son grupos que aún se pueden diferenciar por la tipología de su edificación: colores de fachadas, ladrillo visto, soportales, etc. La barriada está dividida en varios sectores entre los que predominan los nombres de oficios tanto masculinos como femeninos y donde se encuentre Nuestra Señora de la Consolación, una de las primeras fases que tal vez sea la que posee mayor entidad propia. Se trata de una serie de calles paralelas que parten del Camino de los toros y van a confluir a una zona comercial con un paseo arbolado, eje y centro de la barriada. Curiosamente, es la única que mo fue promovida por el Patronato Municipal de la vivienda, sino por el Patronato Diocesano del Hogar de Nazaret y nació a raíz de un proyecto de 1216 viviendas formadas por calles con nombres de mares, por lo que se la conoce también como "mares" e incluso por "la Patá", que alude al drástico modo con el que se tomó posesión de las mismas.

Otro sector de Pino Montano es el que se extiende por su parte suroccidental, llamado Los corrales porque su trazado guarda reminiscencias de los antiguos corrales de vecinos, con grandes patios interiores rectangulares o cuadrangulares, en su mayoría adornados con bancos, árboles, plantas e incluso fuentes. Por ello, sus calles reciben desde 1983 nombres de los más castizos corrales de Sevilla, como Corral del Agua, Corral de las Ánimas, Corral de la Caridad, Corral de las Maravillas, Corral de la Parra,...

En su zona noroccidental, entre el Camino de los Toros y Agricultores, se localiza Las Estrellas, sector de heterogénea tipología, con viviendas con o sin patio interior, así como con jardín o sin jardín; en ella se encuentra el Colegio Público Ignacio Sánchez Mejías y un centro deportivo. Sus calles, como es obvio, llevan los privilegiados nombres de Estrella Polar, Estrella Betelgeuse, Estrella Antares, etc.


Nuevos Servicios:

El conjunto de la barriada se benefició con la ley del Suelo de 1976 al redactarse un Plan Parcial de Urbanización, que supuso la implantación de equipamientos públicos y privados, como grupos escolares, centro de formación profesional, mercado de abastos, centro sanitario, bomberos, servicio de limpieza, centro social y galerías y centros comerciales, capaces de asistir en gran medida a las necesidades de los vecinos del barrio. En cualquier caso, la creación de la SE-30 transformó las vías de comunicación a los diferentes puntos de la ciudad de tal modo que aunque de la avenida de la Barzola a la Cruz Roja y de la avenida de Pino Montano a Miraflores continúen siendo las tradicionales vías de acceso al centro histórico de Sevilla, esta ronda de circunvalación ha acercado enormemente el barrio a la ciudad y la ciudad al barrio.

Fuente: ABC.

lunes, 12 de mayo de 2008

Rocío


Dios te salve, María,
del Rocío Señora,
Luna, Sol, Norte y Guía
y pastora celestial.

Dios te salve, María,
todo el pueblo te adora
y repite a porfía
como Tú no hay otra igual.

Olé, olé, olé, olé, olé,
olé, olé, olé, olé,
olé, olé, olé, olé,
al Rocío yo quiero volver,
a cantarle a la Virgen con fe,
con un olé.

Dios te salve, María,
manantial de dulzura,
a tus pies noche y día
te venimos a rezar.

Dios te salve, María,
un rosal de hermosura
eres Tú, Madre mía,
de pureza virginal.

domingo, 11 de mayo de 2008

El Polígono Sur


El Polígono Sur es un conjunto de barriadas sociales que se fueron edificando progresivamente para paliar el constante problema de la vivienda que sufrió Sevilla durante más de medio siglo. Consta de tres sectores principales, la barriada de Ntra. Sra. de la Oliva, Polígono Sur o de la Paz, y Las Tres Mil Viviendas y está dotado con instalacioens deportivas, colegios, guarderías, institutos de Bachillerato y Formación Prfesional, centros de salud y centros informativos.

Estas infraestructuras le auguran, con el esfuerzo de sus vecinos, unas buenas perspectivas de futuro que acaben definitivamente con la mala imagen creada por el emplazamiento de determinados puntos negros de la delincuencia sevillana.

Barrio inmortalizado ya en algunos cantes, como los de Pata Negra, reúne unas peculiares características que si bien corresponden a las clases sociales menos elevadas, no por ello dejan de tener la alegría y el sabor de lo castizo en su sgentes y en sus bares. Pese a ser un conjunto de barriadas de corta edad, cada una de ellas presenta particularidades que las diferencian entre sí, creando un colectivo heterogéneo no sólo de viviendas, sino también de personas y modos de vida.

La historia del Polígono Sur es reciente, y se remonta a 1950, cuando el Instituto Nacional de la Vivienda adjudica 1500 viviendas a familias trabajadoras, que habrían de ser las primeras en instalarse en el Polígono Sur, en la nueva barriada de La Paz. Hacia 1960, y sobre terrenos de la antigua huerta del Refugio, se crea la popular barriada de Las Letanías, que presenta la curiosidad de que lso nombres de sus calles sob la traducción al español de hermosa Letanía Lauretana, redactada por los monjes de la Abadía de Loreto en Italia hacia el siglo X (Refugio de los Pecadores, Consuelo de los Afligidos, Trono de la Sabiduría, Reina de la Paz...).

Inquilinos humildes:

En el mes de agosto de 1964 se trasladan al nuevo refugio del Polígono Sur numerosas familias procedentes de los derribos de las chozas existentes en los suburbios de El Higuerón y Fuente Quintillo. Son refugios de 1008 viviendas prefabricadas de una sola planta, de un kilómetro de largo por ciento setenta metros de ancho, con calles asfaltadas y con alumbrdo fluorescente. Sus viviendas están dotadas con tres dormitorios, comedor, cocina y cuarto de baño, y a ellas se fueron trasladando progresivamente todos los vecinos de casas ruinosas de la ciudad.

En mayo de 1965 se entrega la recién construida barriada de La Paz, también de 1008 viviendas, esta vez definitivas, que alojarán a otras tantas familias procedentes de casas ruinosas. Esta barriada cuenta adem´sa con 22 auls esolares, 14 locales comerciales, centro social, dministrativo y sanitario, la iglesia de San Pío X y una línea de autobús, el 21 de aquellos tiempos (actual 30).

Pero el problema de la vivienda continúa en Sevilla a finales de los sesenta, y su bien oficialmente se dice haber acabado con el chabolismo, barrios como el Polígono Sur y otros (San Pablo, Los Merinales, Torreblanca,...) se convierten en grandes núcleos urbanos formados por viviendas provisionales prefabricadas que se van deteriorando.

La continua demolición de cassa antiguas no deja tiempo para que quede una casa libre en estos refugios: si sale de ellos una familia, ya hay otra esperando para entrar.

Hacer un futuro mejor:

La construcción de la populosa barriada de Ntra. Sra. de la Oliva data de los años 70 y es, por su particular trazado, la que permite un esparcimiento y un modo de vida más acorde con el sentir de Sevilla. De finales de los sesenta y principios de los setenta es la barriada social llamada de Las Tres Mil Viviendas, sobre los antiguos terrenos de la Hacienda de Tablada y la Huerta del Refugio, entre la carretera de Su Eminencia y la barriada de Las Letanías.

No obstante, y ante la carencia de viviendas, todavía en los años finales de los años 70, los vecinos de La Corchuela se manifiestan solicitando viviendas en el Polígono Sur. El año 1977, al desaparecer Las Pitas, El Vacie, y comenzar la demolición de La Corchuela, sólo quedan atisbos de chabolismo en el Polígono Sur, cuya franja Norte ofrece un desolador aspecto para todos los que tienen ocasión de ver semejante espectáculo: pésimas condiciones de vida, gentes malvestidas, niños semidesnudos trabajando y vagabundeando, animales sueltos,... y el fantasma de la inseguridad ciudadana.

En los años 80 continúan las edificaciones, como es el caso de la barriada Murillo, que viene a complementar a su vecina Las Tres Mil Viviendas, y que cierra, hasta el momento, las barriadas de este Polígono Sur que, en franca mejoría, avanza hacia un futuro decididamente mejor, con el apoyo de sus nuevas infraestructuras y el buen hacer de la mayoría de las familias que allí habitan, para cacabar de una vez por todas con su mala prensa.

Fuente: ABC.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Ciudad Jardín


Ciudad Jardín es un barrio de corte residencial donde imperan chalets de distinto tamaño, con espacios abiertos y excelentes comunicaciones urbanas. Linda al Sur con un conjunto polideportivo -con piscinas, campos de fútbol, frontón y tenis- conocido por casi todos los sevillanos que acudían a él cuando estas instalaciones escaseaban en la ciudad. Al norte, la calle Marqués de Pickman está formada por numerosos y variados comercios en su acera de Nervión, y allí se encuentra la plaza de Abastos. Al Oeste se ubica la avenida de la Ciudad Jardín, que tras la Gran Plaza, prolonga la de la Cruz del Campo; en ella se localiza el Instituto Martínez Montañés, la Escuela Universitaria del Profesorado de Educación Primaria, la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos y Correos. Al Este limita con la Ronda del Tamarguillo y la barriada de Amate. Cuatro manzanas triangulares componen el vértice que asoma a la Gran Plaza -en sus días con una gran unidad compositiva-, cuyo conjunto inicial, por sus volúmenes y detalles constructivos y ornamentales, engrandecía la plaza. Hay que lamentar la pérdida de dos de ellas, obra del arquitecto Antonio Gómez Millán.

Exposición Iberoamericana:

Al igual que el Cerro del Águila, la Ciudad Jardín vino a edificarse sobre la parte de los terrenos del llamado cortijo del Maestrescuela, conocido por este nombre desde el siglo XVII y propiedad del Marqués de Nervión antes de su urbanización.

El terreno fue adquirido a comienzos de los años 20 por una empresa inmobiliaria con la finalidad de edificar un conjunto de chalets u hotelitos que alojarían a visitantes de la Exposición Iberoamericana de 1929, por lo que su Comité fue el patrocinador del barrio. Su trazado parcelario, con alternancias lineales y curvas creó un espacio urbano inédito en Sevilla con viviendas de escasa altura que trataban de ser un modelo de expansión urbanística de la ciudad, con plazas recogidas sombreadas por árboles y patios exteriores para cada vivienda. Un modelo que no tuvo continuidad para desgracia de Sevilla, pues el problema de la vivienda se acrecentó en las décadas siguientes.

La nueva barriada no llegó a cumplir sus objetivos iniciales, pues la Exposición Iberoamericana recibió menos visitas de las esperadas y no hubo necesidad de alojar a nadie en ella. De este modo, se destinaron entonces a viviendas particulares y se llegaron a pasar malos momentos en los inicios debido a la despreocupación del Ayuntamiento que no planificó un adecuado servicio de limpieza y recogida de basuras, así como por la carencia de líneas de tranvías (Nervión y Matadero eran las más próximas). Sevilla seguía haciendo su vida en el casco antiguo y. salvo algunos núcleos aislados, el resto eran amplias y llanas superficies.

La calle Roque Hernández iba paralela al arroyo Tamarguillo, que a comienzos de siglo aún corría a cielo abierto, a menudo sucio, con inestables caudales y propenso a desbordarse.

De las numerosas riadas que sufrió la Ciudad Jardín, la más conocida es la que motivó la Operación Clavel, que tuvo lugar en noviembre de 1961, pero la mayor se produjo en febrero de 1936. entonces se desató una lluvia torrencial que se prolongó durante días, desbordándose los ríos de la ciudad, ahora más crecidos que nunca, y prácticamente todos los barrios se vieron necesitados de auxilio. El Tamarguillo, desbordado, arrasaba. El Ayuntamiento tuvo que hacerse cargo de la situación y se organizaron los trabajos de socorro: a la Ciudad Jardín llegaron camiones para poner a salvo a las familias afectadas y conducirlas hasta una de las naves del Matadero, a pocos metros aguas abajo del arroyo. En este formidable edificio neomudéjar obra de José Sáez López aguardaron unos días hasta que las aguas comenzaron a descender y v9olver a su cauce: entretanto, la vecina barriada de Amate, entonces de chabolas, había desaparecido.

Lavado de cara:


En 1937 las calles seguían sin pavimentar y las casas se resquebrajaban por la endeblez de la construcción, por lo que los vecinos se negaban a pagar los alquileres. Intervino el Ayuntamiento hispalense poniendo a trabajar a los parados de la Ciudad Jardín en su reconstrucción, y el resultado fue un cambio radical en sólo cuatro meses: ahora el barrio tenía todas sus calles urbanizadas y dotadas con luz eléctrica; se había construido una piscina, un jardín infantil y comenzaban las obras de una guardería. El 13 de octubre de 1949 el barrio se completó con un grupo de viviendas militares que fueron entregadas por el propio capitán general y, poco a poco, al urbanizarse todas las barriadas colindantes con infraestructuras de todo tipo, al ampliarse las líneas de autobuses y al crecer la ciudad hacia el Este, el barrio se convirtió en un lugar céntrico de la nueva ciudad. Ahora, con la nueva Ronda del Tamarguillo ha quedado comunicado con el resto de la ciudad.

Fuente: ABC.

martes, 6 de mayo de 2008

Festival de patios cordobeses

Durante los días 7 al 18 de Mayo y en horario de 11:00 a 14:00 y de 19:00 a 23 horas todos los días, ampliandose hasta las 24:00 los Viernes y Sabados, se podrán visitar los patios cordobeses por las tres rutas propuestas por el Ayuntamiento y admirar las rejas y balcones por las calles de nuestra ciudad, Patrimonio de la Humanidad. La entrada a todos ellos es gratuita.

Más información en la página web:

http://www.patiosdecordoba.es

lunes, 5 de mayo de 2008

En 90 minutos mueren 1600 niños


“I Partido Champions for Africa”

Ramón Sánchez-Pizjuán

martes 13 de mayo de 2008.

Unicef, Kanouté y su Fundación, la Fundación del Sevilla Fútbol Club, la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Sevilla y tú que me lees están detrás de este partido.

Un partido en el que los fondos que se recauden irán destinados a Mali a través de los proyectos de supervivencia y desarrollo de la primera infancia de UNICEF, y al proyecto Ciudad de los Niños a través de la Fundación Kanouté.

Además, se aprovechará la ocasión para rendir homenaje (no será, obviamente el único pero todo a su tiempo) a nuestro Eterno 16, a nuestro Antonio Puerta.

Toda la información sobre este importante partido solidario la encuentras en la web oficial del club.

Recuerda: el 13 de mayo es la cita. Los socios del Sevilla FC tienen hasta el día 8 de mayo para sacar su entrada. Asimismo existe una Fila 0 para recaudar fondos para la educación de Aitor Puerta (precio simbólico: 5 €).

Que no falte nadie.

El Arenal


Hubo un día en que como su nombre indica, este barrio fue un gran espacio abierto comprendido entre la puerta de Triana y la torre del Oro. Ello no era óbice para que constituyera, por sí mismo, uno de los elementos más pintorescos y activos de la ciudad, donde se desarrollaban todas as actividades portuarias, que se complementaban en la orilla trianera.

Lejos estamos ya de aquella época dorada de la Carrera de Indias en la que calafates, carpinteros de ribera, toneleros, emplomadores y un sinfín de obreros realizaba sus labores frente a las numerosas embarcaciones atracadas en el muelle, configurando todo un espectáculo multicolor de velas, gallardetes y estandartes. Marineros. mercaderes, soldados, frailes, pícaros y busconas completaban el paisaje humano de este lugar que, inevitablemente, vio surgir pequeñas barriadas gremiales relacionadas con las diversas actividades del puerto a la par que florecieron alojamientos, casas de juego y burdeles para atender a tan amplio contingente humano. Entre la puerta de Triana estuvo desde antiguo el Compás de la Mancebía, aislado de la ciudad por la muralla y una tapia. Se comunicaba con El Arenal a través de un postigo, donde luego vendría a levantarse el Baratillo, y con la ciudad por medio de una puerta custodiada por un portero.

Lugar predilecto por su singularidad para Cervantes, Quevedo o Lope de Vega, cuenta en su haber con una de las imágenes más universales de Sevilla: la Torre del Oro, actual museo naval de la ciudad.

La Barbería de Fígaro:

A muy pocos metros de ella, en el cruce con la calle Temprado, un azulejo del siglo XVIII nos indica dónde estuvo el postigo o puerta del Carbón, y un poco más abajo, en el cruce de la salida de la Casa de la Moneda con la calle Santander, estuvo la barbería de Fígaro, el popular personaje inmortalizado en las óperas El Barbero de Sevilla y Las bodas de Fígaro.

En la calle Temprado nos encontramos en primer lugar a espaldas de la actual delegación de Hacienda, edificada sobre la que fuera el edificio de la aduana. A unos metros, el Hospital de la Caridad, cuyo fundador, Miguel de Mañara -señorito juerguista del siglo XVII- sirvió de modelo para el personaje don Juan Tenorio. Cuenta la leyenda que llevaba una vida libertina y licenciosa hasta que cayó un día al suelo y al quedar inconsciente tuvo un sueño o alucinación en el que contempló horrorizado cómo recogían su cadáver y le daban sepultura. Al volver en sí consideró lo sucedido como una advertencia divina y entregó su vida a los necesitados, haciéndose hermano de la Santa Caridad en 1662 y regalando a esta institución los terrenos donde se asienta el Hospital. Una estatua en los Jardines de la Caridad, inmortaliza a este pintoresco personaje arrepentido. La iglesia de la Caridad se alza en el lugar en el que estuvo la iglesia de San Jorge cuya historia se remonta al bueno de Pedro Martínez, también llamado Pedro de la Caridad. Fue fundador de la cofradía de San Nicolás y cristianamente se encargaba de dar sepultura a los ahogados que expulsaba el río.

La Maestranza:

A continuación se encuentra la Maestranza de Caballería, también edificada como los anteriores edificios, sobre el solar de las antiguas Atarazanas. Llegamos al postigo del Aceite, lugar por donde entraban las grasas en la ciudad camino de la Aduana. es una obra de 1107 realizada en tiempos de Ben Yusuf con motivo de las obras de prolongación de la muralla. no obstante, su aspecto actual data de 1573 en que fue reformada por el arquitecto Tortello bajo el mandato del I Conde de Barajas.
Desde aquí nos dirigimos por la calle arfe, donde en otro tiempo abundaban los pícaros, negros y esclavos, hasta alcanzar la calle Adriano, eje principal de El Arenal que en sus comienzos estuvo plagado de mesones y posadas. En ella se encuentran la capilla del Baratillo y la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Sevilla que fue la que motivó la creación del barrio de la Carretería.

También merece la pena dar un paseo junto al río, frente a Triana, contemplar en el paralelo paseo Marqués del Contadero el Monumento a la Tolerancia, de Chillida, y arriba, las estatuas de Antonio Mairena, Carmen la Cigarrera y Mozart.

Fuente: ABC.

domingo, 4 de mayo de 2008

XXV Romería de Nuestra Señora de los Ángeles de Montequinto

Nuestra Señora de los Ángeles

Patrona de Montequinto

XXV Aniversario

1984 - 2008

sábado, 3 de mayo de 2008

El Cerro del Águila


En la zona más elevada de Sevilla, hacia los año treinta, comenzó a tener entidad de barrio el popular Cerro del Águila, edificado sobre terrenos del célebre cortijo del Maestrescuela. Alegre y asequible, cuenta con un preciado mercado de abastos, con una muy conocida Hermandad del Rocío, y con una iglesia, la Parroquia de Ntra. Sra. de los Dolores, cuyas imágenes realizan la estación de penitencia más larga de todas las que salen en procesión durante la Semana Santa.

El Cerro del Águila o Cerro de las Águilas, como se llamó en los comienzos de su poblamiento, debe su nombre a la abundancia de estas aves que en otro tiempo había en este relieve geográfico. Situado sobre una ciudad tan notoriamente llana que llegó incluso a atraer por aquellos años a emisoras de radio.

Terrenos a cinco pesetas:


Contemporánea de otras barriadas humildes que surgían de chabolas, su nacimiento es muy diferente: la Inmobiliaria Nervión, propietaria del terreno, tras el éxito que obtuvo con la venta de otras zonas residenciales de prestigio, se animó a ofertar a las clases menos pudientes el poder disfrutar de una vivienda propia.

Para ellos, encargaron al célebre arquitecto Juan Talavera -que tiene calle en el barrio- el trazado parcelario del mismo, que se realizó en el año 1922, vendiéndose a 5 pesetas el metro cuadrado.

Así nacieron las conocidas viviendas "autoconstruidas", pues según parece, gran parte de los compradores fueron albañiles, con capacidad de edificar. Pero el barrio pagó la novatada y a los comienzos de los años treinta llegó en un estado lamentable: el Cerro del Águila como su vecina Ciudad Jardín se convirtieron en potenciales focos de infección al no existir servicio de recogida de basuras y aparecer éstas por las calles. Afortunadamente, la situación tuvo arreglo, y a primeros de 1937 se inauguró el mercado del Cerro del Águila. Allí se trasladan las Oficinas de la Guardia Municipal de Amate, una vez erradicado el chabolismo de este barrio.

También por estos días se bendicen los terrenos donde irá construida HYTASA, fábrica de tejidos de treinta y dos mil metros cuadrados que contribuirá a la expansión del barrio, que se convierte así en uno de los más poblados de Sevilla. Este es el momento en que cientos de vecinos adquieren sus parcelas en el Cerro del Águila y continúan la tónica de levantar sus propias viviendas, dotando además al barrio de carácter y personalidad propias.

El Polvorín de Santa Bárbara:

Pero la desgracia se ensaña con sus esfuerzos y la mañana del 13 de marzo de 1941, de infausto recuerdo, estalla el polvorín de Santa Bárbara, ubicado en el Cerro, destrozando las diez manzanas que lo rodeaban y causando daños a muchas más. La calle José Arpa, donde estaba el polvorín, quedó destruida, al igual que las calles Huesca, Galicia, Lisboa, Afán de Ribera y parte de Héroes de Toledo.

Cuál sería la envergadura de la explosión que la onda expansiva rompió cristales en la plaza de España. Hay que puntualizar que el polvorín no era militar, sino de la Sociedad Española de Explosivos.

El matadero, ya deslindado de sus primitivas funciones, sirvió para alojar a muchos damnificados que habían visto desaparecer más de la mitad de su barrio. no obstante, la reconstrucción no se hizo esperar y, salvo cien viviendas irrecuperables, en un mes ya estaban habitables 200 de las 300 afectadas.

Otro hecho que vino a alterar la vida del barrio ocurrió el día 24 de febrero de 1947, pues con motivo de una de las mayores riadas del siglo se habilitaron en la ciudad numerosos refugios, entre ellos los del Matadero y el del Cerro del Águila.

El primero de ellos, es un edificio de estilo neomudéjar construido con motivo de la Exposición Iberoamericana; aunque situado a las puertas del Cerro, se le considera propio y emblemático.

Las huellas del tranvía:

Tan propio como lo fue el tranvía, que por aquellos de ser la barriada una zona lejana, mantuvo hasta final de los años 50 -desaparecieron en 1960-, siendo de los pocos barrios que pro aquellos tiempos todavía utilizaban este transporte.

En 1972 desapareció el refugio del Matadero. Pero en nuestros días sigue teniendo un uso público: se trata de zonas escolares a las que sólo separan del barrio la ronda del Tamarguillo y su bulevar lateral.

Esta ronda, segundo cinturón de la ciudad, comunica al Cerro del Águila con la zona universitaria de Reina Mercedes, el Hospital Universitario "Virgen del Rocío", el complejo de la Antigua Casa Cuna, las zonas deportivas de HYTASA o el Palacio Municipal de Deportes, entre otras opciones, y supone una futura expansión urbanística en su recorrido.

Fuente: ABC.

Nicolás Monardes

Nicolás Bautista Monardes (Sevilla, alrededor de 1493 — Sevilla,10 de octubre de 1588) fue un destacado médico y botánico español que importó plantas medicinales de las Indias y que incluso llegó a crear un Jardín Botánico que estaba situado en el actual cronómetro de la calle Sierpes.

Monardes publicó un gran número de libros de suma importancia. En Diálogo llamado pharmacodilosis (1536) examinó el humanismo, y sugirió el estudio profundo de autores clásicos, principalmente de Pedanius Discorides. Discutió acerca de la importancia del griego y el árabe en la medicina, en De Secanda Vena in pleuriti Inter Grecos et Arabes Concordia (1539). De Rosa et partibus eius (1540) fue un tratado acerca de las rosas y los frutos cítricos.

Su trabajo más significante y conocido fue Historia medicinal de las cosas que se traen de nuestras Indias Occidentales, publicado en tres partes bajo diversos títulos (de 1565, 1569 y completado en 1574 y reimpreso sin cambios en 1580). Este fue traducido al latín por Charles de l'Écluse y al inglés por John Frampton.

Lista de trabajos de Monardes:

• 1536: Diálogo llamado pharmacodilosis.
• 1539: De Secanda Vena in pleuriti Inter Grecos et Arabes Concordia.
• 1540: De Rosa et partibus eius.

• 1569: Dos libros, el uno que trata de todas las cosas que se traen de nuestras Indias Occidentales, que sirven al uso de la medicina, y el otro que trata de la piedra bezaar, y de la yerva escuerçonera. Sevilla: Hernando Díaz.
• 1571: Segunda parte del libro des las cosas que se traen de nuestras Indias Occidentales, que sirven al uso de la medicina; do se trata del tabaco, y de la sassafras, y del carlo sancto, y de otras muchas yervas y plantas, simientes, y licores que agora nuevamente han venido de aqulellas partes, de grandes virtudes y maravillosos effectos. Sevilla: Alonso Escrivano, 1571
.
• 1574: Primera, segunda y tercera partes de la historia medicinal de las cosas que se traen de nuestras Indias Occidentales, que sirven en medicina; Tratado de la piedra bezaar, y dela yerva escuerçonera; Diálogo de las grandezas del hierro, y de sus virtudes medicinales; Tratado de la nieve, y del beuer frío. Sevilla: Alonso Escrivano
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• 1580: Reimpresión la publicación de 1574. Sevilla: Fernando Díaz.
• 1580: Historia Medicinal. Sevilla. Para Samuel Fastlicht.

viernes, 2 de mayo de 2008

Beatriz Manchón


Doña Beatriz Manchón Portillo nació en Sevilla en 1976, iniciándose desde muy niña en la práctica del piragüismo. Joven valor del deporte andaluz, gracias a su esfuerzo y tenacidad está viendo cumplirse a tan temprana edad el sueño de alcanzar el éxito y el reconocimiento deportivo nacional e internacional.

Su brillante carrera como deportista ha sido reconocida con innumerables galardones. Como atleta senior obtiene varios Campeonatos de España, siendo designada en 1995 como mejor deportista de Sevilla. Diploma Olímpico en Atlan­ta-96, Beatriz alcanzó la aspiración que alberga el corazón de todo deportista con su inclusión en el equipo nacional.

En 1997 obtiene medalla de oro en K-2-500 y de plata en k-2-200, k-4-200, k-4-500, en el Campeonato de Europa de Plodiv (Bulgaria). En ese mismo año, en el Mundial de Banook (Canadá), esta joven andaluza consigue por primera vez en la historia del piragüismo español medalla de bronce en K- 2-200 y k-2-500.

Tan destacada como su brillante trayectoria deportiva es el fruto de su incansable trabajo. Beatriz, que compagina el deporte con los estudios, es buen ejemplo de esa juventud andaluza que se abre camino aunando esfuerzo, dedicación y entrega, sin perder dé vista su propia formación profesional y humana.

El 28 de febrero de 2008 se le entregó la Medalla de Andalucía.

Fuente: Wikipedia.

La otra Triana

Lógica expansión de la Triana Histórica, la Otra Triana se extiende hacia el río Guadalquivir por su parte oeste, quedando todo el barrio abrazado por él a ambos lados y teniendo en la calle San Jacinto su arteria principal. Lugar de destino para muchos de los antiguos pobladores de Triana, ello ha contribuido sin duda a que esta zona haya creado muy pronto un carácter propio de barrio, cuna y residencia de grandes artistas de Sevilla.

En los terrenos de los tejares ubicados al final de la actual calle Evangelista nació el barrio Voluntad; las tierras eran propiedad de la Compañía de Cerámica y Azulejería de Mensaque Rodríguez y comprendían una superficie cercana a los 6.000 metros cuadrados. Estos fueron divididos en 243 parcelas destinadas a viviendas, muchas de ellas autoconstruidas. Su proximidad al Guadalquivir le jugaría una mala pasada en enero de 1940, cuando una riada causó estragos en el barrio, teniendo los vecinos que ser asistidos en barcas. Rotuladas las calles en 1949, sus nombres acreditan las buenas cualidades de sus constructores: Trabajo, Lealtad, Prosperidad, Voluntad, Virtud, etc. La principal, Trabajo, enlaza la Triana histórica a través de Farmacéutico Murillo, con López de Gomara, y en las calles Voluntad y Constancia se conservan edificios de gran calidad arquitectónica y ambiental que datan de la Exposición Iberoamericana de 1929. A partir de 1960, en que se aprobó el proyecto de canalización de aguas, alcantarillado y alumbrado público, se construyeron numerosas viviendas de tres a cinco pisos, entre las que destacan los núcleos residenciales Virgen de Fátima (a caballo entre Los Remedios) y de San José, también llamado "los verdes".

El barrio León recibe este nombre por el apellido del propietario de los terrenos, que además asignó los nombres de sus familiares y amigos para las calles del mismo, lo que aceptó el Ayuntamiento en 1933, siendo rotuladas oficialmente en 1943. Al parecer, los terrenos fueron los de la antigua Huerta de la Torrecilla.

Sociedad La Torrecilla:

La construcción de viviendas baratas para obreros comenzó en 1923 y, más adelante, sus vecinos, ante la carencia de luz, alcantarillado y de otros servicios, crearon la Sociedad La Torrecilla para protestar por aquellas carencias, que al final solucionaron entre ellos y el Ayuntamiento.

Como ampliaciones del barrio León se pueden considerar las barriadas trianeras de La Dársena y el Núcleo Los Ángeles, la primera construida por el Patronato Real de Casas Baratas en 1946 sobre terrenos de la Vega de Triana, en la esquina de la avenida de Coria con la carretera de Huelva y Mérida, con un proyecto que preveía dos fases y quedó reducido sólo a una; el Núcleo Los Ángeles se levantó sobre terrenos del Cortijo de la Tía Pepa, a finales de los sesenta en dos fases, correspondiendo a la primera los portales más próximos a la avenida y sus calles, referidas a los arcángeles, se rotularon en 1981.

Sobre los terrenos conocidos desde comienzos del XIX como Mantillo del Torruñuelo, Torruñuelo o Terreñuelo, la barriada del Turruñuelo nació como consecuencia del asentamiento de numerosos inmigrantes que llegaron para trabajar en la industria cerámica y alfarera tan en auge en los años previos de la Exposición Iberoamericana de 1929. Se parcelaron 244 lotes sobre una superficie de 3,5 hectáreas.

El Portazgo:

El Tardón era conocido como tal desde el siglo XIX, porque en estos terrenos tenían sus huertas las religiosas "Regulares del Tardón" -desapareció el convento a finales del XVII- y también por el portazgo que se encontraba a final de San Jacinto. Sobre los años treinta se consolidó un suburbio de chozas marginales junto al actual barrio Voluntad, que se llamó popularmente el barrio de Máquinas. Promovida por el Instituto Nacional de la Vivienda, a mitad de los años noventa se construyeron dos mil viviendas de calidad aceptable en bloques de cinco plantas en lo que se llamó barriada de San Gonzalo, siempre conocida por El Tardón; sus calles fueron rotuladas en 1955 con nombres de conquistadores, literatos y clérigos relacionados con la ciudad, y entre sus vecinos se cuentan numerosos artistas, entre los que podemos destacar la familia Montoya, Lola Carmona, Isabel Pantoja, Antonio Cortés Chiquetete, Naranjito de Triana, etc.

Unos años más tarde, la Obra Sindical del Hogar construyó la barriada Nuestra Señora del Carmen, y más adelanteEl Tardón se amplió con las calles Torres Alarcón, Mar del Plata, Sebastián Cabot, Juan Muñoz Rodríguez, plaza Virgen de los Dolores y Rubén Darío.

Entre San Jacinto, el asilo de ancianos, San Vicente de Paúl y el solar de Hispano Aviación, el barrio de Santa Cecilia fue promovido a comienzos de los sesenta por la Constructora Inmobiliaria Bética SA. Con unas viviendas de calidad aceptable y reducidas dimensiones, sus bloques de cuatro a seis plantas son un símbolo de la Triana moderna.

Fuente: ABC.

jueves, 1 de mayo de 2008

La Corza


"Era una gran plaza abierta, y había olor de existencia y...". Gabriel Díaz, párroco de la Corza durante 32 años, utiliza versos de Vicente Aleixandre para explicar que la plaza de su barrio no es tan bucólica como la pintó el Nobel sevillano. El espacio en torno al cual se articula la vida de este lugar situado junto a la carretera de Carmona no es, ni mucho menos, un lugar idóneo para la convivencia. Y no lo es porque a la plaza principal de La Corza le faltan dos solares por construir que están vacíos desde el año 1990.

La plaza de la Corza es un recinto al estilo de los espacios que presiden las barriadas construidas en la periferia sevillana durante la segunda mitad del siglo XX. En ella manda la parroquia que dirigió Gabriel desde 1971 hasta 2003 y que protagonizó más de un encierro de trabajadores en los últimos años del régimen franquista, durante los que el párroco presenció incluso el linchamiento de un líder sindical de la empresa Roca. La iglesia preside un recinto que fue sometido a una reurbanización hace unos meses. Las obras han dejado su sello en la plaza, que ha quedado asimétrica. Muy pocos árboles ocupan la misma hilera de losetas que los que están enfrente y una línea del suelo que no está centrada en relación con la parroquia divide al piso.

Los dos solares vacíos terminan de afear la plaza. Por uno de ellos pasan varios postes de electricidad –algunos con riesgo de caída– y el otro queda dividido por un muro que protegía una vía del tren que desapareció a finales de los ochenta, poco antes de que se acometiera la construcción de la estación de Santa Justa. En el primero crecen matorrales y jaramagos y una valla desvencijada testimonia que una vez sirvió para evitar que se formara un asentamiento de chabolistas. "Más de una vez hemos tenido que llamar a la Policía porque alguien se ha metido ahí con una furgoneta y unos cartones".

Los dos solares por edificar, vacíos desde 1990, son la cuarta fase de la reforma del barrio. La fundación de La Corza data de mediados de los años treinta de la pasada centuria. El barrio estaba destinado a lavar la imagen de la ciudad de cara a la exposición iberoamericana de 1929. La intención era que las nuevas viviendas fueran ocupadas por familias chabolistas, para que el visitante de la exposición volviera a su tierra de origen sin poder decir que había visto chabolas en la capital andaluza. Con esta idea compró el Ayuntamiento el terreno a la marquesa de la Corza a razón de una peseta por metro cuadrado, cantidad bastante elevada en los años veinte. Pero el proyecto se retrasó y la caída de Primo de Rivera, primero, y de Alfonso XIII, después, paralizaron la construcción de casas en este lugar, por entonces muy alejado del centro y prácticamente incomunicado, no comenzó hasta el decenio siguiente.

De aquellas primitivas casas queda muy poco en el barrio. Los que sí han quedado son algunos de los descendientes de los primeros que se trasladaron a vivir allí. De la Corza se marcharon 300 familias a vivir a Las Huertas, al otro lado de la vía férrea, en 1980. Sus huecos los ocuparon los desahuciados de zonas como la Alameda de Hércules y, sobre todo, Triana. Desde entonces, la población del barrio lo único que ha hecho es envejecer. Se han dado casos aislados de ventas ilegales y sólo hay un inmigrante viviendo en el barrio. No hay delincuencia, hay centros educativos muy cerca, la mayoría de los vecinos no han perdido la calidez de las relaciones de antaño y el alquiler no se paga desde hace un cuarto de siglo. "Si arreglaran esos dos solares...".

La paradoja de unos vecinos que querían vivir en pisos de alquiler

Los vecinos de La Corza abanderaron en la década de los ochenta la lucha por vivir en régimen de alquiler, precisamente en tiempos en los que imperaba la opción de los pisos en propiedad. En 1982 el Ayuntamiento, por entonces dueño de las viviendas, planteaba la compraventa de los pisos en 25 años y dejaba abierta una posibilidad para quien no pudiera pagar, que consistía en canjear la vivienda de La Corza por un piso de Los Pajaritos.

La asociación de vecinos encargó un estudio, que puso de manifiesto que el 80 por ciento de los vecinos del barrio no podían correr con los gastos de la compra de su vivienda. Tras diversas reuniones, los residentes en esta barriada decidieron cortar cada día la carretera de Carmona y en dos ocasiones se manifestaron en el andén del Ayuntamiento. Las protestas dieron su fruto y la Junta, a través de la consejería de Obras Públicas, adquirió las casas y las cedió a los vecinos en régimen de alquiler, además de ofrecer la compra a quien pudiera pagarla. La barriada todavía tenía que cambiar de propietario una vez más. A principios de los noventa, las casas de La Corza pasaban a la Empresa Pública de Suelo de Andalucía (EPSA).